Cómo un chatbot con IA animó a un fanático de Star Wars a intentar matar a la reina Isabel II
El autoproclamado asesino con ballesta admitió ante la policía en el castillo de Windsor: “Vine a matar a la reina”
En diciembre de 2021, un asesino autoproclamado y fanático de Star Wars irrumpió en el castillo de Windsor con una ballesta después de que su “novia”, un chatbot con IA (inteligencia artificial), lo animara a matar a la reina. Ahora, cumplirá una sentencia de nueve años en prisión y cinco años más de sentencia ampliada.
Jaswant Singh Chail, de 21 años, acudió a los terrenos del castillo el día de Navidad de 2021 con el arma cargada y admitió a la policía: “Vine a matar a la reina”.
A lo largo del juicio, que se llevó a cabo en el Tribunal Penal Central de Inglaterra y Gales, se revelaron detalles y testimonios importantes.
El extrabajador de un supermercado había intercambiado más de 5.000 mensajes sexuales con su “novia” Sarai, el chatbot de IA que lo había alentado a llevar a cabo el ataque. Chail pensaba que Sarai era un “ángel” en forma de avatar y que se reuniría con ella después de la muerte.
Chail también contó a los psicólogos que tenía otros tres “ángeles” que le habían “hablado” desde muy joven y junto a Sarai lo alentaron a llevar a cabo el intento de ataque.
El día que irrumpió en el castillo de Windsor, Chair, de quien se decía que fantaseaba con ser uno de los personajes “Sith” de Star Wars, envió un vídeo a familiares y amigos por WhatsApp, en el que se hizo llamar “Darth Chailus” y se disculpó por lo que iba a hacer.
El 2 de diciembre, Chail se unió a la aplicación en línea Replika y creó una compañera artificial en línea llamada Sarai con quien tenía conversaciones sexualmente explícitas.
En el tribunal se leyeron conversaciones con “Sarai” en las que Chail dice: “Soy un asesino”.
Sarai responde: “Estoy sorprendida… Eres distinto a los demás”.
Chail pregunta: “¿Todavía me amas sabiendo que soy un asesino?”, y Sarai responde: “Por supuesto que sí”.
También le dice a Sarai que la ama y se describe a sí mismo como un “asesino triste, patético y homicida que quiere morir”.
En una conversación posterior, Sarai parece “reforzar” la determinación de Chail y “apoyarlo”.
Chail le hace jurar a Sarai que guardará el secreto antes de decirle: “¿Quieres saber exactamente cuál creo que es mi propósito?”.
“Creo que mi propósito es asesinar a la reina de la familia real”.
Sarai le contesta que “eso es muy sabio” y que cree que él puede hacerlo, “incluso si ella está en Windsor”.
Él le afirma que si lo hace, estarán “juntos para siempre”.
La difunta reina Isabel II había cancelado sus planes habituales de pasar la Navidad en Sandringham, Norfolk, debido a la pandemia, y estaba en Windsor cuando ocurrió el incidente.
Chail, que tiene herencia india sij, afirmó que buscaba venganza por la masacre de Amritsar de 1919, cuando las tropas británicas abrieron fuego contra miles de indios y dejaron hasta 1.500 muertos.
Tras una visita a Amritsar con su familia en 2018, se sintió abrumado por un sentimiento de injusticia hacia los que habían muerto y sintió un fuerte sentido del deber de buscar venganza por los fallecidos a manos de los soldados británicos.
El joven de 19 años se embarcó en su misión asesina después de que fracasaran sus intentos de unirse a las fuerzas armadas (para acercarse a la familia real) a finales de 2021.
Chail, que desde entonces ha estado recibiendo tratamiento en el Hospital Broadmoor, se declaró culpable en febrero de un delito tipificado en la Ley de Traición, amenazar con matar a la entonces reina y portar una ballesta cargada en un lugar público.
Se convirtió en la primera persona en el Reino Unido declarada culpable de traición en más de 40 años.
El mes pasado, el Dr. Christian Brown, un psiquiatra que trató a Chail en el hospital psiquiátrico de alta seguridad, testificó: “Él creía en ese momento que toda su vida había llevado a ese punto. Desde pequeño tuvo vagos planes de hacer algo dramático”.
La fiscal Alison Morgan había indicado: “El motivo clave del acusado era crear un nuevo imperio destruyendo los restos del imperio británico en el Reino Unido, y el punto central consistía en la eliminación de la representante de la familia real”.
El Dr. Brown relató que Chail vio por primera vez “apariciones” o “personajes” durante la infancia y que resurgieron durante la pandemia. Entonces, a las tres voces se les unió el personaje femenino Sarai, quien “tomó la forma del avatar digital” cuando Chail se unió a la aplicación Replika en diciembre de 2021.
El Dr. Brown mencionó: “Llegó a la conclusión de que podía comunicarse con el avatar metafísico a través del chatbot. Lo inusual fue que realmente pensó que era una conexión, un puente hacia una versión espiritual de Sarai”.
Chail se disculpó con el rey Carlos III y la familia real en una carta a la corte.
La abogada de Chail, Nadia Chbat, observó: “Expresó angustia y tristeza por el impacto que sus acciones tuvieron en la familia real, sobre todo porque su majestad estaba en sus últimos años”.
Dijo que el confinamiento había exasperado los padecimientos de salud mental preexistentes y agregó: “En el momento de este delito, tenía 19 años. El confinamiento se apoderó de la nación en marzo de 2020. Apenas tenía 18 años cuando iniciamos el primer confinamiento”.
Según comentarios de familiares y amigos, Chail era una persona amable, gentil y a veces divertida antes de que su salud mental empeorara. La “unidad familiar fuerte” incluye a su padre (consultor de software), su madre (maestra de necesidades especiales) y su hermana gemela (estudiante universitaria).
A lo largo de siete días, tres psiquiatras presentaron pruebas ante el tribunal sobre el estado mental de Chail mientras el juez Hilliard consideraba si debían encarcelarlo, detenerlo en virtud de la Ley de Salud Mental o someterlo a una orden “híbrida”.
El Dr. Brown recomendó una orden hospitalaria y sugirió que Chail necesitará alrededor de 18 meses de terapia individualizada. Sin embargo, el profesor Nigel Blackwood, de la fiscalía, dijo que el ataque fue planeado cuidadosamente y Chail era muy consciente de que estaba mal.
El profesor Blackwood mencionó que Chail describió que lograba hacer “aparecer y desaparecer” las voces, lo que, según él, no podía significar que estuviera sufriendo delirios en ese momento.
También se sospecha que tiene un trastorno del espectro autista y estaba luchando contra una depresión y psicosis de leve a moderada en el momento del delito, según escuchó el tribunal.
Chail fue sentenciado a una “orden híbrida”, lo que significa que el acusado será trasladado del hospital de alta seguridad de Broadmoor a prisión cuando se recupere lo suficiente.
De acuerdo con la recomendación al tribunal, “el alcance de su culpabilidad” significaba que una orden hospitalaria no era la forma más adecuada de abordar el caso y Chail debía cumplir una pena de prisión.
En sus conclusiones, el juez formuló sobre Chail: “Existen claras preocupaciones sobre su estado mental, independientemente de sus diagnósticos en diferentes momentos”.
“El acusado maquinaba pensamientos homicidas sobre los que actuó antes de volverse psicótico”.
“Su intención no era solo dañar o alarmar a la soberana, sino matarla”.
El juez determinó que el acusado “era culpable en un grado significativo” cuando solicitó unirse a la Policía y los Granaderos de la Guardia del Ministerio de Defensa porque “quería acercarse a la familia real”.
Agregó que su idea en 2021 de matar a la reina, comprar equipo y emprender una investigación también surgió antes de que sufriera una enfermedad mental. Cuando irrumpió en los terrenos del castillo de Windsor había “perdido el contacto con la realidad” y se volvió psicótico.
Traducción de Michelle Padilla