Reseña de ‘Beetlejuice 2’: Tim Burton regresa con estilo visual, pero pierde el rumbo en la narrativa
Se podrían compilar algunos cortometrajes brillantes a partir de las mejores secuencias, pero con esta secuela que lleva 36 años gestándose, deberíamos cuestionarnos el sentido moderno de la narración de Tim Burton
“Qué impredecible es el más allá”, suspira Astrid, la adolescente interpretada por Jenna Ortega, a mitad de la esperada secuela de Beetlejuice de Tim Burton. De hecho, podría decir lo mismo de la película en la que participa. Esta secuela, que lleva 36 años gestándose y se estrenó fuera de concurso en el Festival de Venecia, es un esfuerzo poco consistente. Hay chistes maravillosos y algunas payasadas agradablemente grotescas de la estrella Michael Keaton, mientras que la inventiva visual de Burton lo sigue acompañando. Pero su capacidad para contar una historia coherente es muy dudosa.
Aquí se superponen varias líneas argumentales diferentes. La familia Deetz, perseguida por fantasmas en la primera película después de mudarse a una enorme casa en Connecticut, se reúne para el funeral de su patriarca, que al parecer fue devorado por un tiburón durante una expedición de observación de aves.
Lydia (Winona Ryder), quien antes fue una adolescente rebelde, ahora es una adulta insegura y adicta a las pastillas que trabaja como conductora de un programa de televisión paranormal, un trabajo inspirado en su capacidad para ver demonios. Su madrastra Delia (Catherine O’Hara) sigue siendo una pretenciosa artista conceptual. Su hija Astrid, por su parte, estudia en un elegante internado donde sufre de acoso escolar. Lydia además está sufriendo la explotación de su sórdido gerente de negocios Rory (Justin Theroux), que está tratando de obligarla a casarse.
Mientras tanto, en el más allá, el depredador Betelgeuse de Keaton —un exorcista a la inversa, que los fantasmas contratan para expulsar a los humanos de sus moradas— escapa del acecho de su vengativa exmujer, Delores (Monica Bellucci), que quiere robarle el alma. La propia Delores es perseguida por Wolf Jackson, interpretado por Willem Dafoe, una estrella de acción fallecida convertida en detective fantasma.
Se aplican las mismas reglas que en la primera película. Si dices “Beetlejuice” tres veces, el fantasma aparecerá al instante para hacer travesuras. Después de su última experiencia, Lydia está desesperada por evitarlo a toda costa, pero debido a que Astrid está en peligro de muerte, no tiene más remedio que firmar su propio contrato diabólico con él.
Se podrían compilar cortometrajes brillantes a partir de las mejores secuencias. En un momento dado, Burton introduce una ráfaga de animación stop-motion. Una secuencia en blanco y negro es una parodia de la obra del maestro italiano del terror Mario Bava. (Resulta desconcertante que, en este punto, los personajes empiezan a hablar en italiano). Un salvajísimo bebé Betelgeuse hace acto de presencia, al igual que un perrito aterrorizado llamado Taco. También hay algunos efectos extremadamente sangrientos. (La escena de los intestinos que salen disparados reinventa el significado de “suelta la sopa”).
La producción y el diseño de vestuario son magníficos, pero el guion de la película, a cargo de Alfred Gough y Miles Millar, es incoherente. En algunos momentos, la comedia anárquica da paso a un sentimentalismo sorprendentemente burdo, mientras que la actuación a veces deja mucho que desear. Bellucci hace una entrada tremenda, cosiendo y engrapando su propio cuerpo desmembrado, mientras que Danny DeVito tiene un cameo memorable como un conserje del más allá gruñón y racista que se queja de la cantidad de extranjeros en el infierno. Sin embargo, Ortega, que se reencuentra con Burton tras su colaboración en la serie de Netflix Merlina, ofrece una interpretación relativamente convencional y contenida como la hija malhumorada. Al lado de Keaton, que vomita, gime y sonríe como un loco, no puede evitar parecer un poco sosa y puritana.
Los realizadores también parecen partir de la base de que todo el mundo vio la original. Pero es una suposición peligrosa, dado el tiempo que ha pasado entre ambas películas. Los espectadores novatos podrían sentirse desconcertados por algunos de los acontecimientos. No es una experiencia amena en absoluto.
Director: Tim Burton Reparto: Michael Keaton, Winona Ryder, Jenna Ortega, Catherine O’Hara, Monica Bellucci, Justin Theroux, Willem Dafoe. Clasificación PG-13 (algunos materiales pueden ser inapropiados para niños menores de 13 años), 105 mins.
Beetlejuice Beetlejuice se estrena en cines el 6 de septiembre
Traducción de Michelle Padilla