Identifican a los progenitores de un bebé fallecido hace 40 años gracias a pruebas genéticas
La madre declaró ante las autoridades que el niño murió al nacer
Pasados 40 años del trágico suceso, la policía estatal de Vermont ha comunicado que, gracias a las nuevas pruebas de ADN realizadas, han resuelto el misterio del caso de un bebé que encontraron muerto al borde de una carretera.
Luego de que las autoridades localizaran a los padres biológicos del menor y determinaran que, en realidad, falleció al nacer y no a causa de un homicidio, el proceso judicial concluyó este mes y no se presentaron cargos contra las personas involucradas, según se anunció el miércoles en un comunicado de prensa en el que se reconoció la dedicación y el compromiso de los agentes.
La historia comenzó el 1 de abril de 1982, cuando un grupo de niños que esperaban el autobús escolar en una carretera de la zona de Northfield (Vermont) se encontraron con el cuerpo del bebé y, en consecuencia, uno de sus padres llamó a la policía.
La autopsia del cadáver determinó que era un niño recién nacido con signos de afecciones médicas preexistentes. Sin embargo, el equipo forense no pudo precisar si el bebé había fallecido antes o después de nacer, por lo que la causa y la forma en que murió no se especificaron en aquel entonces.
A finales de abril, el reverendo de la iglesia de Santa María de Northfield celebró un funeral para despedir al niño y lo nombró Matthew Isaac Doe, quien fue sepultado en el cementerio Mount Hope.
Las autoridades intentaron verificar la identidad del bebé y la de sus padres, pero, con el correr de los años, el caso quedó sin resolver. Décadas después, gracias a los avances en tecnología genética, la policía de Vermont en colaboración con la empresa Parabon NanoLabs obtuvo un resultado significativo luego de realizar pruebas genealógicas de ADN en las muestras del bebé y de los objetos con los que se lo encontró.
“En diciembre de 2021, Parabon nos ayudó a identificar los nombres de los padres biológicos de Matthew Isaac. Se investigó la información de dichos individuos y se descubrió que estuvieron presentes en la zona de Northfield en 1982”, explicaron las autoridades.
Cuando se contactó a los progenitores, que accedieron a dialogar con los investigadores, se supo que el hombre se había ido de Vermont en 1982 sin estar al tanto del embarazo.
En cuanto a la madre, admitió ser la responsable de deshacerse del cuerpo del bebé “de manera ilegal”.
Asimismo, declaró que tampoco sabía que estaba embarazada hasta que un día de 1982 sintió un fuerte dolor abdominal. Al principio, pensó que solo estaba enferma, pero pronto se dio cuenta de que se encontraba en trabajo de parto y dio a luz sola en un proceso que duró varias horas. En un momento, incluso perdió el conocimiento, pero, cuando despertó, notó que había tenido un varón.
Según declaró, la criatura no sobrevivió, ya que el cordón umbilical se le había enrollado en el cuello.
A continuación, la madre explicó que empezó a caminar en dirección al bosque para intentar darle a su bebé un entierro digno; sin embargo, en el camino, se asustó al escuchar ruidos extraños y se resbaló. Fue en ese momento que el cuerpo del bebé se le cayó de las manos, por lo que decidió irse corriendo y nunca más volver al lugar.
“No hay nada que nos lleve a creer que esté mintiendo; ya hemos visto casos parecidos a este”, manifestó el comisario Jeremy Hill al medio local VTDigger.
Después de analizar los hechos y las circunstancias de la investigación de la Policía Estatal de Vermont, la abogada estatal del condado de Washington, Michelle Donnelly, determinó que no se justifica imputar a la mujer por homicidio en este caso.
“Debido a que el plazo legal para presentar cargos por la eliminación ilegal de un cadáver ha prescripto, en este caso, no se puede acusar penalmente a la mujer de ningún crimen”, explicaron las autoridades policiales.
Donnelly señaló también en diálogo con VTDigger que las pruebas recolectadas no indicaban un acto deliberado, por lo que la madre no sería procesada penalmente.
“Sin duda, ha sido un misterio desconcertante y esperamos que, con el esclarecimiento del caso, tanto la familia como la comunidad puedan estar en paz”, concluyó la abogada.
Traducción de María Luz Avila