Con la temporada de Wembanyama descarrilada, los Spurs y el mundo se preguntan: ¿qué sigue?

El periódico deportivo francés L’Equipe publicó una foto de Victor Wembanyama que abarcaba toda la primera plana del viernes. El astro de San Antonio miraba hacia abajo con las manos en las caderas.

“Coup D’Arret” era el titular en letras grandes y blancas. La frase en este caso significa “golpe de nocaut”.

Por ahora, sí, la temporada de Wembanyama se ha desplomado. La trombosis venosa profunda en el hombro derecho es el diagnóstico, lo que significa que tiene un coágulo de sangre.

Los Spurs, en consulta con su equipo médico, determinaron rápidamente que Wembanyama no volverá a jugar esta temporada. Ésa es la mala noticia.

La buena es que esos mismos médicos han dicho a los Spurs que el problema difícilmente amenazaría la carrera del astro francés.

“Sé que a Victor le encanta jugar,” dijo el entrenador interino de los Spurs, Mitch Johnson. “Vieron cómo compitió durante el fin de semana del Juego de Estrellas. Y quiere estar con sus compañeros de equipo. Lo sé. Querría terminar esto.”

Todo lo que han dicho los Spurs, en términos de detalles sobre la salud de Wembanyama, es que el diagnóstico fue la trombosis venosa profunda y que tienen la esperanza de una recuperación completa. Pero la ubicación del coágulo —el torso de Wembanyama— podría ser un buen motivo de optimismo.

Hay un tipo de trombosis que aparece cuando un vaso sanguíneo en la parte superior del brazo de alguien puede ser comprimido por una costilla (la costilla superior se quita en algunos casos para aliviar la compresión, si esa es la causa) o un músculo.

Los Spurs no han dicho si ése es el tipo de problema con el que Wembanyama está lidiando actualmente, pero si ése es el caso, entonces se validaría la creencia de que podría estar listo para jugar nuevamente en unos meses.

Los médicos determinarán, si es que no lo han hecho ya, cómo se formó el coágulo y por qué está en su hombro. Lo más importante es que esclarecerán si el coágulo no fue provocado (lo que sería malo) o sí (lo que sería bueno y probablemente descartaría un problema genético).

“Uno sólo desea que esté sano, punto,” dijo el escolta de los Spurs, De’Aaron Fox, a TNT, en la entrevista sobre la cancha, después de que San Antonio —en su primer encuentro desde el diagnóstico— venció el jueves a Phoenix. “No importa si puede jugar al baloncesto o no, sólo quiero que esté sano.”

El viernes, los Spurs cayeron 125-110 ante los Pistons de Detroit.

Ha sido una temporada con problemas de salud en los Spurs. Han afectado probablemente a las dos personas más importantes de la organización.

Gregg Popovich, el líder histórico en victorias de la NBA y el entrenador en activo con más tiempo en el cargo, sufrió un derrame cerebral a principios de noviembre. Está mejorando pero no ha dirigido desde entonces, razón por la cual Johnson ha asumido el rol interino.

Y ahora, Wembanyama también está fuera de combate.

El pívot francés de 2,21 metros promediaba 24,3 puntos, 11 rebotes, 3,8 bloqueos y 3,7 asistencias esta temporada, bien encaminado para probablemente ganar el premio al Jugador Defensivo del Año y quizás obtener también una nominación al equipo ideal All-NBA.

Chris Paul llegó a San Antonio el verano pasado para jugar bajo las órdenes de Popovich y compartir cancha con Wembanyama. Fox fue adquirido en un canje a principios de este mes para que pudiera unirse a Wembanyama.

Obviamente, las cosas no han salido como se planeó y San Antonio enfrentará dificultades en las últimas siete semanas de la temporada tan sólo para entrar en el minitorneo de repechaje en la competida Conferencia Oeste.

“Estoy pensando en Vic,” dijo el alero estelar de Phoenix, Kevin Durant. “Estoy seguro de que todo el mundo del baloncesto está pensando en él en este momento. Alguien como él, que tiene una mentalidad fuerte, una férrea voluntad para salir y recuperarse y mejorar... Ni siquiera conozco bien a Vic, pero puedo decir que eso es lo que él es. Ésa es su esencia. Y estoy ansioso por verlo de vuelta en la cancha.”

Muchos deportistas han lidiado con problemas de coagulación antes, y ciertamente no todos los casos son iguales.

Serena Williams regresó para dominar el tenis femenino después de un problema de coagulación tras el nacimiento de su hija. Williams necesitó cuatro cirugías para abordar el asunto.

Chris Bosh tuvo que retirarse del baloncesto después de que se le diagnosticaron coágulos. En el hockey, Tomas Fleischmann desarrolló coágulos y continuó jugando durante años; Tomas Vokoun necesitó cirugía para aliviar su problema y nunca volvió a jugar en la NHL.

La fecha más temprana en la que Wembanyama podría jugar un partido real nuevamente es en agosto, y eso si decide unirse a la selección de Francia para el Eurobasket —uno de los torneos más grandes del mundo.

Wembanyama habló mucho el verano pasado, durante los Juegos Olímpicos de París, sobre cuánto significa para él vestir el uniforme de su país, por lo que parece lógico que al menos considere seriamente participar si los médicos le dan el visto bueno.

Boris Diaw, quien pasó tiempo jugando para San Antonio y todavía es querido por la organización, dirige ahora la federación de baloncesto de Francia. No está especulando sobre el Eurobasket, y dice que esas preguntas son para los próximos meses.

“Este no es de ninguna manera el momento para proyectarnos sobre este tipo de preguntas,” dijo Diaw a los reporteros franceses, según L’Equipe. “Espero especialmente que (Wembanyama) esté bien. Nunca es fácil estar lesionado durante mucho tiempo, perder muchos partidos. Supongo que es difícil para él, sé cuánto ama jugar. Estar alejado de las canchas durante tanto tiempo... Puedo creer que será complicado para él.”

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.