Venezolana Rodríguez avanza a la final de lanzamiento de martillo con una dedicatoria a su abuela
Durante el ciclo con destino a los que probablemente serán sus últimos Juegos Olímpicos, Rosa Rodríguez sufrió una pérdida familiar muy importante, por eso añora añora que la justa sea memorable.
Hasta ahora, así ha sido.
Rodríguez logró el domingo un registro de 71,76 metros para terminar en el décimo puesto de la clasificación en el lanzamiento de martillo de los Juegos Olímpicos de París 2024 y peleará por las medallas dentro de un par de días.
“Estoy todavía asimilando la información, pero me siento muy bien, trabajé muy fuerte en esta competencia y se obtuvieron los resultados que esperaba”, dijo Rodríguez a The Associated Press. “Ojalá que en la final sean mejores”.
Para Rodríguez, de 38 años, los Juegos Olímpicos de París son los cuartos de su carrera. En Londres 2012 terminó en el puesto 27, en Río 2016 alcanzó también la final y fue décima y en Tokio 2020 quedó 22da aquejada por una lesión en la espalda.
“Estoy de regreso porque en Tokio 2020 no pude competir como quería por que tenía un par de hernias discales en la parte lumbar, pero ya estoy mejor y ya pude hacer el trabajo hoy”, dijo la venezolana, quien tuvo que pedir recursos al público para patrocinar su preparación.
Rodríguez tiene una brillante trayectoria en competencias regionales. En Juegos Panamericanos ganó la medalla de oro en Toronto 2015, luego agregó un bronce en Lima 2019 y una plata en Santiago 2023.
“Lo que queda en la final es dar el 150 por ciento y tratar de dar lo mejor. Ahora estoy temblando de la emoción, esperaré al final del día para calmarme y pensar en la final donde todo puede pasar”, añadió. “Esperemos que ese día todo salga bien”.
Visiblemente emocionada, la atleta venezolana dijo que buscaría llamar a su familia después de la prueba para narrarles su felicidad, pero se lamentó por que una de las personas más influyente en su vida ya no podrá tomarle la llamada: su abuela.
“Me desconecté de redes sociales estos días porque te bombardean y te desequilibran, pero ya los voy a buscar”, dijo Rodríguez. “La única a la que voy a extrañar es a mi abuela que falleció en el camino hacia los Juegos cuando estaba en mi preparación. Esto va por ella”.