Ana Obregón revela que su nueva bebé es en realidad su nieta: “Nunca volveré a estar sola”
Obregón dijo que su hijo, Aless Lequio García, le expresó su deseo de tener un hijo antes de morir de cáncer en 2020
Parece que esta historia está lejos de terminar. La estrella de televisión española, Ana Obregón, brindó nuevas declaraciones acerca del bebé con el que, recientemente, se dejó fotografiar para una revista de espectáculos.
A finales del mes de marzo, la celebridad de 68 años salió en una silla de ruedas del Memorial Regional Hospital de Miami, Florida, con una niña recién nacida, a la que ha llamado Ana Sandra, en brazos. Algunos medios aludieron a un posible parto de la luminaria, aunque eso nunca ocurrió.
La mañana del 29 de marzo, en una publicación en Instagram, Obregón publicó la portada de la revista Hola! con la leyenda: “¡Nos pillaron! Llegó una luz llena de amor a mi oscuridad. Ya nunca volveré a estar sola. HE VUELTO A VIVIR”, expresó.
Recientemente, Obregón dio nuevas declaraciones a la publicación y refirió que su hijo, Aless Lequio García, le expresó su deseo de tener un hijo antes de morir de cáncer en 2020; por lo que la menor no es su hija, sino más bien su nieta.
“Esta fue la última voluntad de Aless, la de traer un hijo suyo al mundo”, explica. “Lo que me ha permitido seguir viviendo cada día es cumplir esta misión”, añade.
Según la celebridad, los médicos habían alentado a su hijo a conservar muestras de esperma antes de comenzar el tratamiento. Las muestras, dijo, se almacenaron en Nueva York.
En un inicio, se reportó que Obregón habría rentado un vientre para ser madre, también conocida como gestación subrogada en EEUU. Se trata de una práctica que, al día de hoy, es considerada como ilegal si se lleva a cabo en España; sin embargo, los menores que nazcan bajo este precepto médico, sí pueden ser registrados en la Madre Patria.
La presentadora le explicó a ¡Hola! que legalmente, su nieta es su hija adoptiva.
Congelación de esperma
La congelación de semen o esperma es una técnica utilizada de forma recurrente en los centros de reproducción asistida. Se trata de un procedimiento, relativamente sencillo, que permite preservar la fertilidad en el hombre.
Gracias a la técnica de criopreservación espermática, los espermatozoides son congelados y almacenados en bancos para usarse en la inseminación artificial, fecundación in vitro, inyección intracitoplasmática, entre otros.
En pacientes que padecen cáncer y, previsiblemente, perderán la fertilidad al someterse a tratamientos de quimioterapia o radioterapia, es recomendable congelar sus muestras seminales en caso de que quisieran procrear en el futuro.
Según los expertos, la calidad seminal puede perderse y representar un peligro para la descendencia. De esta manera, cuando el tratamiento concluya y superen la enfermedad, los varones interesados podrán ser padres.