Mi pareja quiere abrir la relación, ¿qué debo hacer?
Cada vez más parejas optan por relaciones abiertas
La no monogamia ética se está volviendo cada vez más común y muchas parejas optan por relaciones que se alejan del concepto monógamo tradicional. En este tipo de relación abierta, las personas pueden mantener encuentros sexuales con otros o desarrollar nuevas conexiones románticas. Así que, ¿qué harías si tu pareja te sugiriera explorar esta opción?
La terapeuta de relaciones registrada en la Asociación Británica de Asesoramiento y Psicoterapia (BACP), Charlotte Monk, señala que una conversación de este tipo probablemente despertará una gran variedad de “pensamientos y emociones” y ofrece su consejo a las parejas interesadas en explorar esta vía.
“Este tipo de situación debe manejarse con cautela, ya que puede generar inseguridades, miedos, resentimientos, pero también pasión, curiosidad e incluso fantasías sexuales”, explica.
“Se podría considerar que, en la sociedad moderna, el matrimonio está cargado de expectativas que a menudo se contraponen entre sí: se busca estabilidad, pero también espontaneidad; compromiso y seguridad emocional, pero sin perder el dinamismo ni la pasión sexual. Además, se espera seguridad financiera y responsabilidad familiar, sin dejar de ofrecer espacio para la autoexpresión y el crecimiento personal”.
“Para algunas parejas, explorar un matrimonio abierto puede aliviar parte de las presiones sociales y, en ciertos casos, reavivar una pasión que parecía desvanecerse. Me pregunto, ¿qué podría simbolizar esta apertura en el matrimonio? ¿Mayor intimidad emocional, satisfacción de deseos sexuales, una búsqueda de autoconocimiento o quizás una estimulación social? Cultivar la curiosidad mutua y compartir un propósito común fortalecerá la comunicación sincera y constante entre ambos”.
Cómo abordar el tema
Es crucial asegurarse de que ambos quieran tomar la decisión, comenta Monk.
“Si solo una persona desea un matrimonio abierto y la otra se siente presionada o forzada a aceptar, es probable que surjan tensiones que podrían comprometer la estabilidad de la pareja. El respeto mutuo es un pilar fundamental para que cualquier relación abierta funcione de manera saludable”.
Monk sugiere tener una conversación valiente y honesta: “Hablen abiertamente sobre por qué desean explorar un matrimonio abierto. ¿Qué beneficios imaginan y qué deseos esperan satisfacer? Al mismo tiempo, compartan sus miedos y preocupaciones más profundas”.
Por otro lado, una relación abierta unilateral —donde una persona se mantiene monógama mientras la otra busca nuevas experiencias— también puede ser una opción, señala Monk. No obstante, advierte que en este escenario, es vital que la persona que decide continuar con la monogamia sienta que su opinión tiene un peso real al establecer los límites, y que estos aseguren un equilibrio, una confianza y un sentido profundo de conexión dentro del matrimonio.
¿Qué hacer si no pueden llegar a un acuerdo?
“Si existe una diferencia de opiniones considerable, puede ser muy útil acudir a un terapeuta de relaciones capacitado y registrado, que esté familiarizado con las dinámicas de las relaciones no monógamas”, sugiere Monk. “Un espacio seguro, confidencial y libre de juicios es esencial para explorar estas complejidades”.
Si ambos están de acuerdo en abrir el matrimonio, Monk recalca que es “imperativo” tener una conversación detallada sobre las reglas y los límites que protegerán a cada persona tanto física como emocionalmente.
“En el aspecto físico, podrían discutir la importancia de practicar sexo seguro, el uso de métodos anticonceptivos y si el hogar será un espacio exclusivo para ustedes o si permitirá interacciones con otros. También es importante considerar qué comportamientos íntimos están dispuestos a compartir con otras personas: ¿hay ciertos gestos o experiencias que reservan solo para su relación, o será una situación completamente libre de restricciones?”.
La seguridad emocional es igualmente crucial. Monk propone reflexionar sobre algunas preguntas clave: “¿Prefieren saber quiénes son las otras parejas y dónde pasan el tiempo, o es mejor evitar esos detalles? ¿Estarían cómodos si su pareja se comunicara con otras personas por teléfono, mensajes o incluso saliera en citas? ¿Qué tantos detalles de su relación matrimonial compartirán con otros? ¿Se permitirán decir ‘Te amo’ a alguien más? Además, es esencial establecer límites claros sobre el tiempo y los recursos, como el dinero, que se destinarán a estas nuevas relaciones y actividades”.
No huyan ni teman las conversaciones difíciles; en cambio, enfréntenlas con valentía y asegúrense de confirmar regularmente cómo se sienten ambos en la relación. “Nadie está a salvo de sentir celos, resentimientos, dolor o inseguridades. Sin embargo, si estos sentimientos se pueden expresar abiertamente con tu pareja, es más probable que logren mantener una conexión profunda basada en la empatía y la vulnerabilidad compartida. Esto fortalece el vínculo matrimonial y prioriza la relación que han construido juntos. Por el contrario, si estos sentimientos se dejan sin resolver, el daño que causen podría ser irreparable”.
Monk opina que un matrimonio abierto, cuidadosamente negociado y acordado, “puede ser muy enriquecedor, ya que crea un espacio que permite la libertad de expresión, alivia tensiones y aporta satisfacción personal”.
Añade: “Esta apertura puede, de hecho, aumentar el aprecio mutuo entre los cónyuges. Sin embargo, es importante recordar que no es una opción adecuada para todos y no existe una fórmula única que funcione en cada relación”.
Al considerar una relación abierta, existen numerosos recursos en línea, libros, comunidades y terapeutas especializados que pueden ayudar a tomar una decisión informada.
Traducción de Leticia Zampedri