¿Puede haber restos de un planeta desconocido debajo de la corteza terrestre?
Theia se estrelló contra la Tierra hace miles de millones de años y dio origen a la Luna. Sin embargo, según nuevas simulaciones por computadora, eso no fue todo.
Según una nueva investigación, podría haber restos ocultos de un planeta antiguo debajo de la corteza terrestre.
Algunos científicos creen que un “protoplaneta” llamado Theia se estrelló contra la Tierra hace unos 4.500 millones de años y, debido a esa colisión, una parte de nuestro planeta se convirtió en la Luna.
Pero eso no fue todo: según las investigaciones, algunos fragmentos de Theia habrían permanecido en el planeta, sepultados en lo profundo del manto terrestre.
Esto se basa en las nuevas simulaciones por computadora sobre la colisión, que fueron publicadas en una revista científica este miércoles.
Los hallazgos recientes permitirían explicar la existencia de dos grandes partes del manto terrestre a unos 2.900 km de profundidad, que no parecen moverse tan rápido como otras. Dichas regiones parecen ser entre un 2 % y un 3,5 % más densas que las áreas que las rodean, y los científicos se refieren a ellas como LLVP (grandes provincias de baja velocidad de corte).
También se cree que dichas partes serían fragmentos del propio manto de Theia que se conservaron en las profundidades de la Tierra después de la colisión. Los restos enormes del planeta desconocido se extendieron a lo largo de decenas de kilómetros de ancho y descendieron a las profundidades de la Tierra para formar esas enormes manchas.
Los investigadores sospechan que el manto de otros planetas podrían estar constituidos de la misma manera, ya que los impactos colosales como el que se produjo en la Tierra suelen ocurrir cuando los planetas crecen.
La idea de que la Luna se formó a partir del choque con un planeta antiguo es algo controvertida: no hay mucha evidencia directa al respecto y algunos materiales extraídos de la Luna han puesto la idea en duda. No obstante, explica algunos aspectos fundamentales de la Tierra y la Luna, como el hecho de tener un núcleo relativamente pequeño en el centro.
Los hallazgos de este estudio forman parte de un nuevo artículo publicado en la revista Nature, que se titula Moon-forming impactor as a source of Earth’s basal mantle anomalies (El impacto que dio origen a la Luna como fuente de las anomalías elementales en el manto terrestre).
Traducción de Michelle Padilla