Steve Irwin dio discurso “muy, muy extraño” antes de morir, dice amigo y productor de ‘Crocodile Hunter’
El productor de 'The Crocodile Hunter' también admitió que nunca quiso filmar el documental que le costó la vida a Irwin
La personalidad de la televisión australiana Steve Irwin pronunció un discurso “muy, muy extraño” pocas semanas antes de morir, declaró su amigo cercano.
Al aparecer en el podcast I’ve Got News For You, el amigo de Irwin y productor de The Crocodile Hunter se sinceró sobre el rodaje de Ocean’s Deadliest, el nefasto documental de 2007 que sería el último de Irwin.
Stainton dijo que el cazador de cocodrilos, como se le conocía de forma cariñosa a Irwin, pronunció un discurso "muy, muy extraño... final" pocas semanas antes de que una mantarraya le perforara de forma fatal el pecho en Queensland.
El productor de televisión explicó: "Un par de días antes de que comenzáramos el programa, dio un pequeño discurso a todo el equipo que atrapaba cocodrilos para su viaje de investigación, al que me uní al final con nuestro equipo".
Stainton, que fue testigo de la muerte de su amigo, continuó: “En cierto modo les agradecía a todos por ser quienes eran y por ayudarlo. Fue como un discurso final".
Stainton también admitió que no podía evitar la sensación de que "algo andaba mal" cuando se unió al equipo de Ocean's Deadliest, y que estaba en contra de hacer el documental en absoluto.
Después de tener una "premonición" de que moriría en ese viaje, Stainton agregó que incluso escribió un testamento y se sometió a múltiples controles médicos, pero le aseguraron varias veces que estaba sano.
Por desgracia, Irwin sería el que perdería la vida durante el rodaje.
Al hablar en una conferencia de prensa a raíz de la muerte de Irwin el 4 de septiembre, hace quince años, un perturbado Stainton declaró: “'Murió al hacer lo que más le gustaba. Dejó este mundo en un estado mental feliz y pacífico. Habría dicho: 'Los cocodrilos son geniales'".
A Irwin le sobreviven su esposa Terri, su hija Bindi y su hijo Robert.