Aparece una nueva estrella que ilumina un fenómeno celestial “único en la vida”
T Coronae Borealis, conocida como la “estrella ardiente”, brillará brevemente con la misma intensidad que la Estrella Polar
Tras casi ocho décadas, una estrella se prepara para brillar nuevamente en el cielo nocturno.
Conocida como la “estrella ardiente”, T Coronae Borealis fue vista por última vez en 1946, tras una explosión en la constelación de la Corona Boreal. Los astrónomos la esperaban en septiembre, pero ahora aseguran que podría aparecer en cualquier instante.
El fenómeno celestial surge de la reactivación de una estrella extinguida hace siglos, situada a 3.000 años luz de la Tierra, que generará una explosión tan resplandeciente como la Estrella Polar. La nova, que brillará solo por unos días, desaparecerá de nuevo por 80 años.
“Estamos ante un acontecimiento único en la vida, que inspirará a una nueva generación de astrónomos y brindará a los jóvenes la oportunidad de observar un fenómeno cósmico, plantearse preguntas y recopilar datos por sí mismos”, declaró la doctora Rebekah Hounsell, investigadora científica adjunta especializada en novas del Centro Goddard para Vuelos Espaciales de la NASA, en Estados Unidos.
También destacó que, aunque algunas novas presentan ciclos recurrentes y breves, es poco común presenciar una explosión repetida durante la vida de una persona. “Es muy emocionante tener este asiento en primera fila”, añadió.
Este fenómeno celeste, registrado por primera vez en Alemania en 1217, se presenta como una breve pero intensa explosión visible a simple vista. Burchard de Ursberg, quien fue la primera persona en avistarla, la describió como “una estrella tenue” que brilló con gran intensidad por “un corto tiempo”.
Para detectar la nova, los aficionados a la observación del cielo deberán localizar a Arcturus y Vega, las dos estrellas más brillantes del hemisferio norte, y alinearlas de manera que la línea resultante apunte a la constelación de la Corona Boreal.
“Por lo general, las novas son tan débiles y distantes que resulta difícil identificar con precisión el punto exacto donde se concentra la energía de la erupción”, explica Elizabeth Hays, jefa del Laboratorio de Física de Astropartículas del Centro Goddard de la NASA.
Sin embargo, señaló que en esta ocasión, la proximidad de la nova permitirá “una observación más detallada” y los científicos “están preparados” para estudiar diversas longitudes de onda y recopilar datos que podrían esclarecer su estructura y los procesos involucrados. Según afirmó, existe una gran expectativa por los descubrimientos que podrían derivarse de este evento.
Este acontecimiento no será el único en octubre, ya que un “cometa del siglo” pasará cerca de la Tierra por primera vez en 80.000 años.
Traducción de Leticia Zampedri