Primera temporada de ‘El juego del calamar’: ¿quién ganó, quiénes murieron y quiénes eran los enmascarados?
Tras el estreno de la segunda temporada de la exitosa serie distópica, Kevin E. G. Perry repasa los truculentos acontecimientos de la primera entrega
Cuando El juego del calamar llegó a nuestras pantallas en septiembre de 2021, su éxito en todo el mundo fue instantáneo. En solo cuatro semanas, la sangrienta serie distópica de supervivencia había acumulado 1.650 millones de horas de visionado, superando a Bridgerton como la serie más vista de la historia de Netflix.
Desde entonces, El juego del calamar ha dado lugar a varias producciones derivadas, incluido el reality show de competición Squid Game: The Challenge y un videojuego, Squid Game: Unleashed. Con la segunda temporada del thriller coreano ya disponible en las plataformas de streaming, aquí está todo lo que necesitas recordar sobre la apasionante primera temporada que enganchó al mundo.
Cuando comienza El juego del calamar, nos presentan a Seong Gi-hun (Lee Jung-jae), un chófer divorciado y adicto al juego con enormes deudas.
Un día, mientras tomaba el metro en Seúl, un hombre bien vestido invita a Gi-hun a jugar al ddakji, un juego infantil tradicional coreano que se juega con papel doblado. Juegan por dinero, y el hombre procede a ofrecerle la oportunidad de jugar más partidas con apuestas más altas. Cuando acepta, Gi-hun es sedado y acaba despertando en un dormitorio junto con otros 455 competidores, todos identificados únicamente por los números estampados en los conjuntos deportivos verdes que todos llevan puestos.
Llegan unos guardias enmascarados vestidos con overoles rosas, e informan a los jugadores que ganarán un enorme premio de 45.600 millones de wones (unos 31 millones de dólares) si tienen éxito en los próximos seis juegos. Las competiciones están supervisadas por El Líder, quien también va enmascarado y viste de negro.
El primer juego es “luz roja, luz verde”, un juego infantil tradicional en el que los jugadores deben avanzar hacia una línea de meta, a menos que se anuncie “luz roja”, en cuyo caso deben detenerse. El giro es que en este juego, cualquiera que sea sorprendido moviéndose es abatido al instante. La revelación de las consecuencias letales provoca pánico entre los concursantes, y muchos son asesinados. Con la ayuda de otros competidores, entre ellos su compañero de la infancia Cho Sang-woo (Park Hae-soo), Seong sobrevive.
Después de que más de la mitad de los 456 competidores iniciales murieran solo en la primera partida, muchos de los supervivientes exigen ser liberados. Se les dice que celebren una votación y, por una estrecha mayoría, deciden cancelar los juegos. De vuelta en Seúl, Gi-hun acude a la policía, pero su extravagante historia es desestimada por todos excepto por un detective, Hwang Jun-ho (Wi Ha-joon), cuyo hermano desapareció tras recibir una tarjeta de invitación a los juegos. Cuando los jugadores son invitados a reincorporarse a los juegos, Gi-hun —cuya madre está enferma y necesita una costosa operación— decide volver. Jun-ho le sigue, disfrazándose de guardia enmascarado, y se entera de que los juegos tienen lugar en una isla remota.
El segundo juego es Ppopgi, un delicado desafío en el que los jugadores deben desprender en 10 minutos una forma estampada (triángulo, estrella, círculo o paraguas) de una dalgona, un dulce callejero coreano con forma de círculo. A Gi-hun se le asigna la forma más difícil, el paraguas, pero consigue completar el juego lamiendo la parte trasera del dulce.
Uno de los competidores, un gángster llamado Jang Deok-su (Heo Sung-tae), mata a otro jugador tras ser acusado de robar comida extra. Cuando los guardias no reaccionan y el monto del premio aumenta, Deok-su y su pandilla se dan cuenta de que tienen inmunidad para matar a otros jugadores. Inician un motín en el que matan a más jugadores y el premio vuelve a subir. Una mujer llamada Han Mi-nyeo (Kim Joo-ryoung) se acuesta con Deok-su, pensando que así obtendrá su protección.
El tercer juego es el tira y afloja. Deok-su elige un equipo fuerte, excluyendo a Mi-nyeo, tras conocer de antemano la naturaleza del juego a través del Jugador 111, quien está extrayendo en secreto órganos de jugadores muertos a cambio de secretos del juego. El grupo de Gi-hun también sobrevive. El detective Jun-ho irrumpe en la oficina del Líder, donde se entera de que el juego lleva funcionando más de 30 años. Su hermano ganó el concurso en 2015. Se descubre el plan de extracción de órganos del jugador 111 y él y sus cómplices son asesinados.
El cuarto juego son las canicas. Los jugadores se emparejan y deben ganar todas las canicas de su compañero en un juego de su elección para sobrevivir. Gi-hun está emparejado con el Jugador 001, Oh Il-nam (Oh Yeong-su), un anciano con un tumor cerebral de quien se ha hecho muy amigo. Gi-hun cree que se ha aprovechado de la demencia de su amigo para ganar, pero en realidad el anciano es consciente del engaño y parece consentir que lo maten. En una sala privada, Jun-ho observa la llegada de personalidades extranjeras enmascaradas, que han estado apostando en los juegos, para presenciar las rondas finales.
El quinto juego consiste en cruzar un puente de cristal, en el cual algunos cristales ceden bajo el peso de los jugadores. Mi-nyeo se agarra al tambaleante Deok-su como venganza por su traición, y ambos caen y mueren. Solo tres jugadores consiguen cruzar el puente: Gi-hun, su amigo de la infancia Sang-woo y Kang Sae-byeok (Jung Ho-yeon).
Cuando se descubre que Sae-byeok quedó gravemente herida al cruzar el puente de cristal, Gi-hun intenta buscar ayuda. Mientras está fuera, Sang-woo la mata. Tras su regreso, Gi-hun intenta atacar a Sang-woo, pero es refrenado por los guardias. Entre bastidores, Jun-ho conoce al Líder y se queda atónito al descubrir que es su hermano. Después de que Jun-ho se niega a unirse a él, el Líder le dispara y cae al mar.
El sexto y último juego es el juego del calamar, el cual se desarrolla en un campo cuya forma se asemeja a la de un calamar. Gi-hun derrota a Sang-woo pero le ruega que detenga el juego. En lugar de eso, Sang-woo se suicida y le pide a Gi-hun que cuide de su madre.
Llevan a Gi-hun de vuelta a Seúl y le dan una tarjeta bancaria que le permitirá reclamar el dinero del premio. Se entera de que su propia madre ha muerto, y un año después aún no ha tocado el dinero por sentimiento de culpa. Tras recibir una misteriosa tarjeta de invitación, descubre que su viejo amigo Oh Il-nam, a quien creía muerto en el juego de las canicas, se encuentra ahora en su lecho de muerte en el mundo exterior. Para su sorpresa, Gi-hun se entera de que Oh Il-nam es en realidad el creador original del Juego del Calamar. Explica que organizó los juegos para entretener a gente aburrida y adinerada como él.
Hace una última apuesta con Gi-hun sobre el destino de un hombre que yace inconsciente en la calle, y muere poco después. Gi-hun da una parte del dinero del premio al hermano de Sae-byeok y le pide que cuide de la madre de Sang-woo. Decide viajar a Los Ángeles para reunirse con su hija, de quien está distanciado, pero antes de embarcar en su vuelo ve al mismo hombre bien vestido jugando al ddakji con un jugador desprevenido. Toma una de sus tarjetas de invitación y llama al número de teléfono. Habla con el Líder, quien le insta a volar a Los Ángeles, dejar atrás el juego y seguir con su vida; en cambio, Gi-hun decide dar la vuelta y regresar.
La segunda temporada retomará la historia a partir de ahí y seguirá a Gi-hun en su regreso al juego junto con nuevos participantes. Queda por ver si es capaz o no de acabar con el juego desde dentro, pero no esperes una resolución demasiado definitiva en los próximos siete episodios. Ya se está produciendo una tercera temporada de El juego del calamar.
La segunda temporada de 'El juego del calamar' se estrena el 26 de diciembre en Netflix
Traducción de Sara Pignatiello