¿Qué relación hay entre los alimentos ultraprocesados y el insomnio?
La falta de sueño es un problema que afecta a casi dos tercios de la población adulta y, principalmente, a los hombres
Según un estudio reciente, el consumo de alimentos ultraprocesados está relacionado con el insomnio crónico, el cual afecta a casi dos tercios de las personas adultas. Sus resultados podrían ser útiles para recomendar cambios en la dieta a fin de mejorar la salud mental.
En la investigación, publicada en la revista científica Journal of the Academy of Nutrition and Diatetics, se identificó una asociación entre el consumo de alimentos ultraprocesados y el insomnio crónico, independientemente de otros factores como la demografía, el estilo de vida, la calidad de la dieta y las características de salud mental.
“En una época en la que cada vez hay más alimentos altamente procesados y proliferan los trastornos del sueño, es importante evaluar si la dieta podría contribuir a la calidad del sueño, ya sea bueno o no”, afirmó Marie-Pierre St-Onge, autora principal del estudio.
Los alimentos ultraprocesados contienen ingredientes que normalmente no se encuentran en la cocina, como colorantes, conservantes, emulgentes, sabores artificiales y otros aditivos, y según las investigaciones previas, están asociados con una serie de enfermedades como la diabetes, el cáncer, los problemas de salud mental e incluso la muerte prematura.
¿En qué consisten los nuevos hallazgos?
En esta última investigación, se evaluaron datos semestrales obtenidos entre 2013 y 2015, pertenecientes a más de 39.000 personas adultas oriundas de Francia, y a los participantes se les pidió completar múltiples registros de alimentación durante 24 horas y proporcionar información sobre sus síntomas de insomnio.
Los resultados indicaron que quienes sufrían insomnio crónico consumían entre un 16 % y un 20 % de alimentos ultraprocesados como parte de su dieta, así como una prevalencia mayor entre los hombres.
Sin embargo, las investigadoras advirtieron de que los resultados eran observacionales y no establecían una relación causa-efecto.
“Aunque los datos no establecen la causalidad, nuestro estudio es el primero de este tipo y contribuye al conjunto de conocimientos existentes sobre los alimentos ultraprocesados”, afirmó Pauline Duquenne, otra de las autoras del estudio.
En cuanto a las limitaciones del estudio, las especialistas señalaron que los datos sobre el sueño fueron autoinformados por los participantes y que podría haber una clasificación errónea de algunos alimentos, por lo que destacaron la necesidad de realizar más estudios a fin de comprobar la causalidad y evaluar la asociación a lo largo del tiempo:
Al respecto, señalaron: “Este amplio estudio epidemiológico reveló una asociación estadísticamente significativa entre la ingesta de alimentos ultraprocesados y el insomnio crónico, independientemente de las covariables sociodemográficas, de estilo de vida, de calidad de la dieta y del estado de salud mental”.
Por último, comentaron: “Los resultados aportan ideas para futuras investigaciones longitudinales, así como para programas de intervención y prevención centrados en la nutrición y el sueño”.