No más Peloton: MIT y Harvard están trabajando píldora que equivale a ejercicio

Los investigadores del MIT y de la Facultad de Medicina de Harvard identificaron cómo el ejercicio y las dietas ricas en grasas modifican las células, los genes y las vías celulares. Su investigación podría ayudar a desarrollar fármacos que imiten los efectos del ejercicio y combatan la obesidad.

Sofía Zermoglio
Jueves, 13 de octubre de 2022 14:42 EDT
Hacer ejercicio los fines de semana es tan beneficioso como el ejercicio diario

Sabemos que hacer actividad física regularmente es una de las cosas más importantes que puedes hacer por tu salud. Según dicen los CDC, (Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades, por sus siglas en inglés): “Algunos beneficios de la actividad física para la salud cerebral ocurren inmediatamente después de una sesión de actividad física moderada o intensa.

Desde correr hasta remar, el ejercicio tiene muchas formas y tamaños. Ahora, un grupo de científicos de dos de las universidades más importantes de Estados Unidos, afirma estar un paso más cerca de ofrecer los beneficios del ejercicio en forma de píldora.

Los investigadores del MIT y de la Facultad de Medicina de Harvard identificaron cómo el ejercicio y las dietas ricas en grasas modifican las células, los genes y las vías celulares. Su investigación podría ayudar a desarrollar fármacos que imiten los efectos del ejercicio y combatan la obesidad.

"Creo que el mensaje para todos los lectores debe ser que el ejercicio no es solo una cuestión de calorías quemadas", dijo el Dr. Manolis Kellis, uno de los autores principales del estudio. "La gente no debería decir: ‘Oh, genial, están haciendo una píldora; ya puedo dejar de hacer ejercicio’. El mensaje es exactamente el contrario. Básicamente, haz ejercicio ahora para poder reprogramar tus células para más adelante”, agregó.

Cada vez son más las investigaciones que desentrañan el modo en que nuestro reloj corporal, o ritmo circadiano, puede influir en el metabolismo y el comportamiento de las células grasas, y este nuevo estudio también tiene relevancia en este ámbito. Los autores descubrieron que las dietas ricas en grasas suprimían los genes que rigen el ritmo circadiano, mientras que el ejercicio tenía el efecto contrario y los potenciaba. Dos de estos genes coincidían con genes humanos relacionados con el ritmo circadiano y el mayor riesgo de obesidad.

"Hay muchos estudios que demuestran que el momento en que se come durante el día es muy importante para la absorción de las calorías", afirma Kellis. "La conexión con el ritmo circadiano es muy importante, y muestra cómo la obesidad y el ejercicio tienen de hecho un impacto directo en ese ritmo circadiano en los órganos periféricos, lo que podría actuar sistémicamente en los relojes distales y regular las funciones de las células madre y la inmunidad".

Beneficios inmediatos de la actividad física según los CDC:

  • Maneja tu peso.
  • Reduce los riesgos a tu salud.
  • Fortalece tus huesos y músculos.
  • Mejora tu habilidad para hacer actividades diarias y prevenir caídas.
  • Aumenta tus posibilidades de vivir una vida más larga.

El ejercicio tiene mucho que ver con la reprogramación del cuerpo para procesar mejor la energía, para estar en un estado metabólicamente más activo.

"Lo que estamos descubriendo es que, tanto la obesidad como el ejercicio tienen efectos dramáticos en la biología", explicó Kellis en una entrevista con Boston.com. "Están afectando a muchas, muchas vías y muchos genes, en múltiples tipos de células en cada uno de estos tejidos".

Estos hallazgos son importantes, porque "la dieta alta en grasas y la obesidad son factores de riesgo importantes para casi todos los aspectos de la biología humana, todos los aspectos de la salud humana", dijo Kellis, citando como ejemplos el COVID-19, la diabetes y las condiciones neurodegenerativas.

Según los CDC, en 19 estados y dos territorios de Estados Unidos, al menos el 35% de los residentes padecen obesidad en la edad adulta. La obesidad es una enfermedad crónica común, grave y costosa para adultos y niños.

Aunque el objetivo a largo plazo de los investigadores son los fármacos y las terapias, Kellis destacó que una de las principales conclusiones del estudio es el impacto sistémico que tienen la dieta y el ejercicio en el organismo.

Pero el acceso a alimentos de calidad y la capacidad física para hacer ejercicio con regularidad no son un hecho y no son intervenciones de estilo de vida viables para todo el mundo. Por esta razón, los científicos creen que los hallazgos también son importantes, ya que apuntan a nuevos objetivos para los medicamentos que algún día podrían replicar los efectos del ejercicio.

"Es muy importante comprender los mecanismos moleculares que impulsan los efectos beneficiosos del ejercicio y los efectos perjudiciales de una dieta rica en grasas, para poder entender cómo podemos intervenir y desarrollar fármacos que imiten el impacto del ejercicio en múltiples tejidos", afirma Kellis.

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