‘900 días sin Anabel’: los detalles detrás del secuestro más largo de la historia de España
Anabel Segura tenía 22 años cuando fue secuestrada en Madrid en 1993
900 días sin Anabel, la última docuserie de Netflix sobre crímenes reales, tiene tres capítulos que ahondan en los detalles de un caso que se convirtió en el secuestro más largo de la historia de España.
Anabel Segura tenía solo 22 años cuando fue secuestrada por Emilio Muñoz Guadix y Cándido Ortiz Añón en 1993. Durante casi tres años, todo un país se mantuvo en vilo mientras la policía la buscaba tanto a ella como a sus secuestradores.
En la serie, dirigida y coescrita por Mónica Palomero, se muestran grabaciones inéditas de las negociaciones entre los secuestradores y la policía. También se detalla cómo extorsionaban a la familia, y dan a conocer las 14 llamadas telefónicas realizadas por los secuestradores entre 1993 y 1995.
900 días sin Anabel, que llega a la plataforma este 22 de noviembre, es el último de los proyectos internacionales sobre crímenes reales de Netflix, luego del estreno de El caso Asunta y El hombre de los 1000 hijos.
¿Quién era Anabel Segura?
Anabel Segura Foles era una mujer de 22 años que vivía en La Moraleja, un barrio residencial lujoso del municipio de Alcobendas, situado en la Comunidad de Madrid.
Era la hija mayor de José Segura Nájera, un empresario del sector petroquímico, junto con Sigrid Foles, una mujer alemana. Además, era estudiante de Ciencias Empresariales Europeas en la universidad privada ICADE.
¿Qué le pasó a Anabel?
Segura fue secuestrada en la mañana del 12 de abril de 1993, mientras corría por su barrio ubicado al norte de Madrid. Llevaba puesto un conjunto deportivo y estaba escuchando música con su walkman. Muñoz Guadix y Ortiz Añón se detuvieron cerca de ella en una camioneta blanca y la retuvieron a punta de navaja.
La joven se resistió y, durante el forcejeo, perdió una de sus prendas y también su walkman. Finalmente, los secuestradores lograron meterla al vehículo y escaparon.
Un empleado que estaba trabajando en el barrio fue testigo de la secuencia, pero no pudo distinguir la matrícula de la camioneta sin sus lentes. De todas formas, llamó a la policía inmediatamente.
¿Quiénes eran los secuestradores?
Emilio Muñoz Guadix, que trabajaba como repartidor para una empresa de paquetería, se había mudado desde Vallecas (Madrid) hacia el municipio de Pantoja (Toledo) con su esposa, Felisa García, y sus hijos.
Ortiz Añón era plomero y amigo de la infancia de Muñoz Guadix. Se había mudado a Escalona, también en la provincia de Toledo.
¿Anabel fue asesinada?
Tras ser secuestrada, Segura estuvo cautiva en una fábrica abandonada de Toledo, ubicada a una hora de Madrid. Trató de escapar, pero no lo logró y, según el medio de comunicación laSexta, fue asesinada seis horas después. Su cuerpo fue enterrado cerca de la fábrica, en el municipio de Numancia de la Sagra.
Sin embargo, los secuestradores fingieron que Segura estaba viva durante más de dos años para extorsionar económicamente a su familia.
¿Por qué la secuestraron?
Dos días después de que Segura fuera secuestrada y asesinada, Muñoz Guadix y Ortiz Añón llamaron por primera vez al abogado Rafael Escudero, que representaba a la familia de la víctima, y le pidieron una suma de 150 millones de pesetas españolas, el equivalente a 945.000 dólares.
Entre abril y septiembre de 1993, los captores se pusieron en contacto 14 veces con la familia de Segura para pedirles dinero a cambio de su liberación. Incluso el padre de la víctima llegó a hipotecar su casa y a ofrecer 15 millones de pesetas (94.498 dólares) a quien les diera alguna pista sobre el paradero de su hija.
Al menos en dos ocasiones, los abogados de la familia acudieron a un lugar de encuentro acordado con los secuestradores para entregarles el dinero, pero ellos nunca aparecieron.
Tres meses después del asesinato de Segura, Muñoz Guadix y Ortiz Añón le enviaron a la familia una grabación en la que se escuchaba la supuesta voz de la joven, que aseguraba que estaba bien y pedía a gritos que la llevaran a su casa.
Sin embargo, más tarde se supo que la mujer que hablaba era en realidad la esposa de Muñoz Guadix, García.
Por primera vez en España, la policía decidió hacer pública la grabación para que la población colabore con la identificación de la voz de las personas. Al escucharla en televisión, un vecino de Escalona identificó la voz de Ortiz Añón.
En consecuencia, el 28 de septiembre de 1995, detuvieron a Ortiz Añón y a Muñoz Guadix junto con su esposa. Finalmente, encontraron el cuerpo de Segura el 30 de septiembre, 900 días después de su desaparición, en la fábrica abandonada.
¿Dónde están los secuestradores hoy en día?
Tras su detención, Muñoz Guadix y Ortiz Añón fueron condenados por el Tribunal Provincial de Toledo a 39 años de prisión, y, luego, el Tribunal Supremo elevó las penas a 43 años. García, por su parte, cumplió seis meses de prisión por encubrir el secuestro y hacerse pasar por Segura.
Según La Vanguardia, a dichas penas se les agregaron los agravantes de alevosía, privación ilegítima de la libertad e intento de estafa.
Ortiz Añón cumplió los 10 primeros años de su condena en la prisión de Ocaña, en Toledo, pero falleció en 2009 a sus 48 años tras sufrir un infarto. Muñoz Guadix estuvo preso en la cárcel Herrera de La Mancha, en la provincia de Ciudad Real, al sur de Toledo, pero fue liberado en 2013, luego de cumplir 18 años tras las rejas.
Cuando salió de la cárcel, Muñoz expresó en una entrevista que no era una persona peligrosa y se arrepintió de sus acciones. En diálogo con laSexta, explicó que el motivo del secuestro fue “meramente económico”.
Al respecto, manifestó: “Cometí un grave error, que, a diferencia de otros, acepté desde el primer momento, y ya está”. Agregó: “Lo siento, siento mucho lo que sucedió, ya lo dije en el juicio, daría diez años de mi vida porque esto no hubiera pasado”.
900 días sin Anabel ya está disponible en Netflix.
Traducción de María Luz Avila