‘Wicked’: una película divertida y bien interpretada, pero ¿por qué luce tan mal?
Cynthia Erivo y Ariana Grande deslumbran con su extraordinaria capacidad vocal en esta adaptación del aclamado musical, pero quedan opacadas por una película excesivamente iluminada y filmada con la estética de un comercial de televisión
Wicked se siente como cualquier otra película y ahí radica su mayor problema. Aunque se presenta como la adaptación cinematográfica del célebre musical —inspirado a su vez en una novela de 1995— no tarda en vincularse directamente con el clásico de 1939, El Mago de Oz. La Ciudad Esmeralda y la Tierra de Oz de aquella obra maestra quedaron grabadas en el imaginario colectivo como mundos de ensueño llenos de colores vibrantes, íconos atemporales del vibrante y revolucionario proceso “Technicolor”, conocido por su capacidad para realzar los colores en el cine clásico. En contraste, Wicked parece haber sido rodada con el estilo de un anuncio para promocionar un Airbnb en Miconos.
Los personajes están iluminados desde atrás con tal intensidad que el público experimenta lo que sería seguir los acontecimientos mientras mira fijamente al sol. Aunque las actuaciones tienen gran fuerza y es evidente que se han invertido muchas horas de trabajo minucioso en los decorados, el director Jon M. Chu (responsable de En el barrio y Locamente millonarios) presenta su versión de Oz con una simplicidad que lo hace parecer tan corriente como cualquier calle urbana. Si alguna vez hubo una película que pidiera a gritos que Hollywood abandonara su obsesión por el realismo sobrio y carente de brillo, para recuperar el expresionismo vibrante, esa es Wicked.
En teoría, es puro espectáculo, con una carga emocional que depende casi por completo de la potencia vocal de Cynthia Erivo. Como protagonista, clava las icónicas notas altas de ‘Defying Gravity’, mientras da vida a Elphaba, la futura Bruja Mala del Oeste, enfrentándose a quienes la rechazan.
Glinda (Ariana Grande), la Bruja Buena del Norte, promete que esta será “la historia completa”. Sin embargo, la realidad es otra: es apenas la mitad de “toda la historia”.
Wicked: parte dos se estrenará en la próxima temporada navideña. El guion de Winnie Holzman y Dana Fox no se extiende más de lo necesario, en gran parte porque la primera parte abarca el núcleo esencial de la historia.
Elphaba, que nació con la piel de un tono verde y un gran potencial aún por desarrollar, enfrenta el rechazo de su padre (Andy Nyman). No obstante, mantiene una estrecha relación con su hermana Nessarose (Marissa Bode), quien suele ser tratada con desdén o compasión debido a su silla de ruedas. Ambas terminan en la Universidad de Shiz, donde también conocen a Galinda de las Tierras Altas. Más adelante, debido a giros en la trama, Galinda pasa a llamarse Glinda. Galinda fija de inmediato su atención en el príncipe Fiyero (Jonathan Bailey, quien aporta una dosis excepcional de Kenergía a su interpretación).
¿Elphaba nació destinada a la maldad o fue moldeada por las circunstancias? La novela original de Gregory Maguire se adelantó a la tendencia de explorar los orígenes de los villanos, que Disney adoptaría más tarde con tanto fervor. Sin embargo, su metáfora sobre la opresión política de los animales parlantes, aunque interesante, sigue siendo algo confusa en esta adaptación. Las historias sobre forasteros siempre tienen un impacto profundo y esta sobresale gracias a la autenticidad que Erivo aporta a su interpretación. Su excepcional talento vocal se fusiona con una sinceridad y una confianza en sí misma que se sienten genuinas y conmovedoras. Grande, con su impresionante habilidad vocal, demuestra además un talento natural para la comedia, que recuerda sus días en las series de Nickelodeon. En esta ocasión, lo aplica con una precisión impecable.
Jeff Goldblum deslumbra en su interpretación como el Mago, Michelle Yeoh aporta la dosis justa de intensidad al papel de la directora Madame Morrible, mientras que Bowen Yang y Bronwyn James arrancan carcajadas como los divertidos y leales secuaces de Galinda. El vestuario diseñado por Paul Tazewell y la producción artística de Nathan Crowley cumplen con las expectativas y destacan por su nivel de detalle y elegancia, verdaderamente exquisitos. Algunas secuencias, como ‘Popular’ de Galinda y ‘Dancing Through Life’ de Fiyero, logran una armonía perfecta, momentos en los que todo funciona y la película parece cobrar vida de manera repentina.
Sin embargo, resulta complicado ignorar la segunda parte de esta historia que se avecina, cargada con una abrumadora cantidad de explicaciones sobre cómo todo y todos en El Mago de Oz llegaron a su lugar en la narrativa. Wicked deberá aspirar a algo más grandioso y deslumbrar con mayor intensidad o podría quedar completamente eclipsada por el encanto eterno de un clásico inolvidable.
Director: Jon M Chu. Reparto: Cynthia Erivo, Ariana Grande, Jonathan Bailey, Ethan Slater, Bowen Yang, Marissa Bode, Peter Dinklage, Michelle Yeoh, Jeff Goldblum. Cert PG, 160 minutos.
‘Wicked: parte uno’ llega a los cines el 22 de noviembre
Traducción de Leticia Zampedri