El frío trae un nuevo desafío para los restaurantes de Estados Unidos
A medida que las temperaturas comiencen a bajar, los restaurantes tendrán que convencer a los clientes de que vuelvan a sus espacios bajo techo, y nadie sabe cuántos lo harán.
Los restaurantes de Estados Unidos se están moviendo con cautela con el inicio del otoño, esperando que se mantenga su lenta recuperación a pesar del nuevo desafío del tiempo frío y de una pandemia que se espera que siga cobrando aún más vidas.
Nueva York abrió el miércoles el servicio bajo techo de sus restaurantes, limitando su capacidad al 25%. San Francisco podría hacer lo mismo esta misma semana. Chicago aumentará su aforo en interiores del 25% al 40% el jueves, pero sus restaurantes tienen prohibido todavía acomodar a más de 50 personas en un salón.
Es una dosis de realidad para una rama de la economía que pudo contener al menos algunas de sus pérdidas al permitir comensales en espacios al aire libre este verano, colocando mesas y sillas en aceras y estacionamientos y ofreciendo algo de lo que antes era normal.
Pero a medida que las temperaturas comiencen a bajar en todo el país, los restaurantes tendrán que convencer a los clientes de que vuelvan a sus espacios bajo techo, y nadie sabe cuántos lo harán.
La Asociación Nacional de Restaurantes dice que casi 100.000 establecimientos en Estados Unidos han cerrado sus puertas desde que comenzó la pandemia, lo que significa uno de cada seis. El futuro sigue siendo incierto para miles más.
El empleo repuntó en los últimos cuatro meses, pero todavía hay 2,5 millones de trabajadores de restaurantes menos que en febrero.
“Todos estamos un poco preocupados, pero ese también fue el caso cuando comenzamos a dar servicio al aire libre”, comentó Samantha DiStefano, propietaria de Mama Fox, un restaurante y bar en Brooklyn.
Mama Fox sólo tiene capacidad para 18 personas en interiores al 25% de su capacidad, por lo que DiStefano seguirá dependiendo en gran medida de sus 14 mesas al aire libre. Ella cree que muchos restaurantes de Nueva York no abrirán sus espacios bajo techo hasta que el límite alcance el 50% porque no pueden cubrir sus costos con sólo el 25%.
Mientras tanto, Mama Fox y otros negocios tratan de descubrir cómo aprovechar sus espacios al aire libre utilizando calefactores, carpas, iglús temporales e incluso mantas. Las lámparas caloríficas ya están escaseando.