Commanders no podrán disponer del terreno del estadio RFK como opción para un nuevo estadio
Los Commanders de Washington no podrán disponer del terreno de su antiguo estadio RFK como alternativa para la construcción de una nueva casa.
Una disposición para transferir el terreno donde se encuentra el antiguo estadio RFK del gobierno federal al Distrito de Columbia ya no está incluida en el proyecto de ley de gastos, ajustado a la baja y de corto plazo, que los legisladores buscaban aprobar a toda prisa antes del cierre de actividades del gobierno actual.
La eliminación de esa parte de la iniciativa de ley, el jueves, representó un revés para los Commanders de la NFL, quienes esperaban disponer de ese terreno como una opción para construir un nuevo estadio.
El dueño mayoritario del equipo, Josh Harris, y el comisionado de la NFL, Roger Goodell, hicieron gestiones en el Capitolio a favor de su inclusión a principios de este mes.
El proyecto revisado de ley surgió después de que el presidente electo Donald Trump, y el multimillonario Elon Musk criticaron y rechazaron el paquete inicial, el cual contemplaba que el terreno del estadio RFK permaneciera bajo el control del Distrito por 99 años.
Un portavoz de los Commanders no hizo comentarios cuando fue contactado vía correo electrónico. Tampoco obtuvieron respuesta inmediata los mensajes dejados en las oficinas de la NFL, en la oficina de la alcaldesa de D.C., Muriel Bowser y del representante republicano James Comer., quien inicialmente presentó la legislación.
Los Commanders están considerando lugares en el Distrito de Columbia, Maryland y Virginia para construir un estadio en los próximos años. Su arrendamiento en el estadio Northwest en Landover, Maryland, termina hasta 2027, y Harris mencionó que 2030 es un “objetivo razonable” para un inmueble nuevo.
El equipo jugó en el estadio RFK, a 3.22 kilómetros (2 millas) al este del Capitolio, desde 1961 hasta 1996 antes de mudarse a Maryland. Harris y varios copropietarios, incluidos Mitch Rales y Mark Ein, crecieron como aficionados al fútbol americano de Washington durante esa época, que incluyó los días de gloria con tres campeonatos del Super Bowl de 1982 a 1991.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.