Noah Lyles corrió los 200 metros con fiebre de 39 grados, confirma su entrenador
La noche que el velocista estadounidense Noah Lyles ganó la medalla de bronce, tenía fiebre de 39 grados centígrados, aseguró su entrenador Lance Brauman.
Esto convierte a su medalla, en el último sprint de los Juegos de París, en algo aún más impresionante para Brauman, quien se habló de la condición del velocista y su futuro el viernes en entrevista con The Associated Press.
Lyles dio positivo por COVID-19 el martes y terminó tercero en la final del jueves de los 200 metros detrás del campeón Letsile Tebogo de Botswana y su compatriota Kenneth Bednarek.
“Esos chicos corrieron increíble”, aseguró Brauman. “Pero quedarte con un bronce en tiempo de 19,70 segundos con temperatura de 39 grados, no fue tan malo”.
Para Brauman, esta actuación lo coloca ahí arriba al mismo nivel que con lo que hizo para ganar el oro en los 100 metros el domingo.
“Es difícil reemplazar una medalla de oro en los 100 metros en los Juegos Olímpicos ... esa posiblemente fue la medalla más importante", reconoció. “Pero por como lo puso, lo que hablamos —probablemente se sentirá más satisfecho con el bronce”.
Lyles, de 27 años, regresó el viernes a la pista portando una máscara para aceptar la presea de bronce. Dio una vuelta a la pista y saludó a los aficionados, pero mantuvo su distancia de Tebogo y Bednarek.
Habrá otra oportunidad, aclaró Brauman, debido a que Lyles está llegando a su mejor momento.
“Va a ser muy bueno al menos en Los Ángeles y luego veremos qué sucede”, indicó Brauman sobre los próximos Juegos Olímpicos en el 2028. “Sólo necesito que siga haciendo lo que hace”.
Para Lyles no era secreto que su meta era ganar tres oros en estos Olímpicos como lo hizo Usain Bolt para convertirse en una superestrella. Pero se irá de París sin cumplir esa meta, aunque nadie olvidará la montaña rusa de emociones: una victoria por diferencia de 0,005 segundos en los 100 metros, seguido de un bronce corriendo con COVID.
“Quiero decir, estaba enfermo”, recordó Brauman. “La gente va a decir que lo que quiera y eso está bien, pero estaba enfermo”.
“Lo que tuvo que hacer para ganar esa medalla va a ser difícil de olvidar”.