"Estamos listos" para Juegos Olímpicos, afirma la policía francesa tras ataque cerca de Torre Eiffel
El estándar ya era elevado, pero el desafío de seguridad de cara a los Juegos Olímpicos de París aumentó el fin de semana cuando se llevó a cabo un ataque con cuchillo que cobró la vida de un turista cerca de la Torre Eiffel. Sin embargo el atentado a manos de un supuesto radical islámico, un enemigo hasta cierto punto invisible, no hizo mella en la confianza de las fuerzas del orden.
El ataque no tardó en generar preocupación en Francia y el extranjero sobre la seguridad para la justa olímpica que inicia el 26 de julio, en poco más de siete meses. Pero las autoridades policiales parecen ansiosas por dejar de lado el factor del miedo y mostrarle al mundo que París está preparado en cuestiones de seguridad.
“Estamos tratando de hacer que el riesgo invisible se vuelva visible”, dijo Bernard Bobrowska, inspector general de la policía local de la capital francesa. “Estamos listos”.
La policía eludió preguntas de un equipo de Associated Press sobre posibles ataques terroristas luego de llevar a cabo un patrullaje en la Torre Eiffel el jueves, insistiendo en que todos los sistemas estarán listos para la justa olímpica. Pero el ministro del Interior Gerald Darmanin dijo después del atentado que alrededor de una tercera parte de los supuestos radicales a los que se vigila padecen de problemas mentales, como el agresor, quien se había sometido a un tratamiento psiquiátrico.
Cientos de agentes ya patrullan día y noche las inmediaciones de la Torre Eiffel, la cual se encuentra a unos pasos del río Sena, donde se llevará a cabo la ceremonia de inauguración de los Juegos. Esa zona de alta seguridad incluye el sector aledaño, en donde un turista alemán-filipino fue asesinado la noche del sábado. El sospechoso, Arnaud Rajabpour-Miyandoab, de 26 años, fue sometido con dos disparos de un arma aturdidora después de lesionar a otras dos personas con un martillo.
El ex director general de la policía nacional, Frederic Pechenard, expresó su preocupación en torno a la seguridad olímpica después del atentado, haciendo un llamado para “un eventual Plan B”, el cual fue rechazado rotundamente por la ministra del Deporte Amélie Oudéa-Castéra. Sin embargo, afirmó que podría haber “ajustes”.
Las preocupaciones en materia de seguridad van más allá de Francia. El gobierno de Holanda actualizó el viernes sus recomendaciones de seguridad. “En toda Francia, y en especial en París, estén al tanto de la posibilidad de nuevos ataques violentos”, advirtieron las autoridades.
La seguridad está al máximo con un plan de “cero delincuencia” en torno a las sedes olímpicas, las cuales incluyen la Torre Eiffel y el Sena, según las autoridades.
La delincuencia, que abarca desde vendedores ambulantes de baratijas hasta el crimen organizado y el terrorismo, ha disminuido un 30% en los últimos meses en el sector en torno a la Torre Eiffel, donde la policía ha realizado alrededor de 2.500 operativos en lo que va del año, dijo Bobrowska.
“Todos los riesgos, incluido el del terrorismo, han sido tomados en cuenta”, declaró. La policía de distrito, la antimotines, y agentes no uniformados patrullan el sector para crear una “combinación de policías de todo tipo en todo momento”, una presencia disuasiva lista para entrar en acción, puntualizó. Agentes de otras naciones europeas, que visitan la capital francesa con cierta regularidad, están previstos para reforzar la seguridad de los Juegos.
La gente “a menudo ve el vaso medio vacío”, pero la seguridad se encuentra en “una dinámica positiva” con el declive en la delincuencia, insistió Bobrowska.
Para las fuerzas policiales, aparentemente, no hay nada que sea demasiado chico, incluso un lote de pequeñas figuras de aluminio de la Torre Eiffel que se venden a los turistas. Los grupos del crimen organizado en ocasiones están detrás de la venta de esos artículos. La policía descubrió el año pasado 10 toneladas de baratijas en un almacén en Saint Denis, al norte d París en donde se localiza la villa olímpica. Quince personas fueron detenidas.
Cualquier persona que quiera aprovecharse de los turistas está en el radar de la policía, desde ofensores menores como los que ofrecen juegos de apuestas en las calles hasta ladrones profesionales. El año pasado, la policía desmanteló a un grupo delictivo con sede en Nápoles, Italia, que se especializaba en el robo de relojes de alta gama que pueden costar cientos de miles de dólares. Llegaban a París con motocicletas dentro de vagonetas. En ocasiones “venían por un solo reloj”, declaró Bobrowska.
Sin embargo, siguen ocurriendo delitos. Una turista mexicana supuestamente fue víctima de una violación en pandilla a mediados de año en Champs de Mars, al pie de la Torre Eiffel. En octubre, una turista británica supuestamente fue violada en el mismo lugar, reportó el periódico Le Parisien. Ese sospechoso fue detenido rápidamente.
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El periodista de Associated Press Mike Corder contribuyó a este despacho desde La Haya.