Técnica de España niega que fuera castigo no convocar a Jenni Hermoso tras escándalo de beso forzado
La entrenadora de la selección femenina de España, Montse Tomé, declaró ante un juez el lunes que no pretendió castigar a Jenni Hermoso al descartarla de una convocatoria tras el incidente del beso del ex presidente de la federación de fútbol, Luis Rubiales.
Rubiales está acusado de agresión sexual por besar a Hermoso en la ceremonia de entrega de premios de la final del Mundial Femenino 2023, así como de coacción por supuestamente intentar convencer a la jugadora para que apoyara su versión del beso. Hermoso afirma que no consintió el beso, mientras que Rubiales niega haber cometido un delito y afirma que fue consensuado.
Otros tres ex miembros de la federación también están siendo juzgados por coacción por supuestamente intentar que Hermoso minimizara el beso.
El hermano de Hermoso testificó la semana pasada que Jorge Vilda, el otrora entrenador del equipo y uno de los acusados de coacción, intentó amenazar a Hermoso diciéndole que su futuro podría estar en peligro si se negaba a grabar un video junto con Rubiales para restarle importancia al incidente.
Tomé, quien fue asistente de Vilda y asumió el cargo principal de entrenadora poco después del Mundial, decidió no incluir a Hermoso en su primera lista. Dijo en ese momento que la decisión se tomó para proteger a la jugadora del circo mediático que rodeaba el caso.
“No fue un castigo”, dijo Tomé un par de veces mientras testificaba al inicio de la segunda semana del juicio en Madrid.
Tomé afirmó que la atención que los medios estaban prestando al caso en ese momento podría haber afectado el rendimiento de Hermoso.
“Las razones por las que Jenni no vino a la primera convocatoria fueron deportivas y lo de proteger entra dentro de eso, por la situación que estábamos viviendo. Para protegerla de los medios”, dijo Tomé.
Los otros dos empleados de la federación en juicio por coacción son el ex director deportivo del equipo masculino de España, Albert Luque, y el ex jefe de marketing, Rubén Rivera.
Se espera que Rubiales testifique el martes. Renunció bajo presión tres semanas después de que estallara el escándalo y fue sancionado por la FIFA por tres años. Rubiales había dicho que era víctima de una “cacería de brujas” por parte de “falsas feministas".
Hermoso testificó el primer día del juicio la semana pasada y dijo que se “sintió irrespetada” por Rubiales después de ganar la final del Mundial. Dijo que el beso “manchó uno de los días más felices de mi vida”.
El beso provocó indignación en España sobre la prevalencia del sexismo en el deporte y en otras esferas.
Los fiscales, Hermoso y la asociación de jugadores de España quieren que Rubiales sea encarcelado durante dos años y medio, multado con 50.000 euros (51.800 dólares estadounidenses) por daños y prohibido de trabajar como funcionario deportivo. Quieren que los otros tres acusados sean condenados a un año y medio de prisión.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.