Jugador de Hockey que murió a causa de fuegos artificiales estaba de fiesta en casa de su entrenador
La policía no cree que el individuo que disparó los fuegos artificiales estuviera ebrio en el momento del incidente
Un portero de hockey del equipo de la NHL Columbus Blue Jackets que murió por culpa de unos fuegos artificiales durante el fin de semana del 4 de julio mientras estaba celebrando en la casa de su entrenador cuando se produjo el trágico incidente.
Matiss Kivlenieks, de 24 años, murió mientras asistía a una fiesta en casa del entrenador de porteros del equipo, Manny Legace. Ese mismo día, la hija de Legace, Sabrina, se había casado en esa casa.
La página web de la boda de la joven pareja describió la fiesta como una “noche de relajación y juerga desinhibida”.
El jugador de la NHL estaba descansando en un jacuzzi cuando un artefacto pirotécnico tipo mortero se volcó y se disparó directamente contra él.
Según el teniente de policía Jason Meier, el portero y otras personas que se encontraban en el jacuzzi intentaron esquivar los fuegos artificiales.
En un principio, los investigadores creyeron que, al huir del jacuzzi, Kivlenieks resbaló, se cayó, y se golpeó la cabeza contra el hormigón donde aterrizó.
Sin embargo, el médico forense determinó, tras la autopsia, que Kivlenieks murió por un grave traumatismo torácico provocado por los fuegos artificiales.
La policía declaró al Detroit News que el individuo que lanzó los fuegos artificiales no estaba bajo la influencia del alcohol en el momento del incidente.
Las autoridades creen que Kivlenieks estaba a unos 3 metros de los fuegos artificiales cuando fue alcanzado. El poder de conmoción de la explosión le causó lesiones en el corazón y los pulmones, lo que finalmente le causó la muerte.
Uno de los compañeros de equipo de Kivlenieks, un letón llamado Elvis Merzlikins, compartió una foto de los dos sentados juntos en una fiesta con camisas hawaianas y publicó un pie de foto recordando sus últimos momentos.
“Te quiero mucho, te echaré de menos, tuvimos nuestro último partido de baloncesto en la piscina y disfrutamos antes de que me dejaras justo después”, escribió Merzlikins. ”¡Te queremos y vuela alto, vuela alto! ¡Has salvado tu último disco! Serás nuestro ángel de la guarda”.
Al parecer, otro de los compañeros de equipo de Kivlenieks intentó entrar con él en la ambulancia para hacerle compañía de camino al hospital, pero el portero le dijo que no viniera para evitarle la experiencia de verle morir.
“[Kivlenieks] no quería que tuviera que ver eso”, dijo el agente del jugador, Jay Grossman, a The Daily Mail.
El jugador de los Blue Jackets era natural de Riga (Letonia) y se incorporó al equipo en 2017.