Review de “Easy On Me”: Adele regresa con heridas expuestas

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Pulido pero nunca hasta el punto de que no tenga alma, el sencillo es un regreso fresco, quejumbroso y maduro

Alexandra Pollard
Viernes, 15 de octubre de 2021 15:20 EDT
Adele revoluciona a sus amigos famosos con el lanzamiento de “Easy On Me”
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Enamorarse del padre de su hijo de forma lenta y poco dramática, separarse amistosamente y comprarle una casa al otro lado de la calle no es el forraje estándar para una balada sobre una ruptura. Pero a Adele nunca le han gustado las emociones a grandes rasgos. En “Easy On Me”, su primer sencillo en seis años, la mejor cronista de angustias del mundo no es ni víctima ni villana; en cambio, se dirige a su hijo de nueve años, intentando explicarle por qué eligió destrozar la vida que él conocía.

"Ten cuidado conmigo, cariño", canta la mujer de 33 años con esa voz grande y ronca (se siente bien tenerla de vuelta) sobre un piano triste que recuerda a Taylor Swift y Justin Vernon en "Exile". "Yo todavía era un niña / No tuve la oportunidad de sentir el mundo a mi alrededor".

“Simplemente sentí que quería explicarle a [mi hijo], a través de este disco, cuándo tiene veinte o treinta años, quién soy y por qué elegí voluntariamente desmantelar toda su vida en la búsqueda de mi propia felicidad”, explicó la cantante, que solicitó el divorcio de su esposo Simon Konecki en 2019, en una entrevista reciente con Vogue. “A veces lo hice realmente infeliz. Y esa es una herida real para mí que no sé si alguna vez podré sanar".

"Easy On Me" es una herida expuesta en sí misma. También se encuentra entre las canciones más complejas musicalmente de la cantante. Adele advirtió que su próximo álbum 30, ella ha renegado de su promesa de dejar de nombrar los discos por su edad, no tendría equivalente a "Hello", el sencillo principal grandilocuente, que encabeza las listas de éxitos y que rompe récords de los 25 de 2015. Ciertamente, el coro aquí no tiene una melodía a la que agarrarse de la forma en que lo hizo la canción, sus notas revolotean como un guijarro desnatado, pero no es menos de un golpe para el plexo solar. Producida por Greg Kurstin, con quien trabajó en “Hello” (ambos videos musicales también fueron dirigidos por Xavier Dolan), tiene la misma nitidez que la colaboración anterior, el mismo tono quejumbroso, es solo un poco más elaborado. ¿Me atrevo a decir maduro?

Por cierto, cualquiera que esté preocupado de que el nuevo estilo de vida de Adele en Los Ángeles haya absorbido el Londres de ella se alegrará de escuchar el sonido distintivo de la letras "f". Sus canciones siempre están pulidas pero nunca hasta el punto de no tener alma. “Nunca rehago mi voz. Nunca. Nunca jamás”, insistió recientemente, y con una voz así, ¿por qué iba a hacerlo?

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Adele se dio cuenta de algo escribiendo esta nueva música: “Yo era el problema. Porque todos los otros discos se parecen, '¡Tú hiciste esto! ¡Tu hiciste eso! ¡Jódete! ¿Por qué no puedes venir a buscarme? Luego pensé: 'oh, mierda, en realidad soy el tema de las canciones. ¡Quizás soy yo!'”. Si esta es la banda sonora de esa epifanía, anótenme.

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