Paraguayo Almirón dejó sueños por el fútbol y debutó en el atletismo de velocidad olímpico

Carlos Rodrguez
Lunes, 05 de agosto de 2024 17:13 EDT
OLI-ATL PARAGUAY-ALMIRÓN
OLI-ATL PARAGUAY-ALMIRÓN (AP)

La pandemia por COVID-19 le cambió la vida a muchas personas. Una de esas fue la de César Almirón, quien renunció a sus sueños de jugar fútbol con la selección de Paraguay y pasarse al atletismo de velocidad.

Tres años después de tomar la decisión luego de ver los Juegos Olímpicos por televisión junto a su padre, Almirón se presentó a competir en los 200 metros de París 2024.

Aquejado por una lesión, el resultado del velocista no fue el deseado. Con un tiempo de 20.87 fue sexto en su manga eliminatoria y tendrá que buscar un sitio en las semifinales a través del repechaje que será el martes.

“Estoy molesto conmigo mismo porque no pude entrenar por una lesión”, dijo Almirón a The Associated Press. “Me sentía un poco desconfiando y tenía miedo de no terminar. No me gustó mi marca porque venía entrenando bien antes de la lesión”.

Almirón dijo que tenía una molestia en la pierna izquierda que le generó un edema y tuvo que estar en terapia los últimos días para poder salir a la pista, pero considerar al abandonar la prueba sin competir nunca fue opción porque tenía una promesa que cumplir.

Almirón, de 22 años, estaba jugando en las reservas del Libertad de Paraguay en su país cuando la pandemia por coronavirus frenó toda la actividad.

“Yo quería jugar fútbol profesional y jugar en la selección paraguaya era mi sueño”, relató el corredor. “Luego vino la pandemia y se paró todo y dejé de entrenar”.

Fue justamente en esa pausa, encerrado en su casa junto a su padre cuando se le ocurrió cambiar de deporte. Mientras veían competir juntos a la atleta paraguaya Ana Camilla Pirelli, Almirón le pidió apoyo a su progenitor para comenzar a practicar atletismo.

“Recuerdo que mi papá me dijo ‘te voy a apoyar por siempre, pero promete que vas a ir a unos Juegos Olímpicos’ y yo le dije que sí, entonces no podía fallar”, recordó Almirón. “Lo prometí y gracias a Dios lo logré”.

Con una ambición sin límites, su plan es adquirir experiencia en París con miras a Los Ángeles 2028.

“Eso le decía a mi entrenador, que aquí en París lo que quería era pelear por lo menos la semifinal”, añadió. “Si Dios lo permite llegaré a Los Ángeles, y ahí mínimo seré finalista en 100 y 200, ya se lo prometí a mi entrenador”.

A juzgar por lo que ocurrió con su padre, Almirón sabe cumplir sus promesas.

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