Los millennials tiran más basura que otros estadounidenses
Los datos revelaron que la cocina es la habitación donde se produce más desperdicio, cuatro veces más que el baño, que es la segunda habitación en la que se genera más desperdicio
El estadounidense promedio desecha casi tres bolsas de basura por semana, lo que equivale a más de 150 bolsas de basura cada año. Una reciente encuesta de Chinet y Talker Research examinó los hábitos de sostenibilidad de 2,000 adultos, particularmente en la cocina.
Se descubrió que los millennials generan la mayor cantidad de basura diariamente, tirando alrededor de 15 artículos cada día.
Los datos revelaron que la cocina es la habitación donde se produce más desperdicio (80%), cuatro veces más que el baño, que es la segunda habitación en la que se genera más desperdicio (20%).
En promedio, los encuestados cocinan siete veces por semana, y el 48% intenta preparar comidas con un desperdicio mínimo.
El 41% de los encuestados dijeron que el desperdicio de alimentos está “siempre” o “a menudo” en su mente cuando cocinan, y los millennials son los más conscientes de eso (44%).
Para combatir el desperdicio de alimentos, los encuestados han adoptado prácticas como congelar o reutilizar las sobras (50%) y utilizar los restos de comida para crear nuevos platos (32%).
“Pequeños cambios al cocinar pueden suponer importantes avances en la reducción de los residuos”, afirma Melissa Rakos, directora de marca de Chinet. “Además, comprar productos compostables o artículos con envases reciclables puede facilitar la reducción de los residuos que producimos”.
En general, dos tercios de los encuestados creen que podrían hacer un mejor trabajo para reducir la cantidad de residuos que generan, especialmente los de la generación Z (73%).
El 69% se siente al menos un poco culpable cuando utiliza artículos desechables como bolsas de plástico (29%), botellas de agua desechables (28%) y platos de plástico o papel (22%).
Sin embargo, se sienten mejor al utilizar platos y vasos desechables si saben que estos artículos están hechos de materiales reciclados o son reciclables (68%).
“Cambiar nuestros hábitos puede sumar con el tiempo”, agrega Rakos. “Algo tan simple como utilizar productos desechables más sostenibles puede ayudar a que esos cambios sean un poco más fáciles”.