Cómo hacer de tu jardín un entorno amigable para las abejas y otros animales salvajes
Haga un hogar para la naturaleza en su jardín, por grande o pequeño que sea
Ya sea que tenga un terreno suficiente como para dar envidia a la Reina, o un solo metro cuadrado de espacio que pueda llamar suyo, hay múltiples maneras, tanto grandes como pequeñas, de crear un entorno adecuado para que florezcan las plantas y la vida silvestre en su jardín. Desde colectores de agua hasta hoteles para bichos, éstas son algunas de las maneras de crear un santuario adecuado para que los seres humanos, los animales y las plantas coexistan en armonía.
Deje que su espacio verde se vuelva salvaje
Aunque un jardín bien cuidado puede ser una perspectiva atractiva para los que tienen césped, considere la posibilidad de mantener al menos una parte salvaje y con mucha vegetación. Cortar el césped puede eliminar fuentes esenciales de alimento para los polinizadores, como las abejas, cuya existencia es crucial para cultivar algunos de nuestros alimentos favoritos y mejorar la calidad de las cosechas.
Plantlife, la organización benéfica para la conservación de las plantas silvestres, ha lanzado incluso un mes entero -el “mayo sin cortar”- para animar a la gente a dejar sus jardines salvajes para fomentar la vida silvestre. Ian Dunn, director general de Plantlife, dijo: “Cortar la hierba menos y más tarde es estupendo para la naturaleza. Un enfoque más relajado a la hora de cortar el césped beneficia a las plantas, los polinizadores, las personas y el planeta. No sólo florecen las flores silvestres, creando una abundancia botánica para las abejas y mariposas que dependen de ellas, sino que también se reducen las emisiones climáticas de los cortacéspedes, y la gente “recupera” tiempo para disfrutar de la vida silvestre del jardín y conectar con la naturaleza”.
Sin embargo, si quieres recortar las zonas con exceso de vegetación, espera a la primavera para que los minibichos que se resguardan del frío puedan seguir adelante.
Introduzca agua
Una fuente de agua limpia y segura es vital para la fauna, especialmente durante los calurosos meses de verano. Incluso un plato de agua que se cambie regularmente puede ofrecer un lugar para que la fauna se bañe y beba.
Los que tengan más espacio pueden considerar la posibilidad de instalar un estanque o una fuente de agua, que puede ser un hábitat importante para anfibios e invertebrados, como ranas, sapos y tritones. Asegúrate de dejar lados poco profundos y/o una ruta de salida segura para que las criaturas entren y salgan del agua, como un trozo de pizarra o una rama resistente.
Crea hogares para la fauna
Dejar parte de tu jardín en estado salvaje no sólo ayuda a los polinizadores, sino que proporciona un hogar a todo tipo de fauna para esconderse y reproducirse. Crear un jardín que atraiga a los insectos atraerá, a su vez, a criaturas que se alimentan de ellos, como erizos, murciélagos, pájaros y sus polluelos.
El cambio climático, los insecticidas, los herbicidas, la contaminación lumínica, las especies invasoras, los cambios en la agricultura y el uso de la tierra están provocando que la Tierra pierda entre el uno y el dos por ciento de sus insectos cada año, afirma el experto en insectos David Wagner, entomólogo de la Universidad de Connecticut. Una forma de contrarrestarlo es crear un hotel de insectos para animarlos a vivir e hibernar en el jardín o el balcón. Para ello, basta con dejar montones de madera, ramitas, piedras, recortes y composta, maná del cielo para criaturas diminutas, como escarabajos y arañas, que pueden esconderse y alimentarse en estos montones en descomposición, así como hongos y musgo.
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Elija setos en lugar de las vallas
El humilde seto está en declive desde el final de la Segunda Guerra Mundial, con pérdidas del 50% en algunas partes del país, según la RSPB. Con sus beneficios para la vida silvestre, el suelo y el medio ambiente, considere la posibilidad de plantar un seto, es decir un arbusto, planta o árbol, en lugar de erigir una valla. Los setos proporcionan un hogar y un refugio vitales para los pájaros que se posan y anidan, los ratones que cosechan y los murciélagos que se alimentan, así como el querido erizo. Asegúrate de dejar un espacio cerca de la parte inferior para que los erizos puedan desplazarse.
Evita los pesticidas
El profundo impacto de los plaguicidas en la fauna y la naturaleza de todo el mundo es bien conocido, desde que las abejas se vuelven “adictas” a los plaguicidas, que son una de las principales causas de su declive, hasta que el imidacloprid provoca un dramático descenso de las poblaciones mundiales de aves cantoras. En lugar de dañar el delicado ecosistema de tu espacio verde, considera enfoques más naturales para el control de plagas, como la plantación acompañante. Se trata de plantar una segunda planta junto a otra para repeler las plagas o alejarlas actuando como planta de sacrificio. A las babosas no les gustan las tuberías de cobre ni las cáscaras de huevo, así que introdúcelas en tu jardín si resultan un problema, mientras que rociar las plantas con agua o una solución jabonosa ligera y no tóxica puede erradicar los pulgones.
Alimentar a los pájaros
Los pájaros son una parte importante del ecosistema de tu jardín, así que tiene sentido cuidarlos. Las bolas de grasa ricas en proteínas son el tentempié preferido de nuestros amigos emplumados durante la primavera, así que abastécete para mantenerlos contentos (en invierno, les gustan las semillas, claro). Asegúrate de colocarlo en un espacio seguro y protegido, lejos de los gatos. Si tienes espacio, una caja para pájaros en una zona alta y protegida también les ayudará a prosperar. Además, escuchar el canto de los pájaros aumenta el bienestar de las personas, según un estudio realizado en 2020, así que todos salimos ganando.
Piensa de forma sostenible
En lugar de regar tu jardín con agua del grifo, hazte con un depósito o barril de agua. Estos recipientes recogen el agua de lluvia que luego puede utilizarse para regar plantas y flores, e incluso para limpiar el coche. El agua de lluvia recogida contiene más nutrientes que el agua del grifo, que a menudo se trata con productos químicos, como el cloro, por lo que es mejor para la naturaleza. Y el agua de una colilla suele tener una temperatura ambiente similar a la del entorno, en lugar del agua del grifo, que suele ser mucho más fría. El uso de agua de lluvia también te ayudará a ahorrar dinero en tus facturas de agua. ¿Qué es lo que no te gusta?