UE reforma sus normas de ingreso de gente y bienes a Europa
La Unión Europea inicia una importante reforma de las normas que rigen el ingreso de gente y bienes al continente y dentro de éste a medida que las restricciones del coronavirus y los temores de un “ataque híbrido” de Bielorrusia por medio de migrantes provocan tensiones en la zona libre de pasaportes
La Unión Europea inició el martes una reestructuración importante de las normas que rigen el ingreso de gente y bienes al continente y dentro de éste, a medida que las restricciones del coronavirus y los temores de un “ataque híbrido” de Bielorrusia por medio de migrantes provocan tensiones en la zona libre de pasaportes.
La zona Schengen incluye a 26 naciones, incluidas Islandia Liechtenstein, Noruega y Suiza que no son miembros de la UE. La eliminación de los controles fronterizos entre ellos ha favorecido los negocios, el comercio y los viajes.
Alrededor de 1,7 millones de personas viven en un país de la zona Schengen y trabajan en otro, mientras que unas 3,5 millones de personas cruzan diariamente una frontera interna.
“La crisis de refugiados de 2015, la serie de ataques terroristas en tierra europea y la pandemia global de COVID-19 han provocado tensión en la zona Schengen”, declaró el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas.
“Éste es un paso equilibrado y necesario. No es el fin de la historia, pero es suficiente para mantener intacto Schengen”, dijo Schinas a la prensa en Estrasburgo, Francia Las propuestas requieren la aprobación de los países de la UE y sus parlamentos para entrar en vigor.
El sistema está al borde del colapso desde 2015, cuando más de 1 millón de personas ingresaron a la UE sin autorización, en su mayoría sirios que huían de la guerra. Tras una serie de ataques extremistas en Francia, Bélgica y Alemania, varios países ajustaron sus controles fronterizos.
La situación se agravó aún más a principios de 2020, cuando llegó la pandemia. Al menos 17 países de la zona Schengen, presas del pánico, impusieron controles, lo que provocó caos en el tráfico y en la cadena de suministros.
Más recientemente, el presidente bielorruso Alexander Lukashenko, ha invitado gente a su país, muchos de ellos iraquíes, con la promesa de hacerlos ingresar a Europa a través de sus fronteras con Lituania, Polonia y Letonia. Tales acciones son consideradas una venganza después de que el hombre calificado como el último dictador de Europa fue sancionado por la UE por fraude electoral y represión de manifestaciones pacíficas.
La Comisión Europea propone flexibilizar temporalmente las normas de asilo cuando un país extrabloque aliente activamente a los migrantes a dirigirse a Europa, como se acusa a Bielorrusia.
Se reduciría el número de cruces donde la gente se registra para pedir asilo. El registro de las solicitudes se alargaría a cuatro semanas en lugar de los actuales 10 días. Los solicitantes serían alojados en refugios temporarios por hasta 16 semanas mientras se tramitan sus solicitudes.
Se permitirían las deportaciones inmediatas de las personas a las que se les niegue la entrada.
Para impedir que los países miembros impongan controles entre ellos cuando lo consideren necesario, se reimpondrían controles temporarios por razones de salud o seguridad durante seis meses, renovables hasta por dos años.