Nuevo contrato y una temporada baja sano ayudan a cambiar la imagen de Jonathan Taylor, RB de Colts
El running back de los Colts de Indianápolis Jonathan Taylor luce como en su mejor momento en el campo de entrenamiento.
Está contento, sano y concentrado, un marcado contraste con el jugador que llegó el verano pasado con una lesión en el tobillo y un enfoque sombrío ante una desagradable disputa contractual.
Sus compañeros entendieron que la sorpresiva transformación era el resultado de que Taylor se encargó del tema de negocios con el equipo. Ahora, sin embargo, tienen la esperanza de que el regreso de su actitud despreocupada también lo lleve a recuperar su mejor nivel de juego después de dos temporadas plagadas de lesiones.
“El solo tener a JT en el equipo, su influencia, su liderazgo, su energía, es algo que valoro, sabiendo que ha superado esos obstáculos”, dijo el linebacker Zaire Franklin después del sofocante entrenamiento del domingo. “Tenerlo en el campo significa mucho. Es el mejor corredor de la liga”.
Eso ciertamente era verdad en 2020, cuando Taylor superó la marca de las mil yardas, luego de que una lesión lo obligó a llevar una carga más pesada que la mayoría de los novatos. También fue cierto en 2021, cuando Taylor fue el líder corredor de la NFL, destronando al dos veces campeón Derrick Henry.
Después de dos temporadas, Taylor se había convertido en uno de los mejores corredores de la liga. Corrió para casi 3.000 yardas y 29 anotaciones mientras atrapó 76 pases para otras 659 yardas y tres touchdowns.
Después lo golpearon las lesiones y la carrera de Taylor cambió de dirección.
Se perdió seis partidos por un esguince de tobillo en 2022, limitándolo a 861 yardas y cuatro anotaciones, y después de una cirugía en la temporada baja, se perdió los trabajos de la temporada baja de los Colts en 2023, todo el campo de entrenamiento, la pretemporada y los primeros cuatro partidos del calendario regular, justo cuando entró en el último año de su contrato.
De repente, el aparentemente imperturbable Taylor se encontró en medio de los titulares de los medios de comunicación por las razones indeseables — cargó la antorcha del running back mal pagado, tuvo una reunión con el dueño del equipo, Jim Irsay, en su casa rodante, mientras una multitud observaba la práctica vespertina de los Colts e incluso hizo pública una solicitud en un intercambio. Los directivos del equipo le respondieron dándole permiso a Taylor de buscar un equipo interesado en sus servicios.
Los fanáticos pensaron que la relación rota ya no tendría solución. Taylor firmó una extensión de contrato por tres años y 42 millones de dólares antes de su debut en la temporada en octubre, lo que pareció enmendar la situación, permitiéndole concentrarse únicamente en recuperar su forma como un “All-Pro”.
“Es casi como cuando vas a tomar un examen”, dijo Taylor sobre el nuevo inicio de esta temporada. “Cuando sabes que no has estado estudiando, tienes algo de dudas, pero cuando sabes que tienes una pretemporada completa de preparación, conoces el tiempo dedicado y el esfuerzo que has puesto, simplemente no puedes esperar para que empiece y atacarlo”.
No hay la menor duda que Taylor a sus 25 años siente que tiene mucho que demostrar.
Algunos reclutadores cautelosos pensaron que la carga de trabajo de la ex estrella de la preparatoria de Nueva Jersey lo llevarían a tener una carrera corta. Taylor tuvo 926 acarreos en tres años en Wisconsin, quedándose a 23 yardas de convertirse en el primer jugador colegial con tres temporadas de 2.000 yardas.
Ahora, después de correr para 1.602 yardas y 11 anotaciones en las últimas dos temporadas, Taylor quiere demostrar a todos que puede recuperarse y dio indicios a finales de la campaña pasada de que era posible.
Taylor siguió con su lento inicio al acercarse a partidos con 100 yardas en tres ocasiones durante un tramo de seis semanas mientras compartía acarreos con Zack Moss. Finalmente puso fin a una sequía de 13 juegos sin superar las 100 yardas al correr para 188 en una derrota de cierre de temporada con Houston.
Ahora, con los cinco linieros ofensivos de regreso, con Moss ahora en Cincinnati y Taylor haciendo equipo con el quarterback de segundo año Anthony Richardson, un potente jugador con sus piernas que se recuperó de una lesión que acortó su temporada de novato, luego de solamente tener una jugada con Taylor en el campo.
Taylor, entre otros, está ansioso por conocer el resultado.
“Es algo que no tuve el año pasado”, dijo Taylor cuando le preguntaron sobre trabajar con Richardson esta temporada baja, mostrando su sonrisa habitual. “Así que siempre que puedes tener repeticiones continuas con tu quarterback, es siempre una gran ventaja. Estoy emocionado por dónde estamos en este momento”.