Uganda vota en unas tensas elecciones presidenciales
Uganda vota en unas elecciones presidenciales marcada por la violencia generalizada que muchos temen que se agrave si las fuerzas de seguridad tratan de impedir que los seguidores del principal candidato opositor, Bobi Wine, vigilen los centros electorales
Uganda votaba el jueves en unas elecciones presidenciales marcada por la violencia generalizada que muchos temen que se agrave si las fuerzas de seguridad tratan de impedir que los seguidores del principal candidato opositor, Bobi Wine, vigilen los centros electorales. El acceso a internet estaba cortado desde el miércoles en la noche.
En la capital, Kampala, había largas filas de votantes. “Esto es un milagro", dijo el mecánico Steven Kaderere. “Esto me demuestra que esta vez los ugandeses están decididos a votar por el líder que quieren. Nunca antes había visto esto".
Pero parte del material electoral llegó con retraso a algunos centros de votación, incluyendo a donde votó Wine. Tras llegar entre los vítores de una pequeña multitud y emitir su voto, se santiguó, levantó el puño y sonrío, afirmando que estaba “seguro” de su victoria.
Se reportaron problemas con algunas máquinas biométricas para verificar la identidad de los electores. “Nuestro equipo no pudo arrancar porque las contraseñas no coincidían", contó Derrick Lutakoma, presidente de uno de los centros.
Los resultados se esperan en el plazo de 48 horas a partir del cierre de las urnas a las 16:00 horas. Más de 17 millones de personas están registradas para votar en la nación del este de África de 45 millones de habitantes. Los candidatos tienen que sacar más del 50% de los votos emitidos para evitar el balotaje.
El presidente, Yoweri Museveni, un mandatario autoritario que gobierna desde 1986, busca la reelección para su sexto mandato frente a la fuerte candidatura de Wine, un popular cantante reconvertido en legislador opositor. Otros nueve aspirantes tratan de derrocar a Museveni.
Wine, cuyo nombre real es Kyagulanyi Ssentamu, ha visto como muchos de sus asociados eran encarcelados o se escondían mientras las fuerzas de seguridad reprimían a los seguidores de la oposición que temen que puedan montar una revuelta callejera que provoque un cambio de régimen. Wine insiste en que su campaña no es violenta.
El opositor, de la Plataforma de Unidad Nacional, dijo que no cree que la elección sea libre y justa e instó a sus seguidores a quedarse cerca de los centros de votación para proteger sus boletas. Pero la Comisión Electoral, considerada por los opositores como una entidad débil, señaló que los votantes deben regresar a sus casas tras depositar sus votos.