Keanu Reeves no donó su salario de Matrix, pero sigue siendo el hombre más amable de Hollywood
Una afirmación reciente de que el actor había donado la mayor parte de sus ganancias del éxito de ciencia ficción no tenía fundamento, pero hay una razón por la que parecía tan creíble, escribe Clémence Michallon
Un fatídico día de marzo de 2019, Keanu Reeves abordó un vuelo de San Francisco a Burbank, una ciudad en el condado de Los Ángeles y el hogar de tres importantes estudios de cine. El vuelo tuvo que ser desviado a Bakersfield debido a un problema mecánico. Una vez en tierra, Reeves y un pequeño grupo de sus compañeros de vuelo decidieron trasladarse en una camioneta a su destino final, en lugar de esperar otro vuelo.
Ese viaje por carretera fue capturado en una serie de vídeos ahora virales. Se ve a Reeves con sus compañeros de viaje, su cuerpo alto hacinado en la parte trasera de una camioneta genérica, su actitud a la vez alegre y tranquila. Les lee datos sobre Bakersfield: ¿Sabías que su población es de alrededor de 380.000 habitantes, lo que la convierte en la novena ciudad más poblada de California? Reproduce música originaria de Bakersfield, un subgénero del country, en su teléfono. Habla de temas triviales. Al final del viaje, los pasajeros de la camioneta parecen haber establecido una relación genuina unos con otros. Hay despedidas efusivas, amistosos apretones de manos.
Este resultado feliz es interesante en sí mismo: no todos los días un grupo de extraños muestra un comportamiento agradable frente a las tediosas complicaciones de los viajes aéreos, pero la presencia de Reeves hace que el vídeo sea francamente desconcertante. Aquí está la estrella de fama internacional de las franquicias de Matrix, John Wick y Bill & Ted, atrapada en el aeropuerto Meadows Field en contra de su propia voluntad. No solo pone una cara valiente, sino que su capacidad para conectarse con sus compañeros de tragedia está totalmente desfasada del concepto que se tiene de una estrella de Hollywood.
El vídeo del aeropuerto es un pequeño ejemplo de una creciente biblioteca de contenido de Internet que documenta la amabilidad de Reeves. Si buscas “Keanu Reeves, tipo amable”, encontrarás una gran cantidad de artículos que destacan sus buenas obras a lo largo de los años. Hay historias de Reeves haciendo todo lo posible para firmar autógrafos para los fanáticos. Está el famoso clip, con 38 millones de reproducciones en YouTube, de Reeves cediendo su asiento en el metro a un pasajero que lleva una bolsa grande. Hubo un momento en que Internet consideró a Reeves un “rey respetuoso” después de notar una serie de fotos en las que el actor, al posar con mujeres en varias alfombras rojas, dejaba su mano flotando sobre sus cinturas y brazos en lugar de tocarlos.
La generosidad de Reeves va más allá de los pequeños gestos: en 2009, el actor declaró para Ladies Home Journal que tiene una fundación privada que “ayuda con apoyos a un par de hospitales infantiles y a la investigación del cáncer”, pero, a diferencia de muchos filántropos adinerados, él no quiere que su nombre se relacione de manera pública con la fundación. En la década de los noventa, apoyó a su hermana Kim luego de que le diagnosticaran cáncer. “Keanu me ayudó mucho durante mi enfermedad”, comentó ella para la revista australiana Woman's Day en 1999. “Cuando el dolor empeoraba mucho, se sentaba conmigo, me tomaba la mano y evitaba que el ‘hombre malo’ me hiciera bailar. Me apoyaba y me consolaba todo el tiempo, incluso cuando estaba lejos”.
Tales historias son la razón por la cual, cuando una nota que ya fue eliminada afirmó recientemente que Reeves había donado el 70 por ciento de sus ganancias de la película Matrix original para la investigación del cáncer, el Internet no lo cuestionó. Pero el publicista del actor desmintió el rumor y le dijo a Newsweek: “La historia no es cierta, Keanu Reeves no donó el 70 por ciento de su salario a la caridad”. El publicista de Reeves también le confirmó a The Independent que la afirmación no era cierta, incluso cuando siguió siendo difundida en línea.
Dice algo sobre la posición especial de Reeves en el corazón del público que la gente estuviera tan dispuesta a creer que la afirmación era cierta. Donar una gran parte de su sueldo parecía algo muy propio de Keanu.
El rumor ganó fuerza poco después del lanzamiento de The Matrix Resurrections, la cuarta entrega de la franquicia Matrix, el 22 de diciembre, y esto comenzó un nuevo episodio en el renacimiento de Keanu Reeves que hemos vivido en los últimos años. El buen comportamiento de Reeves se conoce desde hace un tiempo, pero se hizo especialmente notable después de que el movimiento #MeToo cobró impulso en octubre de 2017. En un momento en que parecía que cada día traía nuevos informes sobre el terrible comportamiento masculino en Hollywood, la consideración de Reeves se destacó.
Quizás fue aún más fascinante si se tiene en cuenta que poco se sabía, y aún se sabe, sobre la vida personal de Reeves. Los fragmentos que conocemos sugieren una pérdida inimaginable, del tipo que daría forma duradera a la manera que alguien tiene de ver la vida. En septiembre de 1999, el hijo de Reeves y de su entonces pareja, Jennifer Syme, nació muerto; en abril de 2001, Syme murió en un accidente automovilístico. La infancia de Reeves no parece haber sido del todo tranquila: su padre fue encarcelado por delitos relacionados con drogas, y su familia se mudaba con frecuencia.
En 2010, 11 años después del debut de Reeves en Matrix, una foto del actor sentado en una banca pública, donde se ve pensativo mientras come un sándwich, se hizo viral. “Sad Keanu”, como se le nombró, sigue siendo uno de los memes más reconocibles en las redes sociales. La imagen era un receptáculo conveniente para cualquiera que buscara proyectar su propio dolor. El mismo Reeves recientemente desmitificó un poco la foto, cuando le confesó a Stephen Colbert que simplemente estaba “comiendo un sándwich” cuando se tomó. “Estaba pensando”, aseguró. “Me estaban pasando varias cosas. Estaba hambriento”.
Aún así, si Sad Keanu demostró algo, es que Reeves es el tipo de celebridad con cuyo aparente dolor la gente empatizó de inmediato. Detrás de la popularidad de Sad Keanu como meme, parecía haber un deseo ampliamente compartido de envolver al actor en un abrazo reconfortante.
Mayo de 2019 consolidó el estatus de Reeves como el alma gemela del Internet (como lo dijo un artículo de la revista Time en ese momento). En ese mes se estrenó la tercera película de John Wick, donde Reeves retomó el papel principal. También en el mes de mayo de 2019 se lanzó Always Be My Maybe, una película de Netflix protagonizada por la comediante Ali Wong y por Reeves, quien interpreta una versión exagerada de sí mismo. La actuación de Reeves fue un regalo inesperado, consciente de sí mismo de una manera hilarante. La renovada ola de afecto por Reeves llevó a The New Yorker a declarar en junio de ese año que Reeves “es demasiado bueno para este mundo”, una evaluación que sigue siendo cierta hasta el día de hoy.
Puede haber algo desagradable en nuestra tendencia a elogiar a las celebridades que realizan los más pequeños actos de bondad o exhiben los más mínimos indicios de decencia. Pero hay una sinceridad innegable detrás de cada anécdota que documenta la amabilidad de Reeves. Sí, le prestamos más atención porque es famoso, pero el tipo de amabilidad y generosidad que aparentemente exhibe sería admirable en cualquiera, independientemente de su nivel de fama. Es probable que todos querríamos ser más como Keanu Reeves, incluso si Keanu Reeves no fuera, pues, Keanu Reeves. Parece un tipo amable, no solo para los estándares de Hollywood, sino también para los estándares humanos en general.
Si buscas en Google las buenas acciones de Keanu Reeves, encontrarás una larga lista de anécdotas íntegras, así como historias ocasionales que son tan sorprendentemente irresistibles que parecen inventadas por algún fanático, y no como algo que pasó en la vida real. Por ejemplo esto, tomado de una semblanza de Esquire de noviembre de 2021: “Un año más o menos” después del lanzamiento de Speed en 1994, se nos dice, Reeves estaba pasando el rato con su coprotagonista Sandra Bullock. “Surgió” en la conversación el tema del champán y las trufas, y Bullock le dijo a Reeves que nunca los había probado.
“Unos días después”, según Esquire, que citó a la propia Bullock, Reeves se presentó en su apartamento “con flores, champán y trufas”. “Él dijo: ‘Pensé que tal vez querrías probar el champán y las trufas, para saber cómo es'”, informó Esquire. “Se sentó en el sofá. Bullock sirvió un poco de champán y abrieron las trufas. Keanu extendió las manos, sin decir palabra, y Bullock le pintó las uñas de negro, igual que las de ella”. Reeves y Bullock nunca tuvieron una relación romántica, pero han mantenido una amistad duradera. “Cuanto más tiempo pasa, más me maravilla por lo humano que es”, declaró Bullock para la revista. “¿Habría podido decir eso si terminado conmmigo y me hubiera hecho enojar? Probablemente no”.
Ayuda, por supuesto, que el propio Reeves tiene un historial de reaccionar con nada más que vergüenza cada vez que un entrevistador saca a relucir su reputación como el mejor ser humano de Tinseltown. Cuando se le pide que comparta fragmentos de sabiduría, por lo general se muestra reacio, como si no estuviera seguro de tener algo valioso que aportar, aunque por lo general trata de complacer, y cuando lo hace, lo logra a la perfección, aportando profundidad incluso a las entrevistas televisivas nocturnas.
“¿Cómo lidia Keanu Reeves con la ansiedad?”, Stephen Colbert le preguntó en diciembre de 2021. Reeves se tomó unos segundos para pensar, como si estuviera midiendo la enormidad de la pregunta, luego dejó escapar un largo suspiro. “Respira”, respondió. “Trata de averiguar por qué tienes miedo, qué significa eso. Intenta simplemente ser, y no dejes que lo que temes defina el presente en el que esperas estar cuando vayas a hacer eso que temes”. La audiencia aplaudió, pero Reeves, aparentemente cohibido, escondió el rostro detrás de las manos y agregó: “O no. ¡Solo ten miedo y aguanta!”.
Era un evangelio que solo el alma gemela de Internet podría haber difundido, y quizás sean las palabras que más necesitábamos escuchar de cara al 2022. Tal vez así es como salvaremos el año que viene y los siguientes. Quizás al mundo le iría mucho mejor si todos tratáramos de ser más como Keanu Reeves.
Probablemente Reeves no aceptaría esta afirmación y respondería con un humilde encogimiento de hombros y una mirada avergonzada. En 2017, durante la promoción de John Wick 2, un periodista le preguntó si tenía un conjunto de reglas para vivir su vida. “No”, contestó. “No tengo el... algo como ‘Esto es’. Tengo las cosas básicas, ¿sabes? Trata de no mentir, trata de ser amable y todas esas cosas buenas. Lo hago bien. Pero no lo hago genial”.
Esa es la versión de Reeves. En ese último punto, Internet todavía discrepa.