Por qué ‘The Power of the Dog’ debería ganar el Oscar a Mejor Película
Sombrío, sutil y exuberantemente filmado, el drama ambientado en Montana de Netflix es el regreso vertiginoso de una directora cuyo último largometraje se estrenó hace más de una década. Los Premios de la Academia podrían brindar la oportunidad perfecta para darle a una de las cineastas más destacadas del mundo lo que le corresponde, escribe Leonie Cooper
Puede que Sam Elliott no haya disfrutado de la tensión sexual latente y de las grandiosas y gloriosas vistas de The Power of the Dog, pero el veterano actor es prácticamente el único. El primer largometraje de Jane Campion en 12 años se deshizo de los tropos entusiastas de los westerns tradicionales y lo sustituyó con algo mucho más sutil y tenso. “La fascinación de The Power of the Dog reside en su ambigüedad y la profundidad de su caracterización”, escribió Geoffrey Macnab en la reseña de The Independent en septiembre de 2021. “Nada es obvio aquí, ni siquiera el título”. Tal complejidad permitió a Benedict Cumberbatch y Kirsten Dunst lograr las mejores interpretaciones de sus carreras, mientras que la estrella emergente Kodi Smit-McPhee consiguió una muy merecida nominación a Mejor Actor de Reparto por su rol como un joven atribulado que está aceptando el suicidio de su padre y es molestado por su afeminamiento.
En una de esas adaptaciones que parecen destinadas a nunca realizarse, la novela de 1967 de Thomas Savage había sido considerada cinco veces por varios productores a lo largo de los últimos 50 años. En cierto punto, Paul Newman tuvo la intención de llevar el libro a la pantalla grande, pero fue Campion quien finalmente lo consiguió, y trabajó en el guion mientras mantenía correspondencia con la autora Annie Proulx, cuyo cuento “Brokeback Mountain”, que se convirtió en una exitosa película en 2005, se basó en gran parte en la novela original de Savage.
Al igual que la muy esperada adaptación, The Power of the Dog es una cinta que se toma su tiempo. Lo que al principio podría confundirse con un ritmo más bien pesado es, de hecho, Campion mostrando sus músculos al estilo de Frank Lloyd Wright, usando la compresión y liberación de la misma forma en que el aclamado arquitecto hizo con sus grandes casas de la década de 1920. “Es una especie de postwestern, como una historia de rancho”, explicó Campion a IndieWire. “Nadie tiene una pistola”.
La película aborda la masculinidad y la sexualidad de una manera tranquila y contemplativa. Esto fue lo que evidentemente no le intereso tanto a Elliot, estrella de la película de 1993 Tombstone. “¿Dónde está el western en este western?”, resopló. “Quiero decir, Cumberbatch nunca salió de sus malditas chaparreras… cada maldita vez que llegaba de algún lugar, nunca estaba a caballo, entraba en la maldita casa, subía las malditas escaleras, se acostaba en su cama, en sus chaparreras, y tocaba el banjo”. En vez de ver cowboys cabalgando por las llanuras y disparándose unos a otros, vemos al malhumorado Phil Burbank (Cumberbatch) siendo vulnerable y nadando desnudo en un arroyo, acumulando revistas de hombres musculosos en el bosque, y acariciando su preciada silla de montar, un regalo del hombre que amaba. En vez de chicas alegres emperifolladas columpiándose de los postes de la cama en un burdel, tenemos a Rose Gordon (Dunst), una viuda recientemente vuelta a casar sucumbiendo rápidamente en el alcoholismo. Nadie en The Power of the Dog es feliz. Todos están solos y todos quieren algo que no pueden y saben que nunca van a tener.
Si todo esto suena un poco sombrío, bueno, es porque lo es. Pero el increíble ojo de Ari Wegner le otorga a los taciturnos procedimientos una cierta exuberancia. La segunda mujer en la historia en ser nominada a Mejor Fotografía (y, con 37 años, una de las más jóvenes), Wegner se inspiró en las amplias tomas de principio de siglo de Montana que realizó la fotógrafa pionera británica Evelyn Cameron. Pero a pesar de su ambientación en el oeste estadounidense, la película en realidad fue grabada en Nueva Zelanda, de donde Campion es originaria.
Para una película tan envuelta en las dificultades de la masculinidad tóxica, The Power of the Dog tiene envidiables credenciales feministas, convirtiendo a Campion en la primera mujer en ser nominada dos veces al Oscar a Mejor Director. Perdió en 1993 con The Piano ante Schindler’s List de Steven Spielberg, pero el 2022 parece ser finalmente el año de Campion.