Reseña de “The Staircase”: el drama de Colin Firth no está a la altura del documental original
Este remake ficticio de la miniserie de crímenes reales de 2004, protagonizado por Colin Firth y Toni Collette, es en cierto modo más concreto que el original, pero menos cautivador
En el mundo del crimen real, solo hay un puñado de textos canónicos. En cuanto a los libros, el prototipo es, quizás, In Cold Blood. Para las películas, Capturing the Friedmans. Y para el medio televisivo, bien podría ser la miniserie de 2004 de Jean-Xavier de Lestrade, The Staircase, un retorcido examen de esos dos grandes laberintos: el sistema de justicia penal estadounidense y la vida familiar.
El destino que inevitablemente le espera a todo documental narrativo de éxito -un remake hecho ficción- ha caído ahora sobre The Staircase, en forma de miniserie de ocho capítulos de Antonio Campos para HBO Max. Colin Firth encabeza el reparto como Michael Peterson, un veterano de la guerra de Vietnam y autor de novelas históricas, que se ve envuelto en un juicio por asesinato después de que su esposa Kathleen (Toni Collette) sea encontrada muerta al pie de una escalera. Él afirma que la mujer se cayó, pero la escena del crimen (parece que “la cabeza de la mujer explotó”, según la policía) cuenta una historia diferente. Y, atención, la recreación de varias hipótesis en The Staircase no debe verse después de una comida copiosa. Así comienza una prolongada saga legal, con la familia Peterson en el punto de mira, con indiscreciones y tragedias históricas que salen a la superficie.
Y la familia lo es todo aquí, como refleja el reparto. Sophie Turner, de Game of Thrones, interpreta a la hija adoptiva Margaret, mientras que Dane DeHaan, de The Amazing Spiderman 2, es el problemático hijo mayor Clayton (es un gran testimonio del régimen de cuidado de la piel de DeHaan que, a sus casi 40 años, todavía pueda interpretar cómodamente a un universitario). Olivia DeJonge, de The Society, Odessa Young, de Shirley, y Patrick Schwarzenegger, de State of California, completan el clan Peterson.
“Un consejo”, le dice a Michael su abogado, David Rudolf (un tranquilizador, como siempre, Michael Stuhlbarg), “mantén a tu familia cerca. Los necesitarás de tu lado”. Y mientras las arenas movedizas de las pruebas y las opiniones se arremolinan en la sala del tribunal, también lo hacen las frágiles relaciones de hermanos y padres en la mansión Peterson. Fuera del núcleo familiar, la serie ha reunido un reparto con algunos de los actores más infravalorados de la actualidad: además de Stuhlbarg, aparecen Parker Posey, Rosemarie DeWitt y Juliette Binoche. Pero, a pesar de la calidad de los actores secundarios, este sigue siendo el bebé de Firth. Tiene demasiado glamour innato como para captar plenamente el carácter sórdido de Peterson, pero comparten el mismo magnetismo fotogénico.
Con cualquier remake existe una inevitable pero perezosa tendencia a revisar el original, en lugar de la nueva encarnación. Pero lo que hizo de la versión documental de The Staircase una obra extraordinaria no fueron los detalles del crimen en sí (de hecho, para los estándares de la violencia televisada, todo es bastante mundano), sino el acceso sin precedentes al protagonista del juicio, Michael Peterson. Peterson era una presencia escurridiza en la narración, carismática pero cambiante, y la pregunta que se planteaba una y otra vez era: ¿cuánto de esto es una actuación? Y por muy competente que sea la actuación de Firth, el simple hecho de hacer ficción la historia elimina esa pregunta. La actuación es definitivamente una actuación. Borra el elemento de voyeurismo, esa sensación de que el espectador se convierte en el decimotercer miembro del jurado, y lo sustituye por algo más concreto pero totalmente menos cautivador.
“Quiero mostrar algo fuerte”, anuncia el Jean-Xavier de Vincent Vermignon (una versión del director del proyecto original, que se convirtió en una presencia de larga duración en la casa Peterson), “Con la defensa, la acusación, el juez, todos diciendo cosas diferentes sobre el mismo crimen”. Esa ambición, en manos de esta dramatización, es tan caprichosa como el protagonista del espectáculo. Campos aporta un gran atractivo visual al proyecto -intercalando, por ejemplo, escenas de una recaudación de fondos para la frustrada campaña de Peterson a la alcaldía con un recorrido por la escena del crimen a cargo de una escudería de expertos forenses-, pero nunca logra superar el viejo aforismo de que la verdad es más extraña que la ficción. “Todo hombre merece una segunda oportunidad”, declara Peterson, pero sería bueno que Hollywood recordara que, a veces, el primer esfuerzo es suficiente.
“The Staircase” se estrena el jueves 5 de mayo en HBO Max en EE.UU. y en Sky Atlantic y NOW en el Reino Unido.