¿Por qué Elon Musk no puede sentar cabeza? Su ex habla sobre la ambición y los romances del multimillonario
Elon Musk sabía hacia dónde se dirigía en los negocios, pero era inútil para mantener una relación amorosa a larga distancia. Jennifer Gwynne platica con Meredith Clark
Para Jennifer Gwynne, quien salió con Elon Musk en 1994, su relación con el hombre ahora más rico del mundo fue corta pero dulce, y estuvo llena de recuerdos que ha guardado hasta el día de hoy. Ahora, Gwynne está subastando fotos antiguas y artículos que le regaló el multimillonario, principalmente porque siente que ya es hora.
Jennifer Gwynne, que ahora tiene 48 años y vive con su familia en Carolina del Sur, conoció a Elon Musk cuando ambos eran consejeros residentes en el mismo dormitorio de estudiantes de primer año en la Universidad de Pensilvania. En declaraciones a The Independent, Gwynne recuerda cómo los dos se cayeron bien al instante.
“Definitivamente, comenzó siendo tímido y callado, lo cual era mi tipo”, dijo. “Me ganó cuando me llevó comida una noche a mi habitación. Y nos volvimos pareja después de eso”.
Elon Musk era como cualquier otro estudiante universitario, pero sus sueños de tener autos eléctricos y vivir en Marte estaban tan presentes como lo están hoy. Incluso hace 28 años, Gwynne creía que Musk se convertiría en un innovador exitoso.
“Claro que era más joven, tal vez un poco menos fastidiado del mundo. Definitivamente brillante y visionario”, reveló. “O sea, habló sobre los autos eléctricos y la energía solar incluso en ese entonces, pero tenía una visión inocente al respecto de ‘así es como el mundo va a cambiar’”.
Durante su relación de un año, gran parte de la atención de Musk permaneció en la creciente industria de la tecnología en Silicon Valley, y “él sabía que era adonde iba”, según Gwynne.
Después de graduarse de UPenn en 1995 con un título en Física y Economía, lo que hizo fue mudarse a California. Aunque su relación con Gwynne se vio afectada. Mientras Musk vivía en Palo Alto, Gwynne estudiaba en el extranjero durante un verano en Londres. Todavía tenía que terminar su último año de universidad, y a Musk le costó trabajo llevar la relación a larga distancia.
“Yo le decía: ‘Tenemos que hablar más por teléfono si queremos que funcione esto de la larga distancia’”, recordó Gwynne. “Y él contestaba: ‘No me gusta hablar por teléfono. Es una pérdida de tiempo’”.
Los dos terminaron su relación ese año, pero a medida que la fama de Musk siguió creciendo, lo mismo pasó con la cantidad de atención puesta en su vida amorosa. En el 2000, Musk se casó con su primera esposa, la autora canadiense Justine Wilson.
Musk conoció a Wilson cuando estudiaban en la Universidad de Queen en Ontario, Canadá, antes de que él pidiera su transferencia a UPenn. Juntos tuvieron seis niños, uno de los cuales murió a causa del síndrome de muerte súbita del lactante a las 10 semanas de edad. En 2008, Musk solicitó el divorcio y se comprometió con la actriz británica Talulah Riley seis meses después.
Riley, quien interpretó a Mary Bennet en la adaptación de 2005 de Pride and Prejudice, estuvo casada con Musk dos veces, primero de 2010 a 2012 y nuevamente de 2013 a 2016. Los dos nunca tuvieron hijos juntos. El mismo año que terminó su relación con Riley, Musk empezó a salir con Amber Heard poco después de que ella se divorció de Johnny Depp. Pero después de su separación en febrero de 2018, empezó a salir con la cantante canadiense Grimes, cuyo verdadero nombre es Claire Boucher.
En mayo de 2020, Grimes dio a luz a su primer hijo con Musk, un hijo llamado X AE A-XII. En septiembre de 2021, Musk reveló a Page Six que él y Grimes se habían “separado parcialmente” debido a conflictos con los horarios y las ubicaciones. Es por eso que fue una gran sorpresa para los fanáticos cuando la pareja dio la bienvenida a un segundo hijo juntos en diciembre de 2021: una hija llamada Exa Dark Sideræl Musk a través de una madre de alquiler.
Más recientemente, Musk engendró un par de gemelos con la ejecutiva de Neuralink, Shivon Zilis, de 36 años, en noviembre de 2021, semanas antes de que el multimillonario diera la bienvenida a su segundo hijo con Grimes.
Aunque Gwynne y Musk se fueron por caminos separados, ella aún conserva algunos de los preciosos recuerdos de su relación de un año. Primero tuvo la idea de poner algunos de los artículos en subasta cuando un compañero de clase de UPenn recibió US$7.700 por un examen que Musk había calificado con sus iniciales, cuando era asistente de enseñanza.
“Bajé corriendo las escaleras cuando vi ese artículo y le dije a mi esposo: ‘Tengo una nota de Elon y probablemente dice algo más sexy que sus iniciales’”, explicó. Con los controvertidos acuerdos comerciales y las travesuras personales de Musk en los titulares, Gwynne pensó que era hora de dejar de lado los recuerdos de su relación que estaban acumulando polvo.
Por el momento, hay dieciocho fotografías de Musk disponibles para comprar en RR Auctions hasta el 14 de septiembre. Algunas de las imágenes muestran a un joven Musk retratado solo o con amigos y Gwynne. La oferta mínima para cada foto es de US$100. Entre los artículos caros se incluye una tarjeta de cumpleaños firmada por Musk, actualmente con un precio de $2.892 con diez ofertas. La tarjeta dice: “Feliz cumpleaños Jennifer (alias, Boo-Boo) Con cariño, Elon”.
También hay un billete de un dólar firmado por el jefe de Tesla disponible para subasta, con un precio de US$2,420 y 15 ofertas. Pero uno de los artículos del que más le cuesta trabajo a Gwynne desprenderse es un collar de oro de 14 quilates que contiene una pequeña esmeralda verde, que según ella proviene de la mina de esmeraldas del padre de Musk en Sudáfrica.
“[Elon] no es muy sentimental ni emotivo, así que cuando tuvo ese gesto tan romántico, significó mucho para mí porque estaba siendo vulnerable”, contó.
Con el collar se incluyen dos fotos originales de Musk y Gwynne, una que los muestra de pie con la madre de Musk, Maye, durante una visita a la ciudad de Nueva York. Gwynne describió cuándo conoció a la madre de Musk enToronto durante las vacaciones de Navidad de 1994.
“[Maye] fue muy dulce, muy amable. Sabía que Elon pensaba mucho en mí, así que solo me pedía mi opinión sobre las cosas, siempre me incluía en las conversaciones”, dijo Gwynne.
En cuanto a la subasta, Gwynne espera que la tarjeta de cumpleaños firmada se venda por un valor estimado de $10.000, principalmente porque una parte de los fondos se donará a CARE, una organización de rescate de animales en Lexington, Carolina del Sur. Los fondos restantes se utilizarán para ayudar a pagar la matrícula universitaria de su hijastro de 13 años.
Si bien Jennifer Gwynne y Elon Musk no se han hablado desde que se separaron en 1995 y se casaron con diferentes personas, o en el caso de Musk, dos personas con al menos diez hijos de tres mujeres, ella todavía tiene algunas palabras de sabiduría para el hombre que conoció hace 28 años.
“La certeza de Elon en la cuestión de negocios, tecnología y planes grandes y grandiosos no se traduce bien en las relaciones”, dijo Gwynne. “Sé que no necesita mi opinión, pero creo que necesita ceder un poco porque si va a encontrar a esa pareja que obviamente está buscando, tendrá que ceder y no estar siempre a cargo”.