Messi e Inter Miami, a cara o cruz ante Atlanta en los playoffs de la MLS

R. Eric Nez
Viernes, 08 de noviembre de 2024 17:45 EST

La condición de favoritos que rodea a Lionel Messi y al Inter Miami en la etapa decisiva de la temporada de la MLS es inmensa. Las expectativas son extraordinarias. Cualquier desenlace que no sea levantar el trofeo de campeones de la liga estadounidense sería considerado como un fiasco.

Después de todo, Miami ha tenido un colosal 2024 en todos los sentidos: conquistó el Supporter's Shield, con 74 puntos en 34 fechas, la mayor cantidad en la historia de la liga. Llevarse ese laurel, que se otorga al mejor equipo de la temporada regular, le significó que la FIFA le concediera el boleto para disputar el primer Mundial de Clubes con 32 participantes el año entrante.

Nutriéndose con otros exjugadores del Barcelona en el ocaso de sus carreras, como Luis Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba, Miami encabezó la MLS con sus 79 goles.

Pese a que se perdió 15 de los 34 partidos del club debido a lesiones y compromisos con su selección, Messi lideró a Miami con 20 goles y 16 asistencias en 19 encuentros.

Pero el astro argentino y el ambicioso proyecto de Miami se encuentran al borde del abismo en los playoffs.

Todo podría acabar prematuramente este sábado en su estadio de Fort Lauderdale si el club sucumbe ante un Atlanta United que finalizó 34 puntos detrás de Miami en la temporada regular y que se coló a los playoffs tras cambiar de técnico a mitad de campaña.

“Cuando nosotros estamos bien y no cometemos errores somos el mejor equipo de la liga y quedó demostrado en la temporada regular, pero todo lo que pasó ya está y no sirve de nada”, admitió Federico Redondo, el mediocampista argentino de Miami.

Miami se ha topado con un traicionero formato en los playoffs y un rival sin complejos.

El actual es el tercer formato que presenta la MLS desde 2018, y el décimo en 29 años de su existencia. Éste es probablemente el más confuso. Se clasificaron 18 de los 29 equipos, o sea apenas 11 quedaron fuera.

Por segundo año seguido se abrió con una fase preliminar de ‘wildcards’, definiéndose a partido único, en cada conferencia, instancia en la que Atlanta superó a Montreal por penales.

La actual es la primera ronda, con series al mejor en un máximo de tres partidos, incluyendo definiciones de penales en caso de empates en cada encuentro.

Lo que suscita desconcierto es que el formato permite a un equipo pasar de ronda sin ganar un solo partido. Se puede perder uno de los tres partidos, pero está la posibilidad de avanzar con dos victorias por penales.

Gerardo Martino, el técnico argentino de Miami que sacó campeón a Atlanta en 2018, tildó el formato como un “tanto injusto”.

En la antesala del tercer encuentro en la Conferencia Este, el “Tata” Martino se mostró resignado.

“No hay ningún reproche, nada de que quejarse”, dijo Martino el viernes. “Simplemente afrontar el tercer partido como una verdadera final, que es lo que es”.

Las tres últimas rondas — semifinales de conferencia, final de conferencia y la finalísima por la MLS Cup — son a partido único con prórroga en caso de empates.

Las series LAFC-Vancouver (viernes), Cincinnati-New York City FC y Orlando City-Charlotte FC (sábado) también se definirán en un tercer partido.

“Este formato no me gusta mucho, no le encuentro sentido que sean tres partidos. No le quita ni le agrega", comentó Santiago Rodríguez, el volante de NYCFC. “Hubiera sido mejor y rápido una serie de ida y vuelta”.

Y así las cosas, Miami tiene ante sí un duelo a cara o cruz contra un adversario incómodo, que el pasado fin de semana estiró la serie el remontar en casa para imponerse 2-1.

Atlanta es el único equipo de la MLS que puede presumir que le ganó dos veces a Miami esta temporada, y con Messi en la cancha.

Pareciera que el equipo dirigido por Rob Valentino le tiene la medida tomada a Messi, ya que apenas ha podido marcar un gol en los cuatro partidos disputados entre ambos equipos esta temporada, con un total de ocho remates a puerta.

Atlanta es peligroso al contragolpe y Miami es vulnerable en cuanto a sus prestaciones defensivas.

Messi y Suárez pudieron haber anotado 40 goles entre ambos, pero son futbolistas de 37 años. No defienden mucho.

Atlanta no se fía por lo que ha logrado hasta ahora.

“Lo que Messi aporta un equipo, nada más poniéndose de pie en la cancha, hace que te pongas bien atento", señaló el arquero de Atlanta Brad Guzan. “Pocas veces tu primera estrategia funciona, así que tienes que recurrir a otras. Hay que ajustarse sobre la marcha”.

Si Miami sobrevive el sábado, Messi y compañía tendrán la ventaja de ser anfitriones en cada una de las instancias posteriores, incluyendo la ansiada final prevista para el 7 de diciembre.

“Sabemos que no solamente este partido, sabemos que todos los que nos puedan quedar en un futuro se jugarán en casa. Y siempre en casa es mucho mejor”, dijo Martino.

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