Revelan los cambios inesperados que sufriría el planeta tras el impacto de un asteroide
Según una nueva simulación, tras la colisión con un asteroide de tamaño medio, la Tierra podría verse sumida en un frío y una oscuridad que alterarían radicalmente nuestra forma de alimentarnos —pero hay razones para tener esperanza
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Un asteroide de tamaño medio podría provocar cambios drásticos e inesperados en la Tierra, según una nueva simulación.
Una nueva simulación analizó lo que ocurriría si la Tierra colisionara con un asteroide de unos 500 m de diámetro, aproximadamente el mismo que el de Bennu, un cuerpo celeste real que se ha estudiado con gran detalle. Existe una probabilidad aproximada de uno entre 2700 de que se produzca una colisión de este tipo en 2182, y nuestro planeta es golpeado por asteroides de tamaño similar entre cada 100 y 200 mil años aproximadamente.
Los investigadores del nuevo estudio simularon lo que ocurriría con el clima terrestre si se produjera una colisión de este tipo, y cómo cambiarían el mundo los 400 millones de toneladas de polvo que podrían liberarse.
Descubrieron que tendría efectos dramáticos para los ecosistemas de la Tierra, los cuales podrían provocar escasez de alimentos y otros problemas. Pero también sugieren que podrían haber ventajas inesperadas.
En los tres o cuatro años siguientes al impacto, en el escenario más intenso, el Sol se atenuaría y enfriaría la superficie hasta cuatro grados, reduciendo las precipitaciones en un 15 % y agotando el ozono en torno a un 32 %. Pero se trata solo de mediciones promedio, y en determinadas zonas los efectos podrían ser mucho peores.
“El abrupto invierno de impacto generaría unas condiciones climáticas desfavorables para el crecimiento de las plantas, lo que provocaría una reducción inicial de entre el 20 y 30 % de la fotosíntesis en los ecosistemas terrestres y marinos. Esto probablemente causaría trastornos masivos en la seguridad alimentaria mundial”, afirmó Lan Dai, autor principal del estudio, en un comunicado.
Sin embargo, descubrieron que los océanos podrían ser más resistentes —y que incluso podrían prosperar. El plancton se recuperaría en solo seis meses, y luego su número aumentaría, de modo que la población podría ser aún mayor que antes del impacto.
Esto sería el resultado de la concentración de hierro en el polvo que caería en los océanos. Esto proporcionaría más alimento a las algas, que florecerían y atraerían grandes cantidades de los pequeños depredadores que se alimentan de ellas.
“El exceso de fitoplancton y zooplancton que vemos en la simulación podría ser una bendición para la biosfera y ayudaría a paliar la inseguridad alimentaria causada por la reducción más duradera de la productividad terrestre”, afirma Lai.
“En promedio, los asteroides de tamaño medio chocan con la Tierra cada 100-200 mil años. Esto significa que nuestros primeros antepasados humanos podrían haber experimentado algunos de estos cambios en el planeta, con posibles repercusiones en la evolución humana e incluso en nuestra propia composición genética”, afirmó Axel Timmermann, coautor del estudio.
El trabajo se recoge en un nuevo artículo, “Climatic and ecological responses to Bennu-type asteroid collisions”, publicado en la revista Science Advances.
Traducción de Sara Pignatiello