Rechazan por tercera vez libertad bajo fianza a Sean “Diddy” Combs antes de su juicio por tráfico sexual
El magnate de la música, de 55 años, compareció el viernes ante un tribunal federal de Nueva York, donde sus abogados intentaron conseguir su libertad con una fianza de 50 millones de dólares
Por tercera vez, se rechazó la solicitud de libertad bajo fianza de Sean “Diddy” Combs, a la espera del juicio por cargos de tráfico sexual y asociación ilícita.
El magnate de la música, de 55 años, compareció el viernes ante un tribunal federal de Nueva York, donde sus abogados intentaron conseguir su libertad con una fianza de 50 millones de dólares y su traslado de una celda de la cárcel a un apartamento de lujo en el Upper East Side de Manhattan. Argumentaron que se le impondrían restricciones “significativas” mientras se preparaba para su juicio, previsto para el 5 de mayo.
Sin embargo, en una sentencia dictada durante la tarde del miércoles, el juez Arun Subramanian rechazó la solicitud y respaldó los argumentos del fiscal de que Combs había mostrado propensión a la violencia y no se podía “confiar” en que obedeciera las normas si quedaba en libertad.
“El tribunal considera que el Gobierno ha demostrado mediante pruebas claras y convincentes que ninguna condición o combinación de condiciones garantizará de manera razonable la seguridad de la comunidad”, afirmaba la presentación y agregó que el Gobierno había aportado pruebas que indicaban “un grave riesgo de manipulación de testigos”.
En la audiencia de la semana pasada, la fiscal adjunta Christine Slavik afirmó que los esfuerzos de Combs por ponerse en contacto con los testigos desde la cárcel, a menudo a través de sus familiares, demostraban que “no puede seguir las normas ni lo hará”, ni siquiera cuando las establecen sus abogados.
“Simple y llanamente, no se puede confiar en el acusado”, manifestó.
Slavik también acusó a los abogados del magnate de “permitir que se saltara las normas” y afirmó que mostraban “incapacidad para controlar a su cliente”.
En su sentencia, el juez Subramanian confirmó que había pruebas que respaldaban las afirmaciones de los fiscales de que Combs había infringido las normas de la Oficina de Prisiones (BOP) durante su detención preventiva, al haber pagado a otros reclusos para que utilizaran sus códigos de acceso telefónico para hacer llamadas a personas que no figuraban en su lista de contactos aprobados.
“El tribunal no determina que el contenido de las comunicaciones de Combs a través de estos canales fuera inapropiado”, señala la sentencia.
“Sin embargo, su voluntad de eludir las normas del BOP de una manera que complicaría el monitoreo de sus comunicaciones es una fuerte evidencia de que no se puede garantizar al tribunal de ‘manera razonable’ la suficiencia de cualquier condición de liberación, sobre todo teniendo en cuenta que se produjeron cuando Combs estaba solicitando la libertad bajo fianza, y cuando sabía que las preocupaciones principales del Gobierno eran relativas a la manipulación de testigos y la obstrucción”.
Dos jueces ya habían concluido que Combs es un peligro para la comunidad y un riesgo de fuga.
La semana pasada, la defensa del magnate argumentó que, de ser puesto en libertad bajo fianza, Combs viviría en condiciones “significativamente más restrictivas” que las actuales en el Centro de Detención Metropolitano (MDC) de Brooklyn, donde está recluido.
Según sus abogados, un equipo de seguridad “totalmente independiente” vigilaría a Combs las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y solo se permitiría el contacto con su abogado y algunos familiares.
El juez Subramanian también rechazó estas reclamaciones, señalando que, debido a la naturaleza del caso y la información presentada por el Gobierno, el tribunal duda de que sea suficiente confiar en Combs y en su equipo de seguridad privada para cumplir con las condiciones establecidas.
Combs, fundador de Bad Boy Records, se ha declarado inocente de los cargos de haber coaccionado y abusado de mujeres durante años con la ayuda de una red de asociados y empleados, al tiempo que silenciaba a las víctimas mediante chantaje y violencia, incluidos secuestros, incendios provocados y palizas físicas.
En septiembre, fue detenido por tráfico sexual y asociación ilícita. Los fiscales federales argumentan que Combs y sus socios amenazaron, abusaron y coaccionaron a mujeres y a otras personas de su entorno “para satisfacer” los “deseos sexuales” del productor, lo que supuestamente incluyó obligar a las víctimas a participar en actividades sexuales grabadas a las que él se refería como “freak offs” (es decir, sesiones de sexo salvajes).
El 25 de marzo, agentes federales del Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. allanaron dos viviendas del rapero en Los Ángeles y Miami en el marco de una investigación sobre las acusaciones presentadas contra él.
Traducción de Michelle Padilla