Telescopio espacial James Webb: ¿Cuándo enviará las primeras fotos de las estrellas?
A pesar de haber tenido un lanzamiento exitoso, aún hay que seguir una serie de pasos complicados antes de que el telescopio James Webb envíe sus primeras imágenes de las estrellas en abril
El telescopio espacial James Webb de la NASA fue lanzado al espacio de manera segura, pero aún queda mucho por hacer antes de que se asome al pasado para echar un vistazo a los primeros momentos de la creación.
El telescopio, que es el más grande de su tipo, fue propulsado desde América del Sur el 25 de diciembre con el objetivo de escanear el cosmos en busca de los escurridizos restos de las estrellas y galaxias de 13.700 millones de años formadas a partir del Big Bang.
Después del lanzamiento, el telescopio tuvo que desplegar su parasol para dar sombra a su enorme espejo de 6,5 metros, seguido por el propio espejo para capturar la mayor cantidad de luz posible.
Webb debería llegar a su destino a 1 millón de millas (1,6 millones de kilómetros) de nuestro planeta en aproximadamente otras dos semanas, pero mientras tanto aún hay una serie de otras tareas relacionadas con el telescopio de US$10 mil millones que deben hacerse de manera impecable.
Mañana, los alerones del espejo principal, que ahora están completamente desplegados, deberán ajustarse durante varios días para que cada uno de los 18 segmentos del espejo se mueva desde su configuración original durante el lanzamiento para alinearse correctamente.
Este es el comienzo de un proceso de tres meses, que coincidirá con la puesta en marcha de sus instrumentos a medida que se enfríen a temperaturas menores a los cero grados, pero los espejos deberían alinearse en 10 días.
Luego sigue una corrección de rumbo planificada, que colocará al telescopio en un camino directo alrededor del segundo Punto de Lagrange Sol-Tierra. Estas son posiciones en el espacio donde las fuerzas gravitatorias de dos cuerpos, en este caso el Sol y nuestro propio planeta, producen una fuerte atracción y repulsión.
El segundo Punto de Lagrange (de los cuales hay cinco en total) es la esperanza para la nave espacial WMAP y el satélite Planck, y es un lugar ideal para los astrónomos porque una nave puede comunicarse con la Tierra al mismo tiempo que recibe energía solar.
Sin embargo, llegar a esa etapa es un desafío; si el telescopio es impulsado en demasía, no podría girar de nuevo hacia la Tierra, porque eso expondría directamente los componentes ópticos y la estructura del telescopio al Sol, sobrecalentándolos y provocando que el proyecto se aborte.
Para que el telescopio logre ponerse en posición, es necesario que Ariane, el cohete que utilizaron para lanzarlo, se quede corto al acomodarlo, y que luego utilice sus propios propulsores pequeños y un propulsor a bordo para ajustarse con delicadeza.
Finalmente, una vez que se haya completado ese proceso, Webb estará en órbita. Tomará varias semanas para que los instrumentos se enfríen a una temperatura en la que puedan operar con seguridad, y luego pasarán cinco meses en lo que se alinean los componentes ópticos y se calibran los instrumentos científicos.
Se espera que la alineación completa pueda completarse 120 días después del lanzamiento, aproximadamente el 24 de abril, dependiendo de qué tan fluido sea el procedimiento. Luego, Webb enviará una serie de “imágenes sorprendentes”, según lo descrito por Jane Rigby, científica del proyecto de operaciones de Webb en Goddard, para mostrar y probar las capacidades del telescopio.
Estas imágenes, aunque aún no se han decidido, incluirán estrellas, para verificar que el telescopio esté alineado correctamente, y una imagen de la Gran Nube de Magallanes, una galaxia satélite alrededor de la Vía Láctea, que demostrará la capacidad del telescopio para manejar varios tonos de luz brillante.
Afortunadamente, es probable que Webb continúe funcionando durante el doble de su vida útil estimada debido al combustible adicional que se mantiene en el telescopio, y que permanece allí debido al rendimiento eficiente del cohete Ariane. Ahora se espera que Webb funcione durante 20 años, en lugar de los diez pronosticados por la NASA.