Heat inaugura cancha Pat Riley y el presidente del equipo se emociona durante el acto
Pat Riley se puso de pie frente a 20,000 personas el miércoles. Y todas parecían estar vitoreando mientras el Heat de Miami bautizaba oficialmente su cancha con su nombre.
Pero cuando llegó el momento de concluir su discurso y cerrar la celebración durante el medio tiempo sobre la “Cancha Pat Riley”, el miembro del Salón de la Fama del Baloncesto y presidente del equipo habló solo a una persona: su esposa, Chris.
“Todo terminará aquí algún día. Y esa marca aquí y esa marca allá, de eso se trata todo, cariño”, dijo Riley, señalando los dos lugares de la cancha que ahora llevan su firma y nombre. “Lo logramos. Lo logramos. Te amo. Gracias.”
Muchos exjugadores —entre ellos Dwyane Wade, Goran Dragic, Mike Miller y Jamal Mashburn— regresaron para la ceremonia, y muchos otros enviaron mensajes de agradecimiento a Riley. La decisión de que la cancha llevara su nombre no fue idea suya; el socio director general del Heat, Micky Arison, le informó sobre la decisión el 22 de septiembre, sorprendiéndolo completamente.
“Esto va más allá de lo que mi imaginación podría concebir como recompensa por el trabajo de toda una vida de un hombre”, dijo Riley. “Nos gustan los grandes sueños y Micky ha hecho realidad el mío. No era algo que quería o perseguía, pero lo aceptaré.”
Riley llegó a Miami en 1995 para convertirse en entrenador y presidente del equipo. Dejó de entrenar dos veces: la primera en 2003, y luego definitivamente en 2008, pero no sin antes llevar a Miami a su primer título en 2006.
Cuando dejó de entrenar por última vez, ascendió a Erik Spoelstra para que fuera su reemplazo. Spoelstra está entrando en su 17mo año en el cargo.
“Creo que es un momento realmente especial, no sólo para mí, sino para muchos de nosotros en el edificio”, dijo Spoelstra, quien, junto con el resto del cuerpo técnico llevaba zapatillas Nike Cortez el miércoles como homenaje a Riley, quien las prefería cuando entrenaba. “Los años pasan rápido; 30 años son como un abrir y cerrar de ojos. Nos ha llevado a todos en este viaje y estamos eternamente agradecidos por eso. Nos ha dado un plan a seguir que conduce a la victoria.”
La pieza de la cancha que Riley recibió como placa conmemorativa decía: “El 1 de septiembre de 1995, el futuro del Heat de Miami cambió para siempre”. Alonzo Mourning, ahora vicepresidente del Heat, fue el primer jugador de renombre que Riley trajo al sur de la Florida.
“Entrenador, hace 30 años me recibiste en esta franquicia con el corazón abierto y una visión única de organizar un desfile de campeonato por el Biscayne Boulevard”, dijo Mourning. “Y desde nuestra primera temporada aquí en Miami, no has hecho más que cumplir esa visión una y otra vez, con una mezcla de clase y competitividad que este deporrte nunca ha visto ni verá jamás.”
Riley señaló que había entrenado a 188 jugadores en su carrera con los Lakers de Los Ángeles, Nueva York y Miami —más de 100 de ellos solo en sus días con el Heat. Les agradeció a ellos, a su equipo, a otros ejecutivos, a su familia y a otros.
Pero fue su esposa, quien ayudó a organizar el evento del miércoles, la protagonista de sus comentarios una y otra vez. Riley incluso dio detalles de cómo se conocieron.
“Quiero hacerlo bien”, dijo Riley. “Fue una noche de verano en un mezanine abarrotado en San Diego y vi la perfección. La mujer más hermosa de todas, su vestido de verano floreado se balanceaba suavemente mientras caminaba hacia mí. Vi esos ojos avellana y mi corazón dio un salto... Fui hacia ella como Udonis Haslem iría por un balón suelto en esa cancha justo allí”.