Vinícius sigue siendo víctima de racismo previo al amistoso Brasil-España 'Una misma piel'
Vinícius Júnior apretó el puño derecho y lo alzó sobre su cabeza tras anotar en el estadio Mestalla y por un momento se quedó quieto para asegurarse que todos lo vieran.
El simbólico gesto que realizó a inicios de marzo ocurrió casi un año después de que el delantero del Real Madrid terminó llorando en el mismo estadio tras los insultos racistas de la afición de Valencia.
El incidente desató una oleada de apoyo para el delantero brasileño, que es de raza negra, y que llevó a que pidieran a las autoridades españolas y a la sociedad que tomara más acciones.
En ese momento, muchos creyeron que sería un punto de inflexión en la lucha contra el racismo en el fútbol español.
Pero 10 meses después, Vinícius continúa siendo objeto de abuso racista en España a pesar del clamor inicial tras el incidente en Mestalla.
Pero la falta de avance será evidente cuando España reciba el martes a Brasil en el estadio Santiago Bernabéu. El duelo amistoso se planificó originalmente bajo el lema “Una misma piel”, tras los insultos racistas contra Vinícius el año pasado.
Esteban Ibarra, presidente del Movimiento Contra la Intolerancia, Racismo y Xenofobia de España reconoció que el tema no ha avanzado y que aunque ha habido una respuesta, no es un paso al frente por lo que debido a la impunidad los aficionados creen que pueden seguir actuando igual.
El encuentro entre Brasil y España ocurrirá días después una nueva oleada de insultos racistas contra Vinícius en todo el país.
La noche del 2 de marzo, el mismo día en el que Vinícius hizo el saludo de Black Power en Mestalla, la prensa brasileña reportó que un niño llamó mono al jugador en el estadio. La Liga española estaba analizando un video del incidente, aunque no está claro por las imágenes publicadas en línea si Vinícius era el objetivo.
Hace unas semanas, trascendieron reportes de cánticos racistas dirigidos a Vinícius afuera de los estadios del Atlético de Madrid y Barcelona antes de los duelos de Liga de Campeones, aunque el Real Madrid no estaba jugando.
Vinícius retuiteó un video en el que se ve a varios seguidores del Atlético saltando y cantando “Vinicius chimpancé”. Un día antes seguidores del Barça supuestamente cantaron “Vinícius, muérete”.
“Espero que ya han pensado en su castigo, Champions League y UEFA. Es una triste realidad que pasa incluso en los partidos donde no estoy presente”, publicó en su momento Vinícius en la red social X, antes Twitter.
También surgieron reportes de cánticos de odio de “Vinícius, muérete”, en el duelo del Madrid de la liga en Osasuna el 16 de marzo. El Madrid calificó al árbitro de “negligente” por no incluir los cánticos en su reporte de partido. El club los reportó — así como los cánticos de seguidores del Atlético y Barcelona — a la fiscalía contra crímenes de odio.
"No es bonito de ver cuando ocurren estos casos. Hay que seguir luchando para erradicar el racismo, hay que luchar día a día para que no le pase ni a Vinícius ni a ningún otro jugador”, dijo el zaguero español Álex Grimaldo el domingo.
Algunos de los rivales de Vinícius sostienen que su desenfadado estilo de juego — que es común en un delantero — y sus piques con sus rivales lo han convertido en un blanco de los aficionados rivales. Es usual que Vinicius se enfrasque en altercados y más de una vez se le vio respondiendo a aficionados que lo provocaron desde las gradas.
Han habido avances en los casos en contra de aficionados acusados de insultar a Vinícius el año pasado, incluyendo cuatro hinchas del Atlético que presuntamente colgaron una efigie del jugador en un puente de Madrid.
Fueron puestos bajo custodia como parte de una ola de arrestos tras el incidente en Mestalla y la fiscalía busca una sentencia de cuatro de años de prisión.
Otros casos contra aficionados que han insultado a Vinícius y otros jugadores continúan en los tribunales, pero España sigue a la espera del primer juicio contra un aficionado acusado de abuso racial en un partido profesional. Se esperaba que el juicio contra el seguidor del Espanyol que profirió insultos racistas contra el delantero del Athletic Bilbao Iñaki Williams en el 2020 se realizara el año pasado, pero siguen a la espera.
Un sujeto acusado de llamar mono a Vinícius durante un juego de liga en Mallorca la temporada pasada también podría llegar a juicios. Tanto el jugador como el aficionado comparecieron frente a un juez el año pasado y Vinícius aseguró que no aceptará una disculpa.
El gobierno español ha estacado el trabajo del comité permanente para pelear en contra de la violencia, racismo, xenofobia e intolerancia en el deporte. El comité, que incluye a integrantes de la liga española, las autoridades y la Federación de Fútbol, anteriormente castigó a los clubes con multas y vetos del estadio, así como evitar que ciertos aficionados acudan al estadio por largos periodos.
La liga española ha denunciado de manera activa el racismo frente a la fiscalía.
El presidente de la liga Javier Tebas dijo que la lucha de La Liga contra el racismo se está haciendo más visible a raíz de la dimensión que tuvo el incidente con Vinícius, aunque “ya se venía trabajando de manera intensa desde hace muchos años”.
“La estrategia o las acciones nunca serán suficientes hasta que erradiquemos esta lacra, pero sí puedo garantizar que la lucha por terminar con el racismo y cualquier muestra de odio dentro y fuera de nuestros estadios es una prioridad absoluta para la Liga y los clubes”, añadió Tebas en un correo electrónico enviado a The Associated Press.
“La sociedad en general y los aficionados al fútbol en particular son cada vez más conscientes de que estas actitudes de odio son absolutamente intolerables, constituyen un delito y no tienen cabida en nuestra sociedad”, indicó. “Siempre es necesario seguir luchando para la erradicación de cualquier acto de odio dentro y fuera de nuestros estadios porque, aun siendo una minoría, ensucian la imagen de la competición, del deporte y del país en general y generan un daño irreparable a las personas contra las que se cometen”.
Ibarra dijo que los incidentes de odio en el fútbol se pueden vincular a los aficionados más extremos de los equipos y que muchas veces creen estar por encima de la ley. Y enfatizó que los grupos de ultras deben ser erradicados para parar el problema.
Rafael Carlos de Vega, quien trabaja en la Fiscalía General de España, indicó que la falta de castigos a los aficionados más extremos se debe a la dificultad para identificar a los perpetradores cuando actúan en grupos grandes y que obliga a archivar los casos.
Indicó que han mejorado desde el incidente en Mestalla con Vinícius y señaló que desde entonces se han involucrado más los fiscales que se enfocan especialmente en crímenes de odio. Además sentenció que cada vez son menos incidentes y que la gente ahora está convencida que si actúan así habrá un castigo.