México lamenta una nueva derrota ante Estados Unidos, pero no hace cambios para remediar su crisis
México volvió a caer en un partido ante Estados Unidos, ahora por la final de la Liga de Naciones de la CONCACAF y los lamentos de aficionados y analistas se repitieron como ha sido una constante desde el 2019, la última que el Tri venció a su vecino del norte.
Los mexicanos tienen siete partidos sin vencer a sus odiados rivales y el revés es el segundo consecutivo ante los estadounidenses después del fracaso de la selección en el Mundial de Qatar 2022 donde no pudo avanzar de la primera ronda por primera vez desde Argentina 78.
¿Qué es realmente lo que está pasando con el fútbol de México?
¿LOZANO ES EL GRAN RESPONSABLE?
Jaime Lozano ha probado ser un entrenador joven y capaz, pero a su llegada a la selección decidió volverse “amigo” de los jugadores, quienes lo respaldaron ganando la Copa Oro y apoyaron para que se quedara con el puesto definitivo.
Lozano tenía motivos para hacerlo. Sus predecesores, los argentinos Gerardo Martino y Diego Cocca no eran favoritos de los seleccionados. Del primero, Hirving Lozano dijo recientemente que los trataba como niños, Andrés Guardado que no les permitía tener cerca a la familia.
De Cocca, quien no duró ni seis meses en el cargo, se quejaban por dobles sesiones y por no hospedarlos en hoteles de cinco estrellas.
Lozano relajó los entrenamientos, permitió cercanía de los familiares y los resultados no han sido muy distintos.
ENTONCES, ¿SON LOS JUGADORES EL MOTIVO?
México podría fichar al mejor entrenador del mundo y aún así el universo de jugadores del cual podría echar mano es reducido. Ocho de los 11 titulares que jugaron el último partido del Mundial de Qatar repitieron ante Estados Unidos.
Johan Vázquez y Uriel Antuna, quienes estuvieron en esa Copa del Mundo, fueron suplentes y el único jugador distinto fue Erick Sánchez, quien quedó fuera en el último corte del “Tata” Martino. A año y medio de que terminara Qatar ¿nadie más puede reemplazar a esos jugadores?
O quizá los seleccionadores mexicanos temen tanto por su continuidad que prefieren seguir apostando a los jugadores de siempre a dar oportunidad a un recambio.
Antes de llegar al puesto, Lozano dijo en una mesa de debate que era momento de relevar a Guillermo Ochoa, quien busca un sexto Mundial y dio los nombres de Carlos Acevedo y Luis Malagón.
Sólo Malagón, por una lesión de Ochoa, ha podido ver minutos en su proceso.
NADA CAMBIA SI NADA CAMBIA
Después de Qatar 2022, los dirigentes anunciaron propuestas para mejorar a la selección mexicana que quedaron solo en eso. Reducir extranjeros en los equipos de primera división, reanudar el ascenso y descenso, eliminar la multipropiedad, entre otros. Todo ha sido pospuesto.
Los dirigentes de equipos, quienes aprobarían las modificaciones propuestas por Mikel Arriola, decidieron seguir por el mismo camino que llevó al fracaso del último Mundial y los resultados no tendrían por qué ser distintos.
Después de la derrota ante Estados Unidos, ni el alto comisionado Juan Carlos Rodríguez; ni el presidente de la Federación Ivar Sisniega; ni Arriola, presidente de la Liga MX han dado una postura.
Quizá, como en el pasado, citen a una conferencia para anunciar propuestas. Tal vez la presión los orille a una decisión extrema como cesar a Lozano, pero al final, nada cambiará, porque esas decisiones no cambiarán.