Reseña de ‘Love is Blind’: los pormenores de lo que ocurrió en el final de la segunda temporada
Las parejas llegaron al momento de “ahora o nunca” al final de la segunda temporada de la exitosa serie de Netflix
En 2022, algunas personas podrían mirar con desprecio la relevancia del matrimonio, pero Love is Blind utiliza con orgullo a esta institución como su eje central. Todos los caminos y todos los episodios conducen a esta tensa conclusión de 75 minutos, donde la audiencia descubre si dos personas prácticamente desconocidas pueden comprometerse a tener una vida en común luego de comprometerse sin haberse visto nunca cara a cara. Es una decisión intensa, pero una parte esencial de lo que convierte a este experimento en algo tan extraordinario.
En el episodio final, cinco parejas se disponen a tomar una gran decisión ante el altar. Después de ver a estos tortolitos esperanzados conocerse y aprender más sobre las peculiaridades e inseguridades el uno del otro, el final podría haber resultado en 10 “Sí, acepto”, pero también en ninguno. Aunque muchas de las conexiones emocionales parecen genuinas, los tipos de personalidad incompatibles, las diferentes perspectivas sobre el mundo y sí, los niveles desiguales de atracción mutua significan que no hay garantía de cómo terminarán estas bodas.
Advertencia: a continuación hay spoilers del final de la segunda temporada de Love is Blind.
Es cierto que los reality shows pueden manipular cuán “reales” son las imágenes que se le presentan a la audiencia, pero el hecho de que Love is Blind se apoya en un compromiso legal y, en muchos casos, espiritual y religioso, es útil para aterrizar este concepto alocado. Gracias a sus lágrimas, sus labios temblorosos y sus voces dubitativas, queda claro que el elenco se toma este proceso en serio. Hay sentimientos reales y egos reales que salen lastimados cuando las cosas no resultan según lo esperado.
“Me acabo de casar con la mujer de mis sueños”, dice un sonriente Jarrette, después de que su padre, el pastor, realizara con éxito la ceremonia para él y su nueva esposa Iyanna. “Estoy en la cima del mundo en este momento”. Aunque tuvieron un bache en su camino hacia la felicidad conyugal (a saber, cuando a Jarrette le gustó primero su compañera Mallory), es conmovedor ver su alegría compartida ante la perspectiva de comenzar una nueva vida juntos.
Sin embargo, los momentos más satisfactorios del episodio llegan con las personas que dicen que no. Con una audiencia conformada por su familia, amigos y millones de suscriptores de Netflix en todo el mundo, debe haber una inmensa presión para decir “sí” con la finalidad de que las cosas resulten sin contratiempos. Pero no todos lo hacen. Tomemos como ejemplo a Deepti y Shake: en las “cápsulas” de citas, donde hablaron durante días antes de conocerse en persona, crearon un vínculo profundo gracias a sus muchas similitudes. Uno de ellos habló sobre su ascendencia india y confesó haber salido principalmente con personas blancas y rubias antes de este experimento. En muchos sentidos, ellos podían haber sacado el mayor provecho del programa; a pesar de que ambos estaban haciendo una excepción de su “tipo”, ¿podrían construir un vínculo de por vida?
“En el pasado, he huido de mi cultura y de las mujeres indias, pero en este momento estoy aceptando lo que soy”, admitió Shake en su boda, que estuvo llena de vestimentas y costumbres tradicionales. Pero aunque el hecho de que Shake se sienta orgulloso de su herencia es algo positivo, él parece considerar a Deepti como un mero elemento de la trama en su desarrollo personal, en lugar de alguien a quien aprecie por derecho propio. A lo largo de la temporada, Shake ha expresado sus temores de no sentirse atraído hacia su prometida, a pesar de que aprecia profundamente su personalidad. En algunos momentos, incluso se refirió a ella y dijo que la sentía “como una tía” para él (la cual no es precisamente la reacción romántica que uno esperaría provocar).
Afortunadamente, Deepti no tendrá que volver a ver este vídeo con la certeza de que su esposo se casó con ella movido por un sentido del deber, y no por el deseo. Al percibir la indecisión de Shake, ella rechazó su mano en matrimonio: “Merezco a alguien que tenga la certeza. Entonces, me elijo a mí misma y voy a decir que no”. Fue un momento poderoso, especialmente cuando la madre de Deepti corrió para brindarle a su hija todo su apoyo en una decisión desgarradora pero necesaria.
El desmoronamiento de la relación de Natalie y Shayne en el momento del “Sí, acepto” también se sintió como una bocanada de aire muy necesaria. A pesar de sus afirmaciones de que son el “mejor amigo” el uno del otro, su noviazgo parecía frágil e incorrecto desde el principio. Además, una pelea en la noche anterior a la ceremonia no ayuda. Después de que Shayne declaró que ella es “lo peor que le ha pasado”, Natalie se da cuenta de que sus problemas son demasiado grandes para pasarlos por alto solo para salvar una boda. “Cuando estaba de pie en el altar con Shayne, mirándolo, me sentí nerviosa y asustada”, admitió ante la cámara. “Realmente lo amaba, pero creo que el amor solo puede llegar hasta cierto punto”. Es un alivio. Pero el hecho de que sin la pelea probablemente se habrían casado (y posiblemente divorciado para el momento de la transmisión) es un poco preocupante. Quizás las personas no deberían animarse tanto a tomar una decisión que les cambie la vida con alguien a quien apenas conocen después de seis semanas de constante agitación emocional.
Aunque careció de algo de la magia que convirtió a la primera en un éxito, la segunda temporada de Love is Blind fue una aventura encantadora, de todos modos. En un momento en el que muchos buscan disfrutar de algo fácil e indulgente, el final de la segunda entrega de Love is Blind resulta ideal. Pero a pesar de todas las posturas del programa sobre el matrimonio como el objetivo final del amor, su verdadero éxito radica en mostrar que elegirse a sí mismo puede lograr el final más feliz de todos.