Copa Mundial de Rugby 2023: ¿qué le depara a la selección de Fiyi después de su increíble desempeño?
El equipo de Simon Raiwalui estuvo cerca de llegar a su primera semifinal en un Mundial.
Fiyi hace las cosas de otra manera, y eso es evidente hoy más que nunca. No habían transcurrido más de 90 minutos desde que confirmaron su derrota ante Inglaterra cuando el sonido vibrante de la isla del Pacífico y el retumbar de los pies invadieron cada rincón del Stade Velodrome. Simon Raiwalui y su equipo derrotado se despidieron de la Copa Mundial de Rugby con un altoparlante en alto y la cabeza erguida.
La decepción estuvo presente, por supuesto, especialmente en el rostro del capitán, Waisea Nayacalevu, quien se mostró frustrado no solo por las oportunidades que se perdieron en los partidos contra Inglaterra y a lo largo del torneo, sino también por lo que percibía como un trato injusto por parte de los oficiales. El entrenador Raiwalui, sin embargo, desbordaba de orgullo.
"Estamos felices", afirmó Raiwalui. "Celebramos juntos y sufrimos juntos. Estos chicos han trabajado duro durante 15 semanas, y vamos a celebrarlo. Aunque estamos dolidos por el resultado, no podría estar más orgulloso de este grupo por todo lo que han invertido [en el proceso]. Han sentado las bases para la próxima generación de jugadores de rugby de Fiyi".
"Nos duele en este momento y esa sensación persistirá por un tiempo, ya que es algo que habíamos construido y pensamos que podríamos llegar más lejos. La fe en el equipo siempre ha estado ahí. Estoy rebosante de orgullo".
La alusión de Raiwalui es fundamental, puesto quepués de años de problemas dirigenciales y promesas sin cumplir, finalmente, parece haber cimientos sólidos. Si bien pocos de los jugadores titulares en el partido de cuartos de final del domingo pertenecen a los Fijian Drua, el impacto de la franquicia Super Rugby del Pacífico fue notable desde el banco de suplentes: el medio scrum Simione Kuruvoli y el delantero de segunda línea Meli Derenalagi, quien podría ser el sucesor de Nayacalevu como capitán, si el centro no regresa a futuros Mundiales, fueron algunos de los jugadores que se robaron la atención de las cámaras.
El proyecto de los Fijian Drua es relativamente nuevo, ya que solo han transcurrido un par de años desde que fueron incluidos en la principal competición de clubes del hemisferio sur. Sin embargo, esto ya está dando frutos: la cohesión y las competencias adicionales están impulsando a Fiyi hacia adelante. Además, cuenta con las personas adecuadas para desarrollarlo: no solo Raiwalui, quien anteriormente fue el director general de alto rendimiento, sino también Mark Evans, exdirector ejecutivo de los Harlequins, que está involucrado con los Fijian Drua fuera del campo. La elección del próximo entrenador, dado que Raiwalui confirmó que no continuará después de fin de año, es de vital importancia.
Con la incorporación de los Fijian Drua a la competencia Super Rugby, se anticipa un ascenso a la máxima categoría internacional. Es probable que Fiyi obtenga la entrada inmediata a la máxima categoría de la nueva Liga Mundial, compuesta por 12 equipos, lo que garantizará que su crecimiento pueda continuar a través de encuentros anuales constantes. Contar con un gran equipo Drua en el país para fundar las bases de la selección nacional debería facilitar la transición a las competiciones internacionales.
Aunque esta Copa Mundial puede haber sido la última para estrellas como Levani Botia y Nayacalevu, seguramente, surgirán nuevas figuras. El ala de 20 años, Motikai Murray, brilla en la línea de fondo, mientras que los talentosos corredores Joseva Talacolo y Emosi Tuqiri son figuras que habrá que seguir de cerca.
El futuro del circuito de Rugby Siete es incierto, pero sigue siendo un campo de pruebas fundamental para Fiyi, que aspira a obtener su tercera medalla de oro consecutiva en este formato en los Juegos Olímpicos de París el próximo verano.
A menudo, se tiende a generalizar las experiencias de Fiyi, Samoa y Tonga, tres naciones muy distintas unidas por su relativa proximidad en el sur del Pacífico. La población de Fiyi en la isla es tres veces mayor que la de Samoa y Tonga juntas, por lo que dependen menos de la diáspora para aportar jugadores. Ofrecer oportunidades para que las tres naciones prosperen en lugar de simplemente sobrevivir es fundamental, y se requerirán distintos enfoques para lograrlo.
Sin embargo, parece que se ha trazado un plan positivo que le permitirá a Fiyi desarrollar todo su potencial. "Hemos recorrido un largo camino en esta Copa Mundial", afirmó Derenalagi. "Aunque estamos dolidos y no hemos obtenido el resultado que queríamos para el partido de hoy, como una hermandad, hemos construido un vínculo especial en el equipo”.
"Esto es lo que significa la familia para nosotros, incluso cuando estamos lejos de nuestros seres queridos. Como equipo, hemos intentado construir una familia y una hermandad, y eso es evidente en nuestras celebraciones, incluso después de la derrota”.
"Llegamos a los cuartos de final en 2007, y después de 16 años, lo hemos vuelto a lograr. Nos aseguraremos de llegar aún más lejos en la próxima Copa Mundial".
Traducción de Noelia Hubert