Alejandra Orozco quiere pasar de voluntaria a medallista de oro en los Panamericanos
Oficialmente, Alejandra Orozco intervendrá en sus terceros Juegos Panamericanos en Santiago, pero la clavadista mexicana lleva cuatro en su cuenta personal.
Tras finalizar en el tercer lugar en la clasificatoria de plataforma de 10 metros, la doble medallista olímpica se dio tiempo para recordar cuando trabajó como voluntaria en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.
“Valoro mucho el camino que ha pasado para llegar aquí, desde que fui voluntaria y cuando viví los Juegos desde el otro lado de la alberca”, dijo Orozco a The Associated Press luego de terminar detrás de avanzar a la final de la prueba. “Recuerdo que esa experiencia me motivó para soñar con estar aquí y lo conseguí”.
Orozco, de 26 años, es originaria de Guadalajara, la ciudad en el occidente mexicano que fue sede de la justa continental hace 12 años. En esa competencia, el equipo de clavados de México terminó arriba del medallero de esa disciplina, algo que se ha vuelto recurrente desde entonces.
Paola Espinosa, la clavadista más laureada en la historia de México, conquistó tres medallas de oro y un año más tarde, en Londres 2012, Orozco hizo pareja con su ídolo y juntas ganaron una medalla de plata en sincronizados de 10 metros.
“El verlo desde el otro lado de la alberca, el ver como se llevaban los oros en mi ciudad, en mi casa fue algo que me motivó mucho, ahora vivo las cosas de otra manera con resultados deportivos que son propios, pero esa experiencia tuvo un sabor especial en mi vida”, reflexionó.
Orozco consiguió el logro en Londres 2012 cuando tenía 15 años y se convirtió en la medallista mexicana más joven en la historia, pero después quedó sexta en Río 2016 junto a Espinosa y se regresó al podio en Tokio 2020 ya compitiendo junto con Gabriela Agúndez, donde ganaron una medalla de bronce.
“Ha pasado de todo, han sido muchos años, empecé muy chica y he aprendido en el camino, con altas y bajas”, dijo Orozco.
Aunque tiene apenas 26 años, Orozco ahora se ha convertido ya en el rostro de los clavados en México. Los organizadores de los Juegos Panamericanos la eligieron como una de las deportistas insignia para la justa continental.
“Me siento contenta con el trabajo hecho, han sido muchos años y ahora cada que me paro en la plataforma estoy valorando el poder estar ahí”, añadió. “He tenido grandes competencias, pero también otras donde me fue muy mal, la cuestión es siempre levantarse”.
A Orozoco su experiencia en tres Juegos Olímpicos y en tres Panamericanos la han transformado en una mentora de las nuevas competidoras mexicanas que como ella, sueñan triunfas en los clavados.
“A mí me dieron algunas herramientas, en el camino me hice de las mías y ahora me corresponde compartirlas, de eso se trata el deporte que en México es generacional”, dijo Orozco. “Hay que apoyarnos e impulsarnos entre nosotros”.
El sábado, Orozco regresará a la fosa del Centro Acuático del Estadio Nacional para tratar de conquistar su primera medalla de oro en unos Juegos Panamericanos y lo hará con la madurez que le dan sus cuatro Juegos Panamericanos, aunque uno de ellos no cuente en los registros.