Inglaterra: asesino admite haber matado a su pareja, a sus tres hijos y violado a una niña que agonizaba
Damien Bendall admitió haber asesinado a Terri Harris y sus hijos Lacey y John Bennett, así como a la amiga de Lacey, Connie Gent
Un cuádruple asesino admitió haber asesinado a su pareja embarazada, los dos hijos de ella y una de sus amigas durante una pijamada en la que también violó a una de las niñas moribundas.
Damien Bendall se declaró culpable del asesinato de Terri Harris y sus hijos, Lacey Bennett, de 11 años, y John Paul Bennett, de 13 años, así como la amiga de 11 años de Lacey, Connie Gent, el año pasado.
Un tribunal escuchó cómo el hombre de 32 años violó a Lacey mientras ella agonizaba a causa de las heridas en la cabeza que él le infligió con un martillo en la casa de Killamarsh, cerca de Sheffield.
El fiscal Louis Mably K.C. dijo que llevó a cabo “ataques brutales, despiadados y crueles contra una mujer indefensa” y niños en la propiedad donde vivía con la familia, y donde Connie se estaba quedando a dormir en ese momento.
Le dijo al tribunal que “ninguna de las víctimas tuvo ninguna oportunidad” durante el ataque en la casa en Chandos Crescent en septiembre del año pasado.
“Parece que cada víctima fue atacada en una habitación diferente y parece que recorrió la casa buscándolos, atacándolos a cada uno por turno, para matarlos”, dijo el fiscal.
El tribunal escuchó que Bendall mató a las víctimas y dejó sus cuerpos en la casa para poder intercambiar un Xbox por drogas y luego comprar tabaco.
Llamó al 999 para informar que había matado a cuatro personas el 19 de septiembre y también se lo dijo a los oficiales que llegaron a su casa.
Bendall se había declarado culpable de homicidio involuntario, pero cambió su declaración para admitir el asesinato y la violación de una niña menor de 13 años, durante una audiencia en el Tribunal de Derby Crown el miércoles.
Su abogado dijo que Bendall quería recibir una sentencia de cadena perpetua “por quitarle la vida a esos cuatro jóvenes y en circunstancias tan terribles”.
El tribunal escuchó cómo los mensajes de texto pintaban la imagen de una relación “poco armoniosa y en deterioro” entre Harris y Bendall que condujo a los asesinatos. Esto quizás estuvo relacionado con el consumo de drogas de Bendall y los “patrones de comportamiento” de mostrar interés en otras mujeres, dijo la fiscalía.
Mably describió lo que sucedió el fin de semana en que Harris y los tres niños murieron. Dijo que Connie fue a la casa de su amiga Lacey para una pijamada el viernes, antes de pedirle permiso a su madre para quedarse una segunda noche.
Los niños pasaron el sábado, el día del ataque, vendiendo dulces fuera de la casa para recaudar dinero para la investigación del cáncer. Los ataques ocurrieron justo antes o después de que los niños se acostaran esa noche.
Después de matar a la madre y a los tres niños, Bendall fue a Sheffield a intercambiar un Xbox por drogas en la madrugada del domingo, dijo el fiscal.
La corte escuchó una conversación con el taxista, quien le preguntó cómo había estado su noche. La fiscalía dijo que Bendall respondió: “Sí, no estuvo tan mal. Un poco loca”. Cuando se le preguntó qué había estado haciendo, la fiscalía dijo que respondió: “En realidad, pasando el rato con la familia nada más”.
Bendall regresó a Chandos Crescent del intercambio de Xbox poco después de las 6 am del domingo y llamó a su madre.
Más tarde, su madre llamó a la policía para decirles que su hijo había sufrido una herida autoinfligida, se escuchó.
Bendall también llamó por separado al 999, y la grabación se reprodujo en el tribunal. “Solo necesito denunciar un crimen… maté a cuatro personas”, dijo, antes de decirle al operador de la llamada que la policía acababa de llegar.
Se podía ver a Bendall mostrando a los agentes sus heridas en el pecho en imágenes que se exhibieron en el tribunal. Luego le dijo a un agente: “Asesiné a cuatro personas”.
Cuando se le preguntó por qué mató a cuatro personas, el tribunal escuchó que Bendall le dijo a la policía: “No lo sé. Me quedé en blanco. Era como si estuviera fuera de mi cuerpo, pero mirando hacia adentro”.
La fiscalía leyó una declaración de Jason Bennett, el padre de Lacey y John. “El asesinato de mis dos hijos destruyó y me quitó la vida. La vida ahora parece inútil… Mirar hacia el futuro es difícil y doloroso”, decía.
“No los veré crecer. No tendré la oportunidad de ser abuelo. Estoy enojado porque les arrebataron su vida, su futuro”, su declaración decía, y agregó: “Además de arrebatar cuatro vidas, también me quitó la mía”.
También se leyó ante el tribunal la declaración de impacto de Ángela Smith, la madre de Harris. “Bendall me quitó todo… Ojalá me hubiera quitado la vida y no la de ellos”, decía.
El abogado defensor de Bendall le dijo al tribunal: “A pesar de sus declaraciones de culpabilidad y cualquier argumento que pueda presentar en contra de una sentencia de cadena perpetua, las instrucciones del acusado son claras en el sentido de que lo único que se merece es una sentencia de cadena perpetua completa por arrebatar como hizo esas cuatro jóvenes vidas y en circunstancias tan horribles”.
Señaló que las acciones de Bendall seguían siendo “inexplicables” y “sin motivo” y el acusado sintió “auténtico remordimiento”.
“El acusado espera saber que cumplirá cadena perpetua tras las rejas por el resto de su vida y que todos los días tiene que confrontar y vivir con los demonios de sus acciones, espera que esto ofrezca algo de justicia a estas familias”, agregó.
Bendall, de Chandos Crescent en Killamarsh, será sentenciado más tarde el miércoles.
Traducción de Michelle Padilla