Larry King: La famosa entrevista con Marlon Brando que incluyó un beso en la boca
King confesó que nunca pudo dejar de pensar en la entrevista que realizó a Brando
Los fanáticos celebran la vida y la carrera de la leyenda de la televisión Larry King, quien falleció a los 87 años.
El veterano periodista entrevistó a numerosas figuras públicas a lo largo de los años, incluidos Sir Paul McCartney, Barack Obama, Oprah, Prince, Elizabeth Taylor y Frank Sinatra.
Podría decirse que una de sus entrevistas más memorables, sin duda una de las que el propio King admitió que "no podía dejar de pensar", fue con Marlon Brando.
King visitó al difunto actor en su casa de Los Ángeles en 1994, una semana después de almorzar con él.
Aparentemente, Brando solo había aceptado hacer la entrevista para cumplir con una cláusula en su contrato con la editorial Random House, que requería que hiciera al menos una entrevista para promocionar su libro, Songs My Mother Taught Me.
Eligió al programa Larry King Live porque creía que el presentador del programa era “franco, sincero, directo e inexplorable”.
Su única petición fue que él y King tuvieran que almorzar antes de que las cámaras comenzaran a grabar.
Si bien King generalmente se aseguraba de que él no fuera el foco principal de sus entrevistas, le gustaba ser quien dirigiera la conversación.
Sin embargo, Brando estaba de buen humor; reclinándose con los pies descalzos sobre una otomana, procedió a interrumpir las preguntas de King, en un momento incluso pellizcándose la nariz.
La estrella de The Godfather convenció a King para que se uniera a él en un dúo, luego se inclinó para darle un beso en los labios.
Muchos años después de la entrevista, King les decía a los periodistas que no podía dejar de pensar en ello.
La entrevista aparentemente duró una hora y media; Brando se maquilló a sí mismo y sirvió champán a la producción.
“Era un tipo brillante y maravilloso”, declaró King a Sway's Universe en 2013. “No había nada en la casa que te dijera que era actor, ni Óscar ni fotos. Me dijo: 'Si alguien llegara a esta casa y me dejara 5 millones dos veces al año, nunca volvería a actuar'”.