10 películas ganadoras del Oscar que son problemáticas en 2023
Ante la 94ª edición de los Premios de la Academia este domingo, Rachel Brodsky repasa las 10 películas ganadoras del Oscar que no han envejecido bien
A medida que la sociedad evoluciona, algunos momentos en películas que alguna vez fueron estimadas pueden comenzar a amargarse en el probverbial espejo retrovisor de la historia. Por ejemplo, cuando Sandy (Olivia Newton John) renueva todo su look y personalidad para complacer a su novio Danny (John Travolta) al final de Grease (1978). O los cuervos animados en el clásico de Disney Dumbo que literalmente se llaman “los Jim Crows”.
Incluso muchas películas ganadoras de premios de la Academia no han envejecido particularmente bien. Con pretexto de la 94a edición de los Premios de la Academia este domingo 27 de marzo, a continuación presentamos 10 películas ganadoras del Oscar que son problemáticas en 2022.
Green Book (2018)
Cuando Green Book , que ganó el premio a la Mejor Película en la 91ª edición de los Premios de la Academia, llegó a los cines hace unos años, no tardó en convertirse en un tema de conversación divisivo. La cinta, con Mahershala Ali y Viggo Mortensen en los roles principales, tuvo un éxito temprano entre el público y recorrió la temporada de premios, pero los críticos la atacaron por quedarse corta en su representación de las relaciones raciales.
Green Book, una historia sobre una improbable amistad entre un pianista negro de clase mundial (Ali) de gira por el sur profundo en 1962 y su guardaespaldas, el cadenero italoamericano Tony Lip (Mortensen), fue criticada por las inexactitudes históricas y por representar al personaje de Ali, Dr. Don Shirley, como el arquetipo del “negro mágico” cuyo propósito principal en la cinta es cambiar al hombre blanco (Mortensen) para bien. “Las comedias de amigos estadounidenses generalmente han exigido un tiempo en pantalla equitativo para ambos personajes, excepto cuando uno de esos personajes es negro, y existe casi completamente para ayudar a transformar a su compañero blanco, en una aventura hacia la salvación”, escribió IndieWire.
Dallas Buyers Club (2013)
Este drama biográfico narra la historia de Ron Woodroof (Matthew McConaughey), un paciente con sida diagnosticado a mitad de los ochenta que distribuye fármacos no aprobados entre pacientes con VIH/sida. Uno de esos pacientes es una mujer trans, Rayon, interpretada por Jared Leto, quien obtuvo el Oscar a Mejor Actor de Reparto por su actuación. Hoy los críticos se preguntan por qué se le ofreció el papel a un actor cis (Leto) en lugar de a una actriz trans. Además, a algunos les pareció que el personaje fue escrito como algo menos que un ser tridimensional que funciona como vehículo para que el personaje de Ron supere su homofobia y transfobia. “Rayon no es una persona, es una función”, escribió Paris Lees en The Independent en ese entonces.
Annie Hall (1977)
Como película, Annie Hall ha sido históricamente elogiada como una de las comedias románticas más queridas del siglo XX, siendo acreedora de cuatro Oscar en la ceremonia número 50 de los premios, tras ser nominada a cinco en total. Pero los últimos años han sido malos para su prolífico director Woody Allen, debido a las acusaciones recientemente revisadas de agresión sexual hechas por su hija adoptiva, Dylan Farrom (Allen ha negado constantemente las afirmaciones), y empeoradas por la docuserie de HBO Allen v Farrow, que ofrece una mirada más cercana en torno a las denuncias de hace décadas y la posterior tormenta en los medios.
Las acusaciones se han colado en varias de las películas de Allen, ganadoras del Oscar y no: en particular, en Manhattan (1979), nominada a una estatuilla, la cual muestra al director, de entonces unos 40 años, en una relación con una estudiante de preparatoria de 17 años (Mariel Hemingway). En el filme de 1995 Mighty Aphrodite, por la cual Mira Sorvino ganó un Oscar a Mejor Actriz de Reparto, un Allen de 60 años tiene un breve romance con el personaje mucho más joven (aunque legal) y torpe de Sorvino. Es un patrón que se repite una y otra vez, incluso en Annie Hall: un tipo mayor pero tímido y discreto termina en la cama con una mujer hermosa, joven y generalmente bastante inocente. Tal repetición comienza a sentirse incómoda, especialemente dadas las acusaciones presentadas por Dylan Farrow.
Además, varios actores y directores de Hollywood de primer nivel han denunciado a Allen en años recientes: Kate Winslet, Colin Firth, Timothee Chalamet , Rachel Brosnahan, Rebecca Hall y Greta Gerwig están entre aquellos que lo han acusado públicamente. Sin mencionar el hecho de que Annie Hall tiene un diálogo sobre los abusadores de niños, uno de muchos que han aparecido en el trabajo del director a lo largo de los años. En conjunto, es difícil ver a Annie Hall de la misma manera.
American Beauty (1999)
Para empezar, la presencia del desacreditado actor Kevin Spacey (quien ganó un Oscar por su papel como el protagonista Lester Burnham, un hombre en la crisis de la mediana edad), definitivamente es un impedimento para volver a ver American Beauty, que ganó cinco Oscar en el 2000, incluyendo Mejor Película, Mejor Director (Sam Mendes), Mejor Guion (Alan Ball) y Mejor Actor (Spacey).
El nombre de Spacey ahora es sinónimo del movimiento #MeToo, que se extendió por todo Hollywood en 2017. En octubre de ese año, el actor Anthony Rapp acusó a Spacey de hacerle insinuaciones sexuales en 1986, cuando tenía solo 14 años. Tras las acusaciones de Rapp, más hombres revelaron que el actor de House of Cards les había hecho insinuaciones no deseadas y los había acosado sexualmente. En aquel entonces, Spacey publicó un comunicado asegurando que no recordaba el encuentro con Rapp, pero que “si me comporté como describe, le debo la disculpa más sincera por lo que debe haber sido un comportamiento de ebrio profundamente inapropiado”.
Además, la película ha envejecido mal por su representación del enamoramiento inapropiado de Lester con la mejor amiga adolescente de su hija (Thora Birch), interpretada por Mena Suvari. La película, por supuesto, no muestra que el enamoramiento esté bien o sea correcto. Pero sus muchas escenas en las que Lester fantasea sobre Suvari, desnuda y cubierta de pétalos, hizo que los críticos de aquel momento la compararan con una figura tipo “Lolita”. Roger Ebert escribió en aquel momento: “¿Está mal que un hombre en sus 40 sienta deseo por una adolescente? Cualquier hombre decente entiende lo complicada que es esta pregunta. Sin duda está mal moral y legalmente. Pero como toda mujer sabe, los hombres nacen con una conexión que va directamente de los ojos a los genitales, sin pasar por los centros superiores del pensamiento. Pueden desaprobar sus pensamientos, pero no pueden dejar de tenerlos”.
Baste decir que la perorata de Ebert de “lo siento, pero los hombres no pueden evitarlo” tampoco ha envejecido bien.
The SIlence of the Lambs (1991)
Otra película acusada de representar incorrectamente la experiencia trans y/o genderqueer, es la cinta de terror The Silence of the Lambs, que ganó como Mejor Película, y es criticada actualmente por su retrato del villano Buffalo Bill (Ted Levine). Buffalo Bill es un asesino serial que viste las pieles de sus víctimas femeninas, se queda con sus ropas y se viste como ellas. Aunque la protagonista Clarice (Jodie Foster) y su consultor canibal Hannibal Lecter (Anthony Hopkins) dialogan sobre cómo a) Bill no es trans, y b) no hay relación entre la identidad trans y la violencia (incluso el director Jonathan Demme ha dicho que no se pretendía que Bill fuera trans), la intención muchas veces se pierde entre el público. Como tuiteó la escritora de Vox TV Emily VanDerWerff: “Conocer la intención de una obra no significa nada, porque la intención es menos importante que el impacto. Y cuando la gente vio SotL, no escucharon ‘Buffalo Bill no es trans’. Vieron a un asesino serial raro bailando con ropa de mujer”.
Driving Miss Daisy (1989)
“Cuando la maldita Driving Miss Daisy ganó Mejor Película, dolió”, contó el director Spike Lee a New York Magazine en 2008. “[Pero] nadie habla sobre Driving Miss Daisy ahora”.
La película de 1989 protagonizada por Jessica Tandy y Morgan Freeman, basada en la obra de Alfred Uhry ganadora del premio Pulitzer, es, frecuentemente (y con razón), criticada por su retrato demasiado simplista de las relaciones raciales en Estados Unidos a mediados del siglo XX. Driving Miss Daisy, la historia de una maestra retirada (Tandy) que vive en Atlanta y le da trabajo a un chofer negro (Freeman), ganó como Mejor Película en 1989. A pesar del reconocimiento de la Academia, muchas personas, incluso Freeman, han criticado la cinta por ser bidimensional y tener personajes negros estereotípicos. En el 2000, Freeman, quien ganó una nominación al Oscar por su papel, se refirió al filme como “un error” que lo llevó a ser encasillado como “noble, sabio, digno”.
The Help (2011)
Otra película con intenciones nobles pero una visión demasiado simplista de las relaciones raciales es el drama de época de 2011 The Help, basado en la novela homónima, el cual es merecidamente criticado por apoyarse en personajes blancos para contar historias negras. Emma Stone retrata a Eugenia, una aspirante a periodista de Jackson, Mississippi, que quiere escribir un libro desde el punto de vista de las criadas negras de la comunidad, exponiendo el racismo con el que se enfrentan regularmente al trabajar para familias blancas.
En los años después de su lanzamiento, Viola Davis, quien actúa como Aibileen Clark, ha expresado su arrepentimiento por aparecer en The Help, pues asegura que siente que se traicionó “a mí misma y a mi gente” y que la película fue “creada en el filtro y el pozo ciego del racismo sistémico”.
Además, el actor Bryce Dallas Howard, quien también participa, ha reconocido que The Help está “contada desde la perspectiva de un personaje blanco y fue creada por narradores predominantemente blancos”.
Forrest Gump (1994)
Los críticos miran con escepticismo muchos aspectos de la comedia dramática ganadora del Oscar de Robert Zemeckis sobre un joven con problemas de aprendizaje (Tom Hanks) que es testigo de algunos de los momentos históricos más determinantes del siglo XX. La lista normalmente incluye la representación de Forrest Gump de las personas con problemas de aprendizaje, de los manifestantes y de los veteranos de la guerra de Vietnam. El detalle más ofensivo, sin embargo, es el tratamiento que hace la cinta de la mejor amiga de Forrest, Jenny (Robin Wright), quien es abusada por su padre de pequeña, y vive una vida de puro victimismo, actuando en bares nudistas, saliendo con idiotas abusivos, y finalmente contrayendo sida y muriendo joven. Como lo expresó el escritor británico de GQ Matt Glasby, Jenny es la “figura de madre-madonna-puta clásica” que “en última instancia le brinda la redención a Forrest al tirárselo, engendrándole un hijo que es inteligente (Haley Joel Osment) y luego, convenientemente para los fans de películas que terminan, muriendo”.
Crash (2004)
El drama criminal de Paul Haggis arrasó en la 78a entrega de los Premios de la Academia, con seis nominaciones, de las que ganó tres por Mejor Película, Mejor Guion Original y Mejor Edición. Sin embargo, Crash ha sido criticada por ser demasiado simplista al retratar las relaciones raciales y los estereotipos raciales. En 2009, al enlistar las Peores Películas de la Década, la escritora de Atlantic Ta-Nehisi Coates dijo: “No creo que haya un solo ser humano en Crash. En su lugar, tenemos argumentos y propaganda chocando violentamente entre sí, impresionados por su propia excentricidad. (’Hey, mira, soy un ladrón de autos negro al que no le gusta que lo estereotipen’). Pero más que una mala película, Crash, que ganó un Oscar (!), es la apoteosis de una suerte de multiculturalismo irreflexivo, indiferente y nihilista”.
Gone with the Wind (1939)
Pocas películas han sido reevaluadas como lo ha sido Gone with the Wind. Nominada a 13 premios de la Academia, de los que se llevó 10, y con Hattie McDaniel convertida en la primera mujer negra en ganar un Oscar, la epopeya histórica podría haberse considerada progresista para su época, pero definitivamente no ha envejecido bien. (Muchos recordarán que cuando se lanzó HBO Max el año pasado, retiró por un breve periodo la película de la plataforma, argumentando la necesidad de “una explicación y una denuncia” de la representación de las relaciones raciales hecha en la cinta. Y, cabe decir, cuando se estrenó en 1930, hubo fuertes protestas contra ella por ser racista). De hecho, incluso el director John Ridley escribió un artículo de opinión para Los Angeles Times presionando para que el filme fuera eliminado por completo de HBO Max. “Es una película que glorifica el sur anterior a la guerra”, escribió Ridley, quien ganó un Oscar por el guion de 12 Years a Slave. “Es un filme que, cuando no ignora los horrores de la esclavitud, se detiene solo para perpetuar algunos de los estereotipos más dolorosos de la gente de color”.
Kayleigh Donaldson de ScreenRant también comentó sobre los errores históricos de la película: “El KKK es mostrado como heroico... Mammy, interpretada por Hattie McDaniel, fue vista como la ejemplificación del arquetipo de la Mammy, un estereotipo de la mujer negra hogareña que adora a su jefe/dueño blanco. La cinta pasa por alto la esclavitud en su conjunto, y la Guerra Civil es vista como una lucha por los valores tradicionales más que por el derecho por literalmente poseer personas negras, y luego los esclavos mostrados en pantalla en su mayoría encajan con el estereotipo del esclavo feliz, de hombres y mujeres negros que estaban encantados con su suerte en la vida, vistos como demasiado irresponsables para trabajar y vivir libres de propiedad”.
Etse artículo fue publicado originalmente en 2019.