Este podría ser el “mayor escándalo” en la historia del póker
La prueba del detector de mentiras podría utilizarse en la investigación del juego de altas apuestas
Esta nota fue originalmente publicada en 2022.
Ahora, en el mundo del póker de altas apuestas surge un escándalo de trampa, pocos días después de que la comunidad del ajedrez se viera sacudida por lo que se ha denominado el mayor escándalo de la historia del juego de mesa.
Un casino de Los Ángeles investiga el caso después de que un jugador acusara a su oponente de hacer trampa para llevarse un bote de US$269.000 con una apuesta audaz que dejó a los espectadores “sin palabras”.
Garrett Adelstein, considerado uno de los mejores jugadores del mundo en juegos de dinero en efectivo de alto nivel, afirmó que fue “sin duda engañado” por su oponente Robbi Jade Lew después de que esta se lo jugara todo cuando tenía una mano poco convincente.
Durante la partida televisada de altas apuestas en el Casino Hustler, Adelstein tenía el siete y el ocho de tréboles, mientras que Lew jugaba con la jota de tréboles y el cuatro de corazones.
Después de que el flop revelara el 10 de corazones, el 10 de tréboles y el nueve de tréboles, Adelstein apostó alto dadas sus posibilidades de conseguir una escalera, un color o incluso una escalera de color en el river.
Pero Lew sorprendió a sus oponentes y a los comentaristas cuando igualó la apuesta, y aumentó el bote a US$269.000.
Otro oponente de la mesa se rio, y comentó: “Me iguala con una jota alta”.
“¿Iguala?”, preguntó el comentarista en la retransmisión en directo con total sorpresa. “¿Qué está pasando aquí? ¿Será posible que su mano se vea malinterpretada en los gráficos de las cartas?”
Acordaron jugar el river dos veces, pero no trajo nada a ninguno de los dos bandos y Lew ganó el bote completo de US$269.000 con jota-alto. Esto provocó una conmoción en la mesa y Adelstein señaló: “No entiendo lo que está pasando ahora”.
Tras un breve intercambio, Adelstein le dirigió a Lew lo que llamó una “mirada fulminante”.
“Garrett, parece que quieres matarme”, dijo Lew. El comentarista de la retransmisión en directo afirmó que se había quedado “sin palabras” y lo calificó como “la mirada más perturbadora que le he visto jamás a Garrett”.
Los dos intercambiaron palabras dentro y fuera de la cámara, y ambos jugadores se acusaron el uno al otro y, más tarde, dieron versiones contradictorias de lo que se dijo.
En un extenso comunicado, Adelstein aseguró que había sido “sin duda engañado”, sin aportar pruebas de ningún delito. Continuó especulando con la posibilidad de que Lew llevara un dispositivo vibratorio que sirviera para hacerle señales, pero dijo que era imposible saberlo.
Lew niega haber actuado mal y desafía a su oponente a una revancha cara a cara: “Después de que se me reivindique, vamos a un cara a cara. El mundo entero puede ver cómo te leo todo el día”.
Los organizadores del partido investigan ahora lo que podría ser uno de los mayores escándalos de trampa en los torneos de póquer.
El Casino Hustler dijo que los investigadores podrían realizar una prueba con el detector de mentiras después de haber señalado en un principio que no había “ninguna prueba en ningún sentido ni ningún indicio de que se hubiera hecho algo malo, aparte de las acusaciones de las partes implicadas”.
Este último escándalo se produce mientras los investigadores realizan indagaciones un incidente ocurrido durante un torneo de ajedrez en el que un jugador adolescente derrotó a Magnus Carlsen, considerado por muchos como uno de los mejores ajedrecistas de la historia, lo que provocó acusaciones de trampa.