Para Italia y Brasil, la derrota ante Simone Biles y EEUU se sintió como un triunfo
Viendo los festejos al final de la prueba por equipos de la gimnasia femenina el martes en los Juegos Olímpicos de París, era imposible saber quién ganó.
¿Fue el equipo estadounidense liderado por Simone Biles? ¿La estrella brasileña Rebeca Andrade y sus compañeras? o ¿Las italianas con la joven Manila Esposito, de 17 años?
Los deportistas de los tres equipos estallaron en júbilo cuando se dio a conocer el marcador final en las gigantes pantallas de la Arena de Bercy. La legión de aficionados estadounidenses comenzó a corear: “¡USA! ¡USA!” y su contraparte brasileña se soltó bailando ondeando banderas azul, verde y amarillas. Las italianas se abrazaron efusivamente.
Estados Unidos totalizó 171.296 puntos, con lo que Biles se convirtió en la gimnasta olímpica más laureada en la historia de su país con ocho oros.
Pero también fue un día histórico para Italia y Brasil.
La plata de las italianas fue su primera en este evento desde 1928 y Brasil nunca había ganado una medalla por equipos.
“Aún tenemos que darnos cuenta de lo que significa”, dijo la italiana Alice D'Amato cuando le preguntaron sobre su segundo lugar.
Las brasileñas fueron las últimas en abandonar la arena. Se quedaron bajo la tribuna y Andrade fue ayudada por sus compañeros para que pudiera saludar a los aficionados.
“Es mágico lo que hicimos”, indicó la brasileña Jade Barbosa. “Es magia pura. Brasil no era grande en el deporte. Teníamos grandes figuras individuales, pero ahora es un gran grupo de gimnastas”.
Las italianas terminaron con marcador de 165.494, por delante de las brasileñas con 164.497 después de la fuerte rutina de piso de Angela Andreoli.
Las esperanzas de Brasil se vieron mermadas antes de la competencia cuando Flavia Saraiva se lesionó el ojo derecho en el calentamiento. Pero con un vendaje sobre el ojo, Saravia continuó.
“Somos guerreras”, destacó Saraiva.