Colorida y ruidosa fiesta de argentinos y colombianos en antesala de final de Copa América
Desafiaron el sol abrasador y la alerta de calor intenso.
Al compás de ruidosos tambores y aroma a carne asada, miles de argentinos y colombianos celebraban el domingo en una colorida fiesta tras haber llegado a la final de la Copa América, con la esperanza de llevarse la presea y ver un apasionante partido entre los dos mejores combinados del continente.
Sentados en los baúles de sus automóviles o bajo carpas que los protegían al menos en parte del intenso calor, los fanáticos comenzaron a congregarse en el estacionamiento del Hard Rock Stadium varias horas antes del encuentro que ponía fin al torneo continenal que arrancó el 20 de junio en Atlanta.
“Me gasté la vida para ver la final”, dijo Francisco Pontoriero, un argentino de 38 años oriundo de la provincia de San Juan que viajó desde su casa en Puerto Rico para presenciar el encuentro. “Espero soñar, llorar y disfrutar el último partido de (Angel) Di María, despedirlo como se merece”, dijo mientras saboreaba una hamburguesa que había asado en una parrilla que compró con un grupo de amigos que viajaron desde Argentina para seguir la copa.
Pontoriero, que nunca antes presenció una final de un torneo de fútbol internacional, dijo que gastó unos 2.500 dólares entre el viaje y la entrada.
Los pasillos que separaban una y otra fila de autos estacionados estaban repletos de puestos de venta bebidas, sandwiches de hamburguesas y chorizos asados, banderas y camisetas albicelestes y de los colores amarillo, azul y rojo de Colombia.
Ruidosos tambores acompañaban los cánticos "vamos campeón, vamos campeón" de argentinos que levantaban inmensas banderas con los rostros de sus astros Lionel Messi y Diego Maradona.
Muy cerca de Pontoriero, el colombiano Daniel Carranza disfrutaba de una cerveza junto a dos amigos que llegaron desde Bogotá para ver la final. Los tres viajaron unos 400 kilómetros (250 millas) desde Orlando, donde vive Carranza, el domingo en la mañana y planeaban regresar el lunes.
“Espero mucha paz, mucho amor, juego con balón y buen fútbol”, expresó Carranza, de 27 años. El colombiano viajó también a Carolina del Norte a ver el juego en el que Colombia derrotó a Uruguay en las semifinales.
Al final de ese partido un grupo de jugadores uruguayos mantuvo una gresca con aficionados de colombia, alegando que estaban defendiendo a familiares. La CONMEBOL, organizadora del torneo, dijo que está investigando lo sucedido. El sábado, jugadores de ambos equipos y el técnico argentino Lionel Scaloni pidieron más medidas de seguridad en la final, y a los fanáticos que hagan del juego una fiesta.
El colombiano Alex Peña vive en Miami y llegó al estadio siete horas antes del inicio del partido, junto a su esposa, dos hijos y un grupo de amigos.
“Para nosotros es una fiesta haber llegado a la final”, dijo parado debajo de una carpa que habían armado para protegerse del calor de 34 grados centígrados (94 F) que se sentía como más de 35 C (96 F) por la humedad de más del 63%. “Nos sentimos orgullosos de nuestra selección, y queremos que Colombia demuestre el buen momento que está pasando y gane”.
En Estados Unidos viven cerca de 1,4 millón de colombianos y la mayoría de ellos — alrededor de un millón — está en la Florida (casi 250.000 en el sur del estado). Los argentinos, por su parte, ascienden a cerca de 300.000 en todo el país y poco más de 100.000 están en Miami.
Las hinchadas de ambos seleccionados han llenado los estadios para cada uno de los partidos en que han jugado sus compatriotas. Se esperaba para el domingo al menos 65.000 personas en el estadio de Miami, una de las ciudades más latinas de Estados Unidos.
Colombia llega con un invicto de 28 partidos y Argentina va en busca de su cuarto título consecutivo, después de haber conseguido la Copa América de 2021, la Finalissima 2022 y el Mundial de Qatar.
En el entretiempo la estrella colombiana Shakira ofrecía un espectáculo musical.