El deporte de la orientación podría ayudar a prevenir el deterioro cognitivo
Usar Google Maps para orientarse podría aumentar el riesgo del deterioro cognitivo asociado a la demencia, afirman los investigadores
Usar Google Maps para orientarse podría aumentar el riesgo de desarrollar demencia, según un nuevo estudio.
Un grupo de investigadores estudiaron los efectos de practicar la orientación, un deporte realizado al aire libre que pone a prueba la resistencia física y también puede entrenar el cerebro, ayudando a combatir el deterioro cognitivo.
El objetivo de la orientación es navegar entre puntos de control marcados en un mapa topográfico.
En la orientación competitiva, el desafío es completar el recorrido en el menor tiempo posible.
A raíz de un nuevo estudio, los científicos afirman que el deporte, que pone a prueba la resistencia física, la capacidad de orientación y la memoria, podría resultar ser una medida preventiva para combatir el deterioro cognitivo relacionado con la demencia.
Investigadores de la Universidad McMaster de Canadá creen que las demandas físicas y cognitivas de la orientación, que integra el ejercicio con la navegación, pueden estimular áreas del cerebro que nuestros ancestros utilizaban para cazar y recolectar.
Explicaron que el cerebro evolucionó hace miles de años para adaptarse al entorno hostil mediante la creación de nuevas vías neuronales.
Esas mismas funciones cerebrales no son tan necesarias para la supervivencia hoy en día debido a las comodidades que brindan las tecnologías modernas, como las aplicaciones de GPS y los alimentos fácilmente disponibles.
El equipo de investigación sugiere que es un caso de poner en práctica esas habilidades para no perderlas.
La directora del estudio, la profesora Jennifer Heisz, : "La vida moderna puede carecer de los desafíos cognitivos y físicos específicos que el cerebro necesita para funcionar en su estado óptimo".
“Dado que no usamos nuestra capacidad de navegación de forma activa, corremos el riesgo de perder esa arquitectura neuronal.”
La profesora Heisz, catedrática de investigación de Canadá sobre salud cerebral y envejecimiento en la Universidad McMaster, señala que perder la capacidad de orientarse es uno de los primeros síntomas del Alzheimer, incluso en la etapa menos aguda de la enfermedad.
Según el estudio, publicado en la revista PLoS One, el equipo de investigación encuestó a adultos sanos, de 18 a 87 años de edad, con diversos grados de experiencia en la orientación.
Las personas que participan en la orientación demostraron una mejor capacidad para la navegación espacial y una mejor memoria, lo cual sugiere que incorporar elementos del deporte de la orientación en los entrenamientos del día a día podría tener ventajas a lo largo de la vida.
La autora principal del estudio, Emma Waddington, una estudiante de posgrado que también es entrenadora y miembro del equipo nacional de orientación en Canadá, aclaró: "Cuando se trata del entrenamiento mental, las demandas físicas y cognitivas de la orientación tienen más beneficios en comparación con otros tipos de ejercicio”.
Explicó que la orientación es una actividad única porque requiere navegarse de forma activa mientras se realizan transiciones rápidas entre las partes del cerebro que procesan la información espacial de diferentes maneras.
Por ejemplo, leer un mapa depende de una perspectiva en tercera persona con relación al entorno.
Señaló que practicar la orientación requiere traducir rápidamente esa información (tu posición con relación al entorno), en tiempo real, a medida que recorres el camino.
Sin embargo, Waddington explicó que es una habilidad que los sistemas GPS han eliminado de la vida moderna: “Puede afectar no solo nuestra capacidad para navegar, sino también nuestra percepción espacial y nuestra memoria en general porque estas funciones cognitivas se basan en estructuras neuronales superpuestas.”
El equipo de investigación sugiere que hay dos formas simples de incorporar esa práctica en la vida diaria: apagar el GPS y usar un mapa para encontrar los caminos a la hora de viajar y desafiarte a ti mismo, al adoptar una nueva ruta para correr, caminar o andar en bicicleta.
Waddington agregó: “La orientación es en gran medida un deporte para toda la vida. A menudo hay participantes de diversas edades, entre los seis y los 86 años. Haber practicado este deporte desde hace mucho tiempo me ha permitido comprender el proceso detrás del aprendizaje de las habilidades de navegación y me ha inspirado para investigar la singularidad de la orientación y la importancia científica que el deporte puede brindar a la población de edad avanzada”