‘Emilia Pérez’: la favorita al Óscar no respeta la experiencia trans, y Selena Gomez no encaja

En este musical dramático de crimen, el director Jacques Audiard hace esfuerzos que se sienten apasionados pero superfluos

Clarisse Loughrey
Viernes, 29 de noviembre de 2024 06:17 EST
Emilia Perez teaser trailer
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Emilia Pérez es una película que llama la atención. Este florido musical en español de Netflix, candidato a ganar el Óscar a mejor película, es obra del cineasta francés Jacques Audiard. En el filme, Zoe Saldaña, vestida a la moda e iluminada con focos, participa en una cena benéfica. Se arrastra por las mesas, se sienta a horcajadas sobre los miembros de élite adinerada y tira de sus corbatas. Es una secuencia de fantasía, una expresión de su repulsión hacia la hipocresía de los presentes en la sala. Los comensales están allí para honrar a los desaparecidos y asesinados de México, las víctimas de los cárteles, todo ello mientras se embolsan sobornos y ofrecen favores a los responsables. “Toda esta gente habla. Ahora van a pagar”, sisea el personaje de Saldaña.

Audiard tiende a ese tipo de sentimiento directo e intenso en sus películas; ya sea en los repentinos estallidos de violencia que estallan en la prisión francesa de Un profeta (2009), o en De óxido y hueso (2012), donde Marion Cotillard interpreta a una entrenadora de ballenas que se recupera de una doble amputación de pierna repitiendo la coreografía de su espectáculo al ritmo de 'Firework' de Katy Perry. Pero los esfuerzos de Audiard no siempre dan resultado, y en Emilia Pérez se sienten apasionados pero superfluos.

El director, que por primera vez aparece acreditado como guionista único, tomó prestado un personaje que se menciona brevemente en la novela Écoute de Boris Razon, una traficante de drogas trans, y amplió su historia. La interpreta la estrella española de telenovelas Karla Sofía Gascón, cuya actuación fue celebrada en Cannes este año. Gascón se convirtió en la primera actriz abiertamente trans en ganar un premio importante en este festival de cine.

Emilia contrata a la abogada Rita Mora Castro (Saldaña) para que la ayude a someterse una serie de cirugías de reafirmación de género, y para que traslade a su esposa Jessi (Selena Gomez) y a sus hijos —que no saben nada de su transición— a otro país. A Jessi le dirán que su esposo ha muerto. Cuatro años después, los caminos de Rita y Emilia vuelven a cruzarse: Emilia quiere recuperar a sus hijos. También quiere crear una ONG para apoyar los casos de personas desaparecidas de los que ella misma puede haber sido responsable, y busca la absolución en los brazos de una de las esposas de las víctimas, Epifanía (Adriana Paz).

Pero a Audiard no parece interesarle representar la experiencia trans de forma genuina. En lugar de eso, presenta a Emilia y a su yo anterior a la transición como dos personas totalmente diferentes y desconectadas, como si solo viera a su protagonista trans como una metáfora, una oportunidad para explorar sus propias ideas sobre la renovación y las segundas oportunidades. Hay aquí un ligero aroma a esencialismo reductor de género: la noción de que la feminidad es pureza manifiesta.

Rita, quien ha dedicado su carrera a defender a hombres que asesinan a mujeres, también está en una cruzada por la absolución. Pero las conclusiones de Emilia Pérez al respecto son vagas y confusas, enterradas en el melodrama, y la película parece extrañamente indiferente a la forma en que estas mujeres siguen disfrutando de la riqueza que su propia inmoralidad creó.

En cuanto al reparto, Gascón y Saldaña atacan sus respectivos papeles con vigor y dedicación. Gomez, en cambio, parece un poco fuera de lugar, o al menos se le priva de la oportunidad de mostrar el carisma tranquilo, inexpresivo que la hace tan agradable de ver en la serie Only Murders in the Building.

Favoritas al Óscar: Karla Sofía Gascón y Zoe Saldaña en 'Emilia Pérez'
Favoritas al Óscar: Karla Sofía Gascón y Zoe Saldaña en 'Emilia Pérez' (Netflix)

La coreografía está a cargo de Damien Jalet, quien logró transmitir mejor el efecto inquietante que buscaba en el filme Suspiria de Luca Guadagnino. Por otro lado, el uso frecuente del canto hablado por parte de los compositores Camille Dalmais y Clément Ducol recuerda a la banda sonora de Annette (2021), compuesta por la banda Sparks, pero no tiene el sentido de la cohesión musical que sí vemos en esa película. El verdadero problema de Emilia Pérez es la falta de conexión. La música se convierte en solo música. Las palabras se convierten en meras palabras.

Director: Jacques Audiard. Protagonizan: Zoe Saldaña, Karla Sofía Gascón, Selena Gomez, Adriana Paz, Edgar Ramirez, Mark Ivanir. Duración: 132 min.

‘Emilia Pérez’ se estrenará en México el 23 de enero

Traducción de Sara Pignatiello

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